¿Una bruja nazi y lámparas de piel humana? Ella es Ilse Koch, la mujer que inspiró a Ed Gein en Monstruos

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/ 5 octubre 2025

Ilse Koch, conocida como “la bruja de Buchenwald”, fue una figura temida en la Alemania nazi y uno de los rostros femeninos más infames del Holocausto. Acusada de seleccionar prisioneros para fabricar objetos con piel humana, su nombre se mezcló entre mito y realidad

La historia de Ilse Koch, la “bruja nazi” que estremeció al mundo por sus atrocidades en el campo de concentración de Buchenwald, vuelve a los reflectores con el estreno de la serie Monster: The Ed Gein Story. En la ficción, la figura de Koch aparece como la posible fuente de inspiración del asesino estadounidense Ed Gein, quien décadas después replicó la fabricación de objetos humanos que se le atribuían a ella.

Pero, ¿qué hay de verdad en la historia de Ilse Koch? ¿Qué hechos fueron probados y cuáles se alimentaron del morbo y la propaganda de posguerra?

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De Dresde al infierno de Buchenwald

Nacida en Dresde en 1906, Ilse Koch creció en una familia de clase media sin mayor relevancia política. Se unió al Partido Nazi en 1932, año en que comenzó a trabajar como secretaria para las SS. Su matrimonio con Karl-Otto Koch, comandante del campo de concentración de Buchenwald, la colocó en el corazón de uno de los lugares más brutales del régimen.

Los testimonios de prisioneros la describen como una mujer cruel, con poder informal sobre castigos y designaciones laborales. Su proximidad con los altos mandos nazis le permitió actuar con impunidad en un entorno de horror sistemático.

Lámparas de piel y el mito del horror absoluto

El nombre de Ilse Koch trascendió las fronteras de Alemania cuando se difundieron las acusaciones de que seleccionaba prisioneros tatuados para que fueran asesinados y su piel usada en objetos decorativos.

Sin embargo, historiadores modernos señalan que muchas de estas afirmaciones carecen de evidencia material concluyente. Aunque hubo testimonios que las mencionaron, los juicios no presentaron pruebas físicas de los supuestos objetos.

“La historia de las lámparas de piel humana es un ejemplo de cómo el horror puede mezclarse con el mito”, explicó la historiadora Alexandra Przyrembel, autora del libro Im Bann des Bösen.

El mito, sin embargo, ya estaba arraigado. La prensa de la posguerra convirtió a Koch en la encarnación del sadismo nazi y en la representación del “mal femenino” en tiempos de barbarie.

Juicios, condenas y final en prisión

Capturada en 1945, Ilse Koch fue juzgada por crímenes de guerra en el Tribunal Militar de Dachau en 1947. Fue sentenciada a cadena perpetua por su participación en actos de tortura y abuso de prisioneros, aunque el tribunal no consideró probadas las acusaciones sobre los objetos humanos.

En 1949, su pena fue reducida, pero volvió a ser arrestada y juzgada por las autoridades de Alemania Occidental. La segunda condena reafirmó su encarcelamiento de por vida. Murió en prisión en 1967, oficialmente por suicidio.

La sombra de Ilse Koch sobre Ed Gein

En la serie Monster: The Ed Gein Story, producida por Ryan Murphy, la historia de Ilse Koch aparece como una influencia psicológica para el asesino estadounidense. Gein, conocido por fabricar máscaras, muebles y prendas con restos humanos, habría conocido la historia de Koch a través de noticias y relatos de la Segunda Guerra Mundial.

En la ficción, Koch es interpretada por Vicky Krieps, y su figura se presenta en las alucinaciones del asesino como una especie de “guía macabra” que lo incita a seguir su impulso destructivo.

Aunque no existe evidencia real de que Gein conociera los detalles del caso Koch, la serie utiliza la conexión simbólica para explorar cómo la maldad histórica puede inspirar al crimen contemporáneo.

Monstruos de carne y mito: el eco del horror

El caso de Ilse Koch plantea una pregunta vigente: ¿por qué el público sigue fascinado por los rostros del mal? En la cultura del true crime, la línea entre documento y ficción se difumina constantemente.

En Monster, Koch es tanto una persona histórica como una representación del horror universal: el poder, la impunidad y el deseo de dominar al otro. Su historia, mezclada con exageraciones, muestra cómo la memoria del Holocausto sigue siendo un espejo de nuestras propias obsesiones culturales con el mal.

Egresada en Licenciatura de Comunicación por la UA de C. Laboró como Co-coordinadora en Comunicación Social y Política, así como en producción de contenido para redes sociales y edición de textos académicos. Colaboró en jornadas de promoción para la Salud Sexual y Reproductiva. Actualmente se desempeña como Editor Digital First en Mesa Central de esta casa editorial.

Está certificada en Diplomados de Comunicación Política por Escuela en Liderazgo Xoan Noya en 2020, en Perspectiva de Género en la cobertura de la Violencia contra las Mujeres y la Violencia Femenicida por la UNAM en 2021 y en La Suprema Corte y los Derechos