Licca Chan y otras muñecas que destronaron a Barbie... o al menos lo intentaron

La popularidad y alcance que ha tenido la campaña de marketing de la película “Barbie” de Greta Gerwig hizo que se nos olvidara que en varias ocasiones la muñeca estrella de Mattel no ha sido la más querida, ni la más vendida.

De hecho desde sus inicios ha tenido que lidiar con la competencia y hasta la búsqueda de la compañía norteamericana por entrar en mercados extranjeros dio vida a los productos que terminarían por ser su principal competidor.

Esta es la historia de Licca Chan, Jenny, Bratz, Maxie y hasta las muñecas de Frozen, que de una forma u otra llegaron a hacer que Barbie y toda su línea de productos quedara en segundo lugar o temiera perder su corona... o no.

Licca Chan

Un dato que muchos conocimos a propósito del estreno de la película protagonizada por Margot Robbie es que la producción de Barbie, luego de que Mattel copiara el diseño de una muñeca alemana para adultos, inició en Japón y fue ahí donde quiso empezar a conquistar el mundo.

Pero en una nación que recién empezaba a recuperarse de los estragos por la bomba atómica la fisionomía occidental, sobre todo la de las personas rubias, no era precisamente la más atractiva, y por eso cuando la compañía Takara –si, la misma que conquistó este lado del Atlántico con los Beyblade en los 2000–, lanzó su versión, más tierna y más infantil, no le costó mucho ser la más vendida.

En 1967, ocho años después del debut de Barbie, Licca-Chan llegó a las tiendas niponas, con sus ojos gigantes y tiernos, vestidos con encaje, cabello lacio y castaño y, sobre todo, una historia. Porque a diferencia de la americana, que “es lo que quieras ser”, la pequeña Licca tiene toda una mitología detrás.

Si bien al inicio era una niña de 11 años que prefería las clases de lenguaje y artes que matemáticas, con el tiempo –para adaptarse al mercado–, comenzó a adoptar “trabajos” y a crecer en distintas direcciones como su homóloga norteamericana, aunque la versión clásica sigue siendo muy querida, pero solo en Japón.

Jenny

Aunque Mattel tuviera el mercado de prácticamente todo occidente controlado Japón siguió siendo durante esos años una plaza que querían conquistar. Por eso decidieron aliarse con el enemigo y en 1982 lanzaron juntos la “Takara Barbie”, un rediseño que apelara más a los gustos de ese país.

El plan fue un éxito pero el acuerdo duró poco y cuatro años después la colaboración terminó, con los derechos sobre la muñeca en manos de la compañía japonesa que la rebautizó como “Jenny” y a su novio, entonces llamado “Takara Ken” como “Jeff”.

Así el nuevo intento por destacar en la Nación del Sol Naciente derivó en la creación de otra competidora de Barbie, pero ahora temáticamente más similar, como una adolescente que también ama la moda –y cuyos accesorios se venden por separado–.

Bratz

Las derrotas más claras de Mattel en el mercado de las muñecas fueron en Japón, que aunque es atractivo no es el más importante para la compañía. Por eso la idea de tener un rival en su propia casa era sumamente aterradora.

En 2001 MGA Entertainment presentó al mundo a un grupo de cuatro amigas cuyo estilo, diversidad y un diseño sin igual hasta el momento –cabezas y pies enormes, que se quitan para cambiarle el calzado– que comenzaron a ganarse el corazón de millones de niños y niñas.

Las Bratz llegaron a dominar casi la mitad del mercado en su apogeo –y obligaron a los creadores de Barbie a revitalizarla con las MyScene sin tanto éxito– pero un pleito legal acabó rápidamente con ese sueño. Su creador, Carter Bryant, todavía trabajaba para Mattel cuando presentó la idea a MGA y esto fue argumento suficiente para llegar a la corte.

Desde 2004 y a la fecha ambas compañías mantienen un pleito legal por los derechos legales de las muñecas, que en un momento llegaron a ser de Mattel, pero se los devolvieron y hace poco lanzaron una nueva serie con Sasha, Jade, Yasmin y Cloe originales.

Frozen

De manera más fugaz pero no menos impactante fue el estreno de la película animada “Frozen” de Disney, que resultó en un fenómeno mundial increíble, el cual derivó billones en ventas de mercancía, incluidas las muñecas.

Anna y, sobre todo, Elsa, fueron muy cotizadas a principios de la década pasada, sobre todo en 2013, 2014 y 2015, liderando las ventas en la temporada navideña. Sin embargo, esto no fue una mala noticia para Mattel, todo lo contrario; ellos las producen.

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Maxie

Hasbro ha intentado en más de una ocasión competir directamente con Barbie, sin éxito. Luego del fracaso de Jem y los hologramas –creada en los 80’s, cuando la compañía encontró la fórmula de vender juguetes a través de caricaturas, como G.I. Joe–, quisieron probar con Maxie en 1986, pero Mattel sacó su versión de la “muñeca adolescente” y las sacó del mercado a inicios de los 90, en una estrategia similar a la que usó contra Jem al presentar su línea “Barbie y los rockeros”.

Pero el que tal vez pueda ser el mayor error de Hasbro en este rubro fue cuando tomaron la licencia de Sindy –una muñeca británica muy exitosa en ese país en los 70’s pero que no pudo entrar al mercado estadounidense–, y la “americanizaron” para, supuestamente, competir de mejor manera contra Barbie.

Lo único que lograron fue una demanda por derechos de autor y la pérdida de ventas en su propia casa. Hasbro mejor les devolvió la licencia y su productora original Pedigree Dolls & Toys la relanzó en 2003 por su 40 aniversario, así como en 2023.