Brie Larson: ‘Sigo festejando el Oscar’

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/ 1 marzo 2016

Larson contó a nuestro colaborador en Los Ángeles que su misión en el cine es hablar sobre mujeres ‘de verdad’; así fue como se llevó el Oscar como Mejor Actriz

Por Fabián Waintal/corresponsal

 

Ni la fama de Jennifer Lawrence con “Joy” o el prestigio de Cate Blanchett en “Carol” pudieron quitarle el sueño a una de las actrices menos conocidas de este año. Para cuando abrieron las puertas del Teatro Dolby, nadie hablaba de las otras nominadas Charlotte Rampling por “45 Years” y Saoirse Ronan con “Brooklyn”. Con una impecable actuación en la película “Room”, Brie Larson ya había pisado la alfombra roja como la gran favorita de la noche. Había ganado el Globo de Oro. Había ganado el premio del Sindicato de Actores. Había ganado el premio BAFTA de la Academia británica. Y con ella estuvimos cuando ganó el Oscar.

-¿Qué significa realmente para un actor ganar un Oscar?-
“Este premio en particular significa muchísimo porque viene de gente que está en el mundo del cine, mucho antes que yo. Son personas que contaron muchísimas historias, mucho antes de que yo pudiera hacerlo. Ellos son los que me enseñaron el camino y pavimentaron el suelo para que actrices como yo puedan llegar a conseguir trabajos de calidad. Me siento tan honrada por haber sido incluida dentro de ese grupo... Y haber sido nominada ya había sido una experiencia maravillosa”.

-¿Imaginaste alguna vez este momento, entre aquellos primeros sueños que tienen los actores?-
“¡Sí! Es algo que soñaba tener desde los 7 años. Y lo increíble es que el lema del Oscar de este año fue ‘Soñemos con Oro’”.
-¿Qué es lo más divertido de una entrega de premios?-“Hay muchas cosas increíbles, como las conversaciones que organizan entre las actrices nominadas. Amo esas conversaciones, las mesas redondas con mujeres increíbles que admiro tanto y que apoyan el nuevo talento que llega. Y yo siento que hoy soy parte de una tribu. Se siente bien. También es una oportunidad maravillosa ver el trabajo que hice, por los ojos de otras personas.

- En la entrega de los Globos de Oro habías puesto en Internet una foto tuya con Katy Perry comiendo una hamburguesa...-

“(Risas) Es que por lo general, en la alfombra roja te olvidas que no cenaste nada. Y en la entrega de ese premio, esperábamos que hubiera algo de comer, pero cuando llegamos no había nada. Todos nos moríamos de hambre y Jamie Foxx estaba mandando mensajes de texto a la gente del hotel para traernos al menos unas papas fritas. Les rogábamos a todos, prometiendo que íbamos a esconderlo debajo de la mesa. Y Katy consiguió la hamburguesa justo cuando anunciaron mi categoría pero cuando gané, de repente me puse a sacar fotos con Leonardo DiCaprio y para cuando me senté, en mi asiento había una hamburguesa de In-N-Out”.

-¿Y cómo celebraste el Oscar?-
“Lo primero que hice fue comer otra hamburguesa y no paré de bailar toda la noche. Todavía sigo festejando”.

-¿Es verdad que el significado de la película ‘Room’ tiene mucho que ver con tu vida personal?-
“Sí. Yo crecí en circunstancias extremas, con una madre soltera, en un pequeño apartamento y con esta película, me di cuenta que era una buena oportunidad de vivir una parte de mi vida, como si fuera mi madre. Esa fue la parte más emocionante. Durante el rodaje, me la pasé llamándola por teléfono casi todos los días a mamá, pidiéndole perdón todo el tiempo. Hay cosas que uno nunca va a poder entender... Hasta que lo vivimos en persona”.

¿El día que tengas hijos crees que vayas a reaccionar como la madre sobreprotectora que interpretaste en cine?-
“Probablemente. Todavía no tengo hijos, pero hoy entiendo lo complicado que es ser madre. Personalmente tengo muchos problemas en tratar de ser perfecta y es devastador darme cuenta que es imposible. Es algo que también va con la maternidad. No sé lo que significa ser padre, solo pude experimentar un poco de ficción, pero es algo que me entusiasma. Creo que los niños son algo mágico, llenos de sabiduría”. 

