Realzan Talese y Stern el mito Sinatra

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/ 12 diciembre 2015

"Frank Sinatra has a cold" refleja un lado más oscuro, menos conocido y menos glamouroso que la imagen de estrella de Sinatra y que Talese supo capturar en su texto con la misma intensidad que Stern en sus imágenes.

La aguda y precisa prosa de Gay Talese y la espectacular humanidad de las fotografías de Phil Stern que testifican cuatro décadas de seguimiento al mito se unen en "Frank Sinatra has a cold", un volumen rotundo y un espléndido retrato del mito.

Por un lado el certero perfil que Talese hizo del cantante tras pasar un mes cerca de él pero no poder sentarse a hablar con Sinatra en ningún momento. "Ese hecho es quizás una de las fortalezas del artículo", asegura el escritor y periodista en el prólogo del libro, una edición limitada de Taschen.

Para ilustrar el rico texto, unas bellísimas fotografías -la mayoría en blanco y negro- que Stern tomó entre 1940 y 1970, y que muestran desde grandes a íntimas actuaciones de Sinatra, cenas de gala con John Fitzgerald Kennedy o imágenes íntimas, incluso tomando una sauna antes de una actuación en Miami en 1965.

"Nunca fui parte de su círculo íntimo, pero por alguna razón, Frank confiaba en mí", aseguraba Stern en unas declaraciones recogidas en un libro cuya publicación coincide con el centenario del nacimiento del cantante, que se cumple hoy.

Una confianza que le permitió fotografiarle durante cuatro décadas, algo impensable con una estrella como Sinatra.

Imágenes valiosísimas que juegan con luces, sombras y desenfoques, como un reflejo de la ambigüedad que siempre rodeó al cantante, continuamente acusado de relacionarse demasiado con la mafia.

Su casi eterna sonrisa se contraponía con la soledad patente en muchas de las fotografías. "Había un monstruo terrible en el interior de Frank que quería joder al mundo antes de que le jodieran a él", aseguraba el fotógrafo.

Un lado más oscuro, menos conocido y menos glamouroso que la imagen de estrella que todos conocemos y que Talese supo capturar en su texto con la misma intensidad que Stern en sus imágenes.

Y lo hizo tras intentar infructuosamente entrevistarse con Sinatra en 1965, para lo que se trasladó a Los Ángeles, donde permaneció casi un mes debido a las excusas de los representantes del cantante para retrasar el encuentro debido a un resfriado.

Un tiempo en el que sin embargo sí se le dejó asistir de cerca a su vida y a su trabajo, además de hablar con mucha de la gente que le rodeaba, lo que le permitió hacerse una idea muy precisa y objetiva de cómo era en realidad Francis Albert Sinatra.

"Sinatra con catarro es Picasso sin colores, un Ferrari sin gasolina, sólo que peor. Porque los catarros corrientes roban a Sinatra esa joya que no se puede asegurar, su voz, y hieren en lo más vivo su confianza".

Esta frase tan frívola en apariencia, define con una precisión y una profundidad difícil de igualar la compleja personalidad de un personaje en apariencia fuerte e invencible bajo la que escondía una fragilidad inaudita para alguien de su posición.

De ahí que el libro, una edición de coleccionista limitada a 5,000 ejemplares firmados por Talese -y con un precio de 200 euros (219 dólares)-, haya mantenido el críptico título con el que la revista Esquire encabezó el magnífico artículo del escritor: "Sinatra has a cold" ("Sinatra está resfriado").

Una edición únicamente en inglés, con una impresión tipográfica tradicional, con las letras en ligero relieve, e incluye material adicional, como reproducciones en facsímil de paginas manuscritas de Talese, así como documentos y cartas de su archivo personal.

Entre las cartas, una dirigida a Sinatra en la que se despedía tras intentar infructuosamente durante un mes entrevistarle.

Fechada en diciembre de 1965, en la carta Talese afirma: "Le dije a Nancy (la hija de Sinatra) que si me hubiesen permitido disfrutar de su compañía, si me hubiesen permitido viajar con usted y sus amigos y entrever la calidez de su mundo interno, no hay duda de que habría realizado un perfil clásico sobre usted".

Pese a esa imposibilidad, Talese expresa su confianza en que podrá hacer justicia al cantante con su artículo y hacer "un retrato emocionante de Sinatra, el hombre y el efecto que tiene en sus amigos, en sus enemigos y en su tiempo".

"Le deseo la suerte de coincidir con su talento inigualable", se despide Talese.

 

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