Los Locos Addams llenan de música, risas y grandes coreografías el Teatro de la Ciudad

Con su aspecto gótico y un tanto serio, la familia Addams no parece de las que está al pendiente de la cartelera de Broadway, pero en definitiva sí armarían sus propios números musicales sin dudarlo. Y justo demostraron lo bien que su excentricidad embona con el teatro musical este fin de semana.

Con la comedia musical “Los Locos Addams”, Morticia, Homero, Merlina, Pericles, Largo, Lucas, el Tío Cosa y la Abuela hacen resonar el escenario y sacan sus mejores mientras se cuestionan lo que significa ser normal y qué tan malo puede ser dejar que alguien tan diferente a ellos entre a su pequeña pero amorosa —a su manera— comunidad.

La producción de Cuarta Pared Teatro se presentó este fin de semana con tres funciones en el Teatro de la Ciudad Fernando Soler, deslumbrando en primer lugar por la calidad de su diseño de vestuario y maquillaje, el cual corrió a cargo de Rodrigo González, Samantha Mosqueda, Lauretta Pugliese, Rubén Aguirre y Noemí Lobo.

Con tan característicos diseños y personalidades es imposible pensar en los Addams de otras formas que no sean como las que ya conocemos. La compañía se mantiene fiel a esto, mientras que aprovecha para inyectar su propia esencia en el ensamble de los espectros, antepasados de los Addams a quien Lucas obligó a permanecer en la tierra hasta que el conflicto con Merlina, su nuevo y normal novio, así como los padres de este, se resuelva.

Desde militares a sacerdotes y viejos miembros de la aristocracia se convertirán en los elementos de apoyo para números coreográficos —dirigidos por Roberto Lozano— que se llevaron siempre las palmas del público.

Vocal y actoralmente Adriana Molina y Carlos Vázquez, como Morticia y Homero, respectivamente, mantienen una calidad y química en sus interpretaciones difíciles de superar, aunque Carmen García, como Alicia Beineke —futura consuegra de los Addams—, sorprendió con su participación en la canción “La verdad desnuda”.

Andrea Castro y Ferán Castrellón, como Merlina y Tomás, los felices novios, también tuvieron sus momentos, lo mismo que Luis Méndez como Lucas —cuya mano fue la orquestadora de muchos de los enredos— al igual que Rodrigo Huerta (Pericles), Alida Hernández (Abuela), Miguel López (Mauricio Beineke) y hasta Lonny Luna, como el silencioso Largo, tuvo su momento para brillar antes de que bajara el telón.

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En este sentido la dirección vocal de Andrés Hernández hizo destacar a estos personajes en sus solos, a la par de que creó un ensamble sólido y potente. En la dirección escénica Claudia Dithe cargó de energía a los personajes, llevándolos casi al punto del camp, provocando risas entre sus diálogos, sus interacciones y manierismos.

Con este proyecto finalizado, Cuarta Pared ahora se prepara para volver al drama, con el estreno de la obra “Equus”, el miércoles 28 de agosto en el Centro Cultural La Besana.