-¿Retrocedemos un año exacto en el tiempo? -
“¿En Febrero del año pasado? A esta altura del año todavía estaba tratando de descifrar quien era yo. La película ya había terminado, pero yo seguía buscando mi identidad. Trataba de encontrar las piezas entre lo que había aprendido con mi personaje de la película ‘Room’ y lo que recordaba que yo era, antes de la película, porque había pasado demasiado tiempo preparándome para el rodaje. Y en ese preciso momento, la verdad, yo era muy diferente a la persona que era cuando empecé la filmación. Lo extraño es que hoy puedo decirte que ahora sí soy completamente yo. Todo sobre la experiencia que viví, la forma en que me sentí, hasta el vestido que tengo ahora, todo representa lo que soy. Y me siento emocionada de tener una estatuilla dorada entre las manos, porque es una increíble metáfora de cómo me siento por dentro”.

-¿Cuál  fue el mejor consejo que recibiste en medio de la escala a la cima?-
“A los 15 años, yo había hecho una película con el director de fotografía Michael Chappman y él realmente me inspiró mucho. Él viene del viejo cine clásico y al final del rodaje, le pregunté si tenía algún consejo para darme. Y en mi vida, es la única persona a la que pedí consejo. Y me dijo ‘Sí, siempre duerme una siesta en la hora del almuerzo’. Y le hice siempre caso. Un actor necesita demasiada energía y no solo pasa lo que se ve en la pantalla. También tiene mucho que ver las relaciones que hay detrás de cámara, asegurándote que hay camaradería entre todos los que hacen la película. Y todo eso, cansa. Pero una siesta de 20 minutos recarga lo suficiente como para volver a trabajar con ganas”. 

-¿En medio de semejante triunfo te pusiste a pensar en las épocas donde alguna vez te rechazaron por algún personaje?-
“Muchas veces. Pero también supe ponerme firme a ciertas pruebas de audición donde por ejemplo algún director de casting pudo haberme dicho que le encantaba lo que había hecho, pero que le gustaría verme en minifalda y tacos altos, cuando no hay ninguna razón para aparecer así a menos que quieran crear cierta fantasía. Esa es la parte más loca de nuestro trabajo. Yo siempre rechacé esos momentos. A lo mejor lo intenté una vez y me sentí terrible porque si me piden que sea sensual con tacones altos, no me hace sentir sensual. Me hace sentir incómoda. Y con el tiempo aprendí a tener confianza y ser fuerte. Yo quiero representar en el cine mujeres que yo conozco, mujeres que yo entiendo, mujeres complicadas, mujeres que están dentro mío. Esa es mi misión”. 

-¿La actuación es una forma de vida, más que un trabajo?-
“Y... Yo tuve que estudiar en casa y muchas veces me sentí sola. Siempre sentí que la realidad era un lugar muy extraño y todos estaban contentos en ser normales, pero yo no sabía cómo serlo. Sentía que todos eran felices, menos yo. Y tenía mis miedos de que no me quisieran, pero con el cine me di cuenta que tenía un lugar seguro para estar... insegura. El cine siempre fue el lugar perfecto para expresarme y explorar aquellas cosas que me daban miedo de explorar en la vida real. Y al hacerlo, me di cuenta que también me conecta con la gente. Cuando compartes tus vulnerabilidades, siempre hay alguien que te dice que le pasa lo mismo. Para mí, es la mejor forma de conectarme con el mundo. Y la película ‘Room’ lo logró mucho más de lo que me imaginaba”.

-¿Cómo fue que elegiste una película tan dramática como ‘Room’?-
“Bueno, la idea de sentarse a ver cine es algo muy sagrado para mí. Así fue como aprendí sobre el mundo, las diferentes culturas, las distintas generaciones y las formas diferentes de ser mujer. Yo siempre creí en cada cuadro de las películas que veía. Y a medida que fui creciendo me di cuenta que haciendo cine, podemos conseguir lo que queremos de la gente. Y siento una gran responsabilidad por contar algo lo más honesto que pueda y ser tan vulnerable como sea posible. 

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