Rinden homenaje a Eloy Cerecero a través de su trabajo en Semanario
Con la publicación de un libro y una exposición la Universidad Autónoma de Coahuila rescató el legado que el artista saltillense dejó en las páginas del Semanario de Vanguardia
Si algo quedó claro la noche de este miércoles 8 de noviembre es que el ‘Semanario’ de VANGUARDIA, como suplemento cultural, marcó a más de una generación de creadores coahuilenses, y desde sus portadas, el trabajo del maestro Eloy Cerecero se convirtió en parte de ese movimiento, de esa comunidad.
Con la publicación del libro “La puerta lumínica”, la Universidad Autónoma de Coahuila, en el marco de su 66 aniversario, en colaboración con esta casa editorial, se rinde homenaje al artista saltillense, quien falleció el pasado 11 de agosto a la edad de 93 años, rinde homenaje a su prolífica trayectoria de más de 7 décadas.
La presentación del volumen, que reúne un total de 125 imágenes publicadas de 1987 a 1995 en la portada del suplemento, se llevó a cabo ese día en la galería de la Academia Interamericana de Derechos Humanos, donde al mismo tiempo se inauguró una exposición homónima con dichas ilustraciones.
‘UN CREADOR, UN ARTISTA’
El evento contó con comentarios de Ana Sofía Rodríguez Cepeda, Coordinadora General de Difusión y Patrimonio Cultural (DPC) de la universidad —cargo que Cerecero llegó a ocupar en su momento—, así como de la editora del libro Claudia Berrueto, quien compartió un poco del contenido que se podrá apreciar en dicha publicación.
“Un creador, un artista, nunca viene solo, siempre viene de la mano de alguien. Alguien nos trajo a nuestras obsesiones, a nuestras pasiones, a nuestras dudas. Semanario, Periodiquito, fueron mi caldo de cultivo, me tocó ver los cómics, los monitos. Los libros de texto de primaria que nos tocaron en los 80’s son una maravilla. También había mucha obra de muralistas, de ilustradores, entonces estábamos acostumbrados a sentirnos cómodos viendo estas cosas. Supongo que por eso nos resulta tan entrañable esta época, ves estas imágenes y te recrean toda una época donde había un movimiento cultural fuerte en la ciudad”, compartió Berrueto sobre la nostalgia que generó la exposición.
Agregó que hacer este libro, poder revivir al Semanario de esa época a través del trabajo de Cerecero, le permitió reconciliarse con Saltillo, así como revalorizar la trayectoria del maestro, quien siempre se comprometió con su comunidad y desde su arte lanzó potentes mensajes de crítica social.
“Esas prácticas sanas son las que necesitamos como sociedad, considerar siempre al otro sin dejar de considerar lo que uno es”, agregó, “esperemos que se recupere Semanario cultural, como era antes”.
COLABORACIÓN Y ARTE
Por su parte, Diana Galindo Teissier, quien también formó parte de la presentación del libro, recordó con cariño la labor del artista y sus procesos. Pero al finalizar el evento, muchos de los asistentes coincidieron que sin el apoyo que tanto ella como el fundador de esta casa editorial, don Armando Castilla Sánchez, le otorgaron al pintor —así como a otros artistas de la época—, no habría llegado a donde lo hizo.
Una de esas personas fue Alejandro Cerecero, hijo del homenajeado y también artista, quien compartió con nosotros recuerdos sobre el periodo en el que don Eloy colaboró con Semanario.
“Fue cercano, porque mi padre me invitó a ilustrar los artículos interiores del Semanario, él se echaba la portada y a mí me tocaba ir con la sra. Diana a recibir los artículos, los tenía que leer todos a fondo para elaborar unas ocho o diez ilustraciones semanales”, recordó.
“Yo aprendí mucho con la cercanía de mi padre y de la sra. Diana. Fue muy bondadosa, en el aspecto de platicarme, explicarme, decirme, cómo quería los trabajos, etcétera. Sobre todo por la oportunidad de dar camino libre y respetar mucho el trabajo. No hubo nunca un trabajo rechazado, me gustó mucho”, agregó.
Las impresiones que conforman la muestra —que estará abierta al público hasta enero del 2024— fueron impresas en Medio Pliego, y el libro saldrá a la venta a finales de noviembre en la Librería Universitaria, frente a Rectoría UAdeC, y en las oficinas de la Coordinación General de Difusión y Patrimonio Cultural en Camporredondo.
RECONOCIMIENTO MÁS ALLÁ DE LA GALERÍA
Una de sus nietas, Victoria Cerecero, compartió con nosotros el siguiente texto, que resume tanto libro como exposición, sobre todo desde el ámbito de los ideales de su abuelo y cómo los plasmo en cada obra:
En La puerta lumínica. Ideas ilustradas de Eloy Cerecero. Portadas de ‘Semanario’ de Vanguardia (1987-1995), Eloy Cerecero plasma su compromiso con la sociedad, con cada alma que cruza su camino.
Convirtiéndose en susurros de esperanza y destino, sus creaciones trascienden los límites del lienzo. En cada trazo, se entreteje su entrega inquebrantable, un clamor de justicia y equidad.
La puerta lumínica se convierte en un portal de cambio donde el arte se alza como voz de la humanidad anhelada, desvela al hombre que trasciende en un raudal del tiempo a través de múltiples manifestaciones.
Eloy Cerecero, en su paso por la tierra, ha tejido un legado, un puente entre mundos, un faro en la oscuridad. Su compromiso con el otro se manifiesta en cada obra, inspirando a sus semejantes a luchar por la igualdad de los hombres.
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En La puerta lumínica..., el arte se vuelve revolución, y Eloy Cerecero, el guía que ilumina nuestros corazones.
Su compromiso con la sociedad trasciende en cada trazo encendiendo la llama de la transformación y la unión entre el pueblo y el artista.
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