La familia y las luchas sociales se unen en la Muestra Nacional de Teatro
La jornada de este martes en la 42 Muestra Nacional de Teatro se caracterizó por presentar obras cargadas de denuncia social, algunas de las cuales enlazan movimientos sociales, el activismo y la política con las relaciones y las memorias familiares.
Este martes la Muestra Nacional de Teatro continuó con presentación de algunas de las formas de hacer teatro que hay en México y los temas que inquietan a los artistas del país.
En esta ocasión la jornada se caracterizó por la presentación de propuestas escénicas donde las luchas activistas, los movimientos sociales y las crisis políticas son fondo o forma de las historias familiares que nos mueven.
En “Volver a Fuenteovejuna” de Mariana Hartasánchez, bajo la dirección de Ginés Cruz y la producción de Cardumen Teatro de Ciudad de México, que se presentó en el Teatro Nazas, tuvimos la oportunidad de regresar a este clásico de la literatura universal, pero ahora a través de una historia paralela, en la que Lope de Vega pierde la memoria luego de que una ex-amante vestida de hombre lo ataca con una piedra tras ser descubierta intentando memorizar su más reciente obra para robarla.
Con la ayuda de su fiel amiga Pifia, Elena Osorio, la vieja amante, llevará al espectador por un recorrido que busca darle sentido y nuevo reconocimiento a la obra de este importante autor de la lengua española.
Más tarde se presentó la obra “Nombres de combate”, dramaturgia y dirección Martín López Brie con la compañía Teatro de Quimeras de Ciudad de México en el teatro del Colegio Americano.
Esta propuesta de teatro documental nos lleva a conocer la historia de las dictaduras militares argentinas en los 60’s y 70s’, así como los movimientos sociales de la época, a través de la historia familiar de Brie, en particular de los testimonios de cuatro de sus integrantes.
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La jornada cerró en el Teatro Isauro Martínez con “Relato” de Bárbara Alvarado y Juan Carlos Franco, producción de Aletheia Cuerpo Escénico y Mierda Bonita Producciones de Querétaro, que fusionó sobre la escena la danza contemporánea y el teatro en un producto sobre la memoria de un individuo.
La pieza busca resolver algunas interrogantes sobre la vida, pero sobre todo la muerte, de Luis Alberto Alvarado, activista estudiantil y miembro del Consejo Estudiantil Universitario de la UNAM, cuyo camino revolucionario terminó de tajo cuando se suicidó en 1996.
A través de la voz y el movimiento, cinco hombres buscan evocar la figura, convicciones y “abismos” de Alvarado, a su vez como un dispositivo para que Bárbara cuente su historia y pueda de paso liberarse del yugo de su muerte.
A estas se sumaron también las obras “Flores rojas” de José Uriel García Solís, producción guerrerense sobre las aventuras de un niño en medio de los campos de amapolas de ese estado y “Sabueso” de Teresa Díaz del Guante, la cual sigue la historia de María Isabel Cruz Bernal, mujer, madre y líder del grupo de búsqueda Sabuesos Guerreras de Sinaloa.
