‘La luz que no ves a veces la estás irradiando’: Picuy Soto presenta su ‘Estudio Abierto’
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La muestra ‘Estudio Abierto’ es resultado de más de un mes de trabajo in situ y público en Casa La Besana, donde el artista distintas obras a partir de sus inquietudes más personales
Si acudiste al Centro Cultural La Besana, durante el último mes y medio, a algunas de sus funciones de teatro, es probable que te hayas encontrad en la galería “María Alicia García Narro” a Picuy Soto trabajando. Sentado en el suelo, pintando sobre hojas, cartón y telas; recortando, pegando, creando.
Con el apoyo de Liquen - Agencia de Arte Soto, quien se desenvuelve principalmente en la escena hip hop y del graffiti, exploró la expresividad de la pintura durante este tiempo con la única condición de limitarse al papel o lienzo que usara, con tal de no manchar el inmueble, ubicado en el Centro Histórico.
“Un espacio en blanco, sin rayar el piso ni las paredes, es algo que nunca había hecho como expresión mía. Siempre rayaba en la calle y sin permiso, a altas horas. Creo que es un proceso bien interesante de exploración, no tanto como de imponer una ideología u otro punto de vista”, comentó Picuy para VANGUARDIA en el marco de la inauguración de “Estudio Abierto”, la presentación de este mes de trabajo.
En este periodo, el artista tuvo la guía de Talía Barredo, directora de la agencia y curadora, así como el contacto con los artistas que frecuentan el espacio y el público que acude a los eventos que ahí se realizan.
“Creo que lo más interesante era que las obras se escuchan super claramente. Entonces trataba de venir cada que había funciones; antes de entrar la gente pasaba, se involucraba un poco, entraban a la obra”, recordó.
“Creo que definitivamente el teatro tuvo mucho que ver con esto. Que nos estén visitando artistas de otras disciplinas también; aquí ensayan los de las Orquesta [Filarmónica del Desierto], los de la Saltillo Big Band. De repente se meten y me cuenta cosas que yo no veo porque ellos casi las escuchan y como tiene que ver mucho con las palabras y su fonética, creo que compartirlo con teatreros y músicos es muy importante”, agregó.
Las piezas, de las que la curadora identificó dos búsquedas: una rumbo a la abstracción y otra con tintes narrativos, fueron realizadas en escala de grises, con gestos expresivos —algunos de los cuales delatan el conocimiento, sino es que dominio, de la figura humana, del artista— y una gran carga simbólica.
“A mí me hizo reflexionar de las dualidades, de trabajar desde la oscuridad de las personas. Es un trabajo bien oscuro, pero dentro de la oscuridad siempre hay algo bien lindo. Que la luz que no ves a veces la estás irradiando. Fue de sumergirme hasta salir”, explicó.
Por su parte, Barredo confesó que nunca había colaborado de esta manera con un artista y consideró el ejercicio —que podrá verse en la galería durante una semana, y cuyas obras están en venta a precios muy accesibles— “super enriquecedor”.
“No estás guiando un proceso que va a terminar en una exposición, más bien dar referencias. Yo entendí con esto y con todo lo que estoy viviendo que cada obra y cada artista tiene momentos diferentes de crear y cada obra y cada serie tiene ciclos. A veces parecen extenderse pero realmente están acortándose e involucrándose con otros tantos”, concluyó.