Muestra en novela la búsqueda adolescente de un lugar en el mundo
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A través de Elisa, la protagonista de ‘Salir al mundo’ (Editorial Planeta 2021), Ana Pazos evidencia la lucha que viven los jóvenes de tener su propio sitio
Ana Pazos se estrena como novelista con “Salir al mundo” (Editorial Planeta 2021), una historia protagonizada por Elisa una adolescente que toma el rol de mamá en tanto que Virginia, su madre se comporta como una chica irresponsable.
“Salir al mundo” nos lleva por el viaje emocional que atraviesa Elisa, en donde hay enamoramiento y otras situaciones que marcan la vida de la protagonista. La novela de Pazos es una novela de lectura fácil, pero de contenido complejo, la transición de papeles familiares invita a reflexionar.
VANGUARDIA conversó con la autora y ella empieza enfatizando que, “aunque todo es ficción, siempre hay algo del autor que se traslada a historia y creo que había unos temas que quería procesar y están simbolizados en algunos personajes, en algunos eventos dentro de la historia”.
Y aunque Pazos no explica exactamente cuáles son esos episodios se le cuestiona si hasta cierto punto el proceso fue catártico, al enfrentarse a esas situaciones que buscó trasladar en la narración de “Salir al mundo”.
“Yo tenía idea de escribir un libro que hablara sobre el papel del arte en los procesos difíciles de la vida, con eso creé el personaje de Erica”, relata. Erica en la historia es la mejor amiga de Virginia y es quien se encarga de mostrarle a Elisa que canalizar el dolor a través del arte, hace que esto salga y que se manifieste creativamente.
“Cuando tenía esa idea llegaron a mi edificio unas vecinas, madre e hija que parecía que tenían los roles invertidos. La niña como de 11 o 12 años; se comportaba como la mamá y la señora era muy inmadura y a mi se me hizo muy interesante su relación y ellas fueron el detonante”, platica.
Ana Pazos escribía los primeros capítulos del libro cuando a su mamá le diagnosticaron una enfermedad terminal y “empecé a servirme de la historia, de la escritura para lidiar con la idea de perder a mi madre”, recuerda.
“Traté de trasladar lo que yo sentía, porque sabía que mi mamá se iba a morir, que no había salvación y Elisa de alguna manera tiene ese mismo miedo, aunque su historia termina de manera diferente”, narra Pazos.
Entonces comento con ella que en una conversación con Guadalupe Loaeza, ésta refirió que la escritura sana, salva y en su caso sucedió algo similar.
La autora de “Salir al mundo” cree que parte de la problemática de las transición de roles entre padres e hijos tiene que ver con los cambios generacionales, “como que todo se está desplazando, se está postergando y es un fenómeno donde cada vez más la juventud se prolonga y se prolonga y en el caso de Virginia -la mamá de Elisa en la novela- ella tiene una fantasía de estar en su adolescencia”.
“Creo que el arte para Elisa es lo que para mí es la escritura” asegura Ana Pazos quien en la novela busca que la protagonista tome sus miedos y ansiedades y los transforme en origami, en pinturas o en algo artístico. “Eso es una acto terapéutico, sentir que lo que estaba en tu interior está afuera y lo puedes ver, lo puedes analizar”, reflexiona.
Un rasgo que distingue a los personajes que integran “Salir al mundo” es que tienen una sólida narrativa introspectiva, antes lo cual Pazos argumenta, “me gusta que los personajes tengan un gran mundo interior y yo misma creo que puedo estar mucho en mi interior, por eso quise que los personajes fueran así”.
Cierra la autora describiendo que su incursión en el mundo de la ficción literaria se llama “Salir al mundo”, “por que la protagonista tiene esta fascinación por el origami y en un inicio ella hace las figuras y una de sus fantasías es hacer una caja de origami en la que pueda esconderse y escapar de su realidad; entonces la vida la va a ir orillando a buscar su verdadero lugar en el mundo, porque tiene que salir de esa cajita”.