Led Zeppelin: la banda que cambió la historia del rock
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Se cumple medio siglo desde que James Patrick Page formó el grupo Led Zeppelin junto al vocalista Robert Plant; John Paul Jones, como bajista y teclista; y con John Bonham, ya fallecido, a la batería. Una banda de culto que modificó con sus sonidos la historia del rock.
Todo empezó con una vieja guitarra española que James Patrick Page encontró en la casa número 34 de Milles Road, en Epson, Inglaterra, a la que se mudó su familia en 1952.
James, hijo de un empleado administrativo y una secretaria de una consulta médica, formó una banda propia en 1968. Al año siguiente, hace ahora 50 años, lanzaron su primer álbum que cambió para siempre la historia del rock. Se llamó como la formación: “Led Zeppelin”. Antes de que acabase 1969 publicaron el segundo LP, “Led Zeppelin II”, el que los consolidó en lo más alto.
Junto con Robert Plant, John Paul Jones y el fallecido John Bonham, Page lideró una banda de culto rodeada por un halo de misterio, esoterismo, excesos y polémica.
Para celebrar el 50 aniversario de Led Zeppelin, el canal oficial del grupo en Youtube ha lanzado una miniserie llamada “The History Of Led Zeppelin”. A su vez, Chris Salewicz publica en español “Jimmy Page, la biografía definitiva”, en la que ahonda en la peculiar y controvertida figura del guitarrista.
EL ORIGEN
En los sesenta, Jimmy Page era guitarrista de sesión. “Es un guitarrista al que llaman para las grabaciones. No necesariamente una sola vez”, explicaba Page en una entrevista a Channel TV en 1963.
Según escribe Salewicz en la biografía, Page respondió que trabajar con algunos de los nombres más importantes del espectáculo era “decepcionante”. “Pues… ellos no son como esperas que sean”, respondió sobre el porqué de su calificativo.
Tras esta etapa de músico de sesión y guitarrista en The Yardbirds, Page decide formar una banda propia. Esta fue la semilla de Led Zeppelin.
Page intentaba que sus vocalistas preferidos y los músicos a los que consideraba con más talento se fueran uniendo a su banda. Para la voz, había pensado en Steve Marriott de Small Faces. También en Chris Farlowe pero, por diversas razones, ninguno cuajó.
Page buscó entonces a figuras emergentes y tanteó a Terry Reid, que no podía porque tenía compromisos previos. Este sugirió a Robert Plant. Page quedó fascinado con Plant desde el principio, pero pensaba que tenía que tener algo oculto si con tan sublime voz no había alcanzado el estrellato.
Según cuenta Salweicz, fue Plant el que introdujo el nombre de John Bonham después de que Keith Moon rechazase dejar The Who por Zeppelin y Mitch Mitchell permaneciese con The Jimmy Hendrix Experience.
Para el bajo, Page recurrió a un viejo conocido: John Paul Jones. A mediados de agosto del 68 los cuatro tocaron juntos por primera vez. El ensayo fue satisfactorio para todos.
“Lo conseguimos de inmediato. Fue tan poderoso que no recuerdo qué tocamos después. Para mí fue como ¡hostia! Había tenido momentos de euforia con grupos anteriores, pero nada como aquello”, recuerda Page en las páginas de la biografía de Salewicz. Había nacido Led Zeppelin, aunque en estos momentos aún se llamaban The New Yardbirds.
Cuentan las leyendas que el nombre surgió a raíz de una broma del guitarrista de The Who, Keith Moon, que dijo que el grupo no tendría éxito y se estrellaría como un zepelín de plomo, “lead zeppelín”, en inglés.
Por una cuestión de adaptabilidad fonética entre el inglés de EU y de Inglaterra, Peter Grant, el manager del grupo, decidió quitar la “a” y dejarlo como Led Zeppelin para la historia.
PAGE, UN GENIO NO TAN OSCURO A LOS MANDOS
“Uno de los mejores músicos de nuestro tiempo. No hay nadie como él”, dice Salewicz sobre Page. “La totalidad de Led Zeppelin es su obra de arte y es, en esencia, una obra maestra”, defiende el escritor.
“Sin la comprensión extremadamente pura de los intangibles del rock’n’roll de Jimmy Page, como la manera perfecta de salir de una limusina, por ejemplo, a Led Zeppelin no le habrían otorgado su lugar en el olimpo de los dioses del rock”, sentencia.
Más allá de su talento musical, Page siempre ha sido una figura controvertida y misteriosa en el mundo de la música. Su apariencia, misteriosa, sensual, sexual y andrógina, así como su interés por las artes oscuras, crearon un halo de misterio y rumorología alrededor de Page y la banda.
“Gran parte de su interés en las supuestas artes oscuras parece haber sido exagerado con fines publicitarios, para ayudar, muy eficazmente, a construir la mística de Led Zeppelin”, señala Salewicz a Efe.
“Sus intereses en Aleister Crowley, el ingenioso metafísico, simplemente indican qué tan en contacto estaba Page con el espíritu de la época. Bowie también se interesaba por Crowley e incluso The Beatles incluyeron una imagen suya en la portada del álbum `Seargent Pepper´”, relata el autor.
