De Bud Spencer a Michael Cimino

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Junio terminó con la triste noticia del fallecimiento el lunes 27 de Carlo Pendersoli, mejor conocido como el actor de origen italiano Bud Spencer, a los 86 años de edad.
Aunque sus pininos en el cine prácticamente como extra se dieron en épicas hollywoodenses como “Quo Vadis” (Mervyn LeRoy, 1951) o “Adiós a las armas” (Charles Vidor, 1957) alcanzó la fama como protagonista hasta principios de los años 70 cuando filmó junto a Terence Hill el clásico “Mi nombre es Trinity” (Enzo Barboni, 1970), un western cómico que dio inició a una prolífica y exitosa serie de películas en las que hizo mancuerna con su compatriota Terence Hill y que si bien comenzamos a disfrutar en el hoy ya extinto Cine Palacio para mediados de los 80 en un solo año pudimos verlo en los entonces Gemelos Alameda en cartelera como sucedió en 1984 cuando lo pudimos ver solo (“Banana Joe”) o acompañado (“Dos locos con suerte”; “Policías en ladrones”). Descanse en paz.
En medio de esta mala nueva, el martes 28 quien estuvo de manteles largos fue otro admirado actor y creativo del género de la comedia fue el maestro norteamericano Mel Brooks, al llegar a las nueve décadas de vida y quien luego de ganar su único Oscar al Mejor Guión Original de 1968 por su clásico “Los Productores”, en 1968, también fue presencia obligada para quienes fuimos niños en los años 70 primero en el mencionado Cinema Palacio con clásicos como “El joven Frankenstein”, de 1974 o “La última locura de Mel Brooks”, de 1976, o en los también mencionados Gemelos Alameda al inaugurarse estos a principios de los años 80 con “La loca historia del mundo”, de 1981, entre otras. Su última película como director a la fecha es “Drácula: Muerto pero feliz”, de 1995.
Hablando del Oscar y de más buenas nuevas a mediados de la semana la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Hollywood dio a conocer que en su afán por darle diversidad a sus miembros extendió la invitación a unirse a sus filas a creadores mexicanos como Carlos Carrera (representante por México en el 2002 con “El crimen del padre Amaro”); el cineasta regiomontano Israel Cárdenas; el primer actor Ignacio López Tarso (protagonista de “Macario”, de Roberto Gavaldón, primera película mexicana nominada en el rubro de Mejor Película Extranjera en 1960); María Novaro (representante por México en 1991 con “Danzón”); la primera actriz Silvia Pinal; el controvertido Carlos Reygadas (representante por México en el 2007 con “Luz silenciosa”) y la tapatía Patricia Riggen. Enhorabuena.
Para finales de semana, el viernes 1 de julio quien estuvo de manteles largos celebrando el centenario de su nacimiento fue la actriz norteamericana Olivia de Havilland, la única sobreviviente del elenco de “Lo que el viento se llevó” (Victor Fleming, 1939) que le diera su primera nominación al Oscar de un total de cinco en las que ganó dos (por “To each his own” en 1946 y “La heredera”, en 1949) y quien llegó a cautivar no sólo a cinéfilos de diferentes generaciones sino al cineasta coahuilense Emilio “Indio” Fernández, quien a falta de poderla dirigir como él quiso en su clásico “La perla”, de 1945, consiguió que en su honor la calle de su casa de Coyoacán fuera bautizada con el nombre que aún posee de “Dulce Olivia”. Actualmente radica en París desde que se retiró del cine a finales de los 70.
Para terminar, y otra vez en noticias lamentables, el sábado 2 de julio nos enteramos de la muerte a los 77 años de edad de Michael Cimino, ganador de dos Oscares a la Mejor Película y al Mejor Director de 1978 por su clásico “El Francotirador”. Su última película fue “Sunchaser”, de 1996. Descanse en paz.
Comentarios a: tesse_69@hotmail.com