Elvis Presley: la impactante película sobre ‘El Rey’ se estrena en México
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La esperada cinta de Baz Luhrmann, protagonizada por Austin Butler, llega a las salas de cine mexicanas con un vestuario de ensueño, música de primera y altas expectativas
“Simplemente no había nada en la cultura con lo que compararlo”, dijo el músico Roy Orbison cuando vio por primera vez a Elvis Presley. Una descripción que calza bien a la nueva película de Baz Luhrmann, que se estrena este 13 de julio en los cines de México.
Tras una larga espera, que incluyó ovaciones de pie en Cannes, declaraciones emotivas de Priscilla Presley y reseñas grandilocuentes en Estados Unidos, llegó la hora de que los mexicanos podamos ver la biopic sobre la vida del músico que cambió la forma de hacer, y bailar, el Rock and Roll.
Y al igual que “El Rey”, que causó conmoción entre fans y opositores en los años cincuenta, el filme de Luhrmann es impactante de muchas formas, desde el vestuario de Prada y Miu Miu hasta la actuación de Austin Butler, quien de hecho puso en receso su vida para estudiar al cantante y poder entregar su mejor interpretación. De acuerdo con el crítico Charles Taylor de Esquire, el ícono que aparece en la gran pantalla “es característicamente abrumador, enloquecedor y emocionante”.
La apuesta del cineasta es mostrar a Elvis en el contexto de un Estados Unidos ávido de rebeldía y transgresión. Con su música, el intérprete llego a un público enorme: adolescentes, trabajadores, ricos, pobres, negros, blancos. La democratización de la música que, como después comentó Bob Dylan, logró que su país pareciera más “amplio” y “abierto”.
Tal vez en la búsqueda de esa metáfora la película pierde de vista algunos aspectos de la biografía de Elvis, como el hecho de que conoció a Priscilla (personificada por Olivia DeJong) cuando él tenía 24 años y ella 14. En lo que sí se concentra Luhrmann es en los primeros actos de rebelión del músico, como su desafío a los políticos locales. También aparecen la muerte de su madre, los asesinatos del reverendo Martin Luther King Jr. Y de los hermanos John y Robert Kennedy. Y no podía faltar el regreso de Elvis vestido de cuero en 1968 y su decadente residencia en Las Vegas.
Lo que debe destacarse es el apartado musical. En la historia aparece un joven Elvis dispuesto a absorberlo todo: desde la sensualidad de las cantinas con rocola y el éxtasis en las carpas del servicio pentecostal que vio cuando era niño, hasta el trabajo de artistas afroamericanos como B.B. King (Kelvin Harrison Jr.), Big Mama Thornton (Shonka Dukureh), Sister Rosetta Tharpe (Yola), Little Richard (Alton Mason) y Arthur “Big Boy” Crudup (Gary Clark Jr.).
Tom Hanks aparece para dar vida al controvertido Coronel Tom Parker, el mánager de Elvis que, si bien lo llevó a la fama, también se quedó con millones de dólares del cantante al cobrar comisiones extraordinarias por sus servicios, como se supo tras la muerte de “El Rey”.
Nunca sencillo, la obra de Luhrman –que incluye filmes como “Romeo + Juliet”, “Moulin Rouge” y “The great Gatsby”- ha sido calificada de barroca y recargada, aunque nadie niega el genio del cineasta al momento de seleccionar música, vestuario e historias llenas de personajes trágicos y marginales.
“Puede parecer visualmente anárquico, pero todo está muy medido. Es como los cuadros barrocos. No son pintura que alguien ha tirado sobre el lienzo. Se ha dicho todo tipo de cosas de mis películas, pero yo solo quiero que la gente vaya al cine a verlas”, ha dichoo el australiano, en declaraciones que reproduce el sitio ecartelera.com.
Por su parte, Butler expresó que el director consiguió sacar cosas de él “que no sabía que tenía”. Y agregó que después de proponer y desechar ideas constantemente, “llegó el momento en que me dijo: ‘yo puedo ayudarte en tu proceso de preparación, pero al final serás tú solo quien salga ahí a hacerlo’. Sentí la presión y la responsabilidad, pero también la seguridad del respaldo de Baz Luhrmann”.
En el filme, el Coronel dice que Elvis murió por su amor por nosotros. Pero es nuestro amor por él en lo que Luhrmann insiste. Y lo que propone el cineasta es que el espectador no ame a la estrella del rock, sino al hombre que no pudo hacer realidad sus propios sueños, aunque estuvo muy cerca de lograrlo.
Con información de AP y Esquire