Salewicz tuvo la oportunidad de conocer y entrevistar a Page en la década de los setenta. La primera fue en 1977. “Jimmy parecía estar en muy buena forma, extremadamente empático, un buen chico, la antítesis completa del señor de la oscuridad como a menudo se le describía”, cuenta. “Respondió a todas mis preguntas muy abiertamente y fue realmente un placer entrevistarle”, insiste.
La segunda vez que el autor pudo entrevistar al guitarrista, la experiencia no fue igual. Era 1979 y los problemas que atravesaba la banda eran de sobra conocidos.
“Esta vez estaba nervioso, bebiendo cerveza durante la entrevista. Fui muy franco con mis preguntas y cuestioné si las dificultades de la banda tenían algo que ver con su cuestionable comportamiento”, cuenta Salewicz.
“Parecía sorprendido por lo que le estaba comentando. No parecía particularmente feliz con la vida. Más tarde, por supuesto, me enteré de que en ese momento todavía estaba esclavizado por su adicción a la heroína”, relata.
La historia de una banda de rock no suele irradiar colores pastel. Y la de Led Zeppelin, en una época de desenfreno y excesos, no es una excepción. El propio Salewicz recurrió a ayuda profesional antes de escribir ciertos pasajes del libro, especialmente los relacionados con las “grupies”. “Algo de ese comportamiento parece desconcertantemente disfuncional. Pensé que era mejor obtener una descripción profesional de esto”.
Salewicz ha declarado en alguna ocasión que cree que la figura de Page es malentendida a menudo.
“La vida no es todo libertinaje. Y en el caso de Jimmy Page, rara vez estuvo involucrado en los excesos de Led Zeppelin”, cuenta.
“Es uno de los grandes productores de discos de todos los tiempos. Su período como músico de sesión durante la década de 1960 le había enseñado las complejidades de la técnica de estudio y puso en práctica ese conocimiento en su producción de los discos de Zeppelin”, sentencia el escritor.
Cuando se le pregunta por la anécdota que más le sorprendió investigando la figura de Page, cuenta: “En 1970 Led Zeppelin II fue número uno en todo el mundo y Page insistía en asistir a las reuniones grupales en Londres desde su hogar en Pangbourne, a casi 70 kilómetros al oeste de la capital, de la manera más económica: ¡haciendo autostop!”.
UN ZEPELÍN EN LLAMAS
En la carátula del primer disco, lanzado en 1969, estaba estampado el zepelín de Hindenburg. En llamas. Un presagio de lo que pasó 11 años después, cuando el grupo puso punto y final a su existencia.
Hasta ese momento, el esoterismo, los excesos, las excentricidades y el misterio envolvieron cada disco, concierto y aparición de Page y el resto de los componentes. En la década de los setenta, Led Zeppelin eran los dioses del rock.
Para cuanto llegó “The Houses of the Holy”, en 1973, los romances de Page y el resto con las drogas se habían afianzado. También creció la rumorología sobre la adoración de Page a las artes oscuras y los supuestos pactos de la banda con el Diablo. Sus almas a cambio del éxito.
Con más billetes de los que podían contar, bandejas de droga a la carta y colas de “grupies”, Led Zeppelin publicó en 1975 “Physical Graffiti”, el primer título doble y bajo su propio sello discográfico. Fue un éxito. Sin embargo, “Physical Graffiti” también marcó la primera gran tragedia de la banda.
En unas pequeñas vacaciones durante la gira, el guitarrista y el vocalista estaban con sus familias en Rodas, Grecia. Un día, Page decidió desplazarse a Sicilia. Mientras estaba en Italia, Plant tuvo un grave accidente de coche en el que también iban sus hijos y la hija de Page y que casi le cuesta la vida a su mujer, que conducía el automóvil.
Tras la recuperación de Plant y la de su esposa, la maquinaria del zepelín volvió a funcionar. En 1976, publicaron “Presence”. Durante la gira de la banda por EU en 1977, Plant recibió una comunicación urgente de Inglaterra. Su hijo estaba gravemente enfermo y, finalmente, murió. La gira se canceló y Plant se sumió en una depresión.
Page, Jones y Grant no acudieron al funeral del pequeño Karac Plant y esa herida, según el biógrafo de la banda, Mick Wall, no llegó a cicatrizar del todo. La distancia entre los componentes de Led Zeppelin se agrandaba por momentos.
Aun así, Plant se recuperó y el grupo volvió a la carga y volvieron al estudio en 1979 para grabar “In through the out door”. Al año siguiente, los cuatro componentes estaban ensayando para la gira americana en la casa de Page en Windsor. Bonham se estaba desenganchando de una droga más dura, pero seguía consumiendo alcohol en cantidades elevadas.
Tanto en los ensayos como en las fiestas y reuniones con las que finalizaban las sesiones, el alcohol estaba presente. El 25 de septiembre, tras ser arrastrado a la habitación la noche anterior con una borrachera de órdago, Bonzo no despertó. Según las fuentes oficiales, murió ahogado por su propio vómito.
Aunque el último LP salió a la venta en 1982, la banda murió con Bonham. El zepelín ardió aquel día de septiembre de 1980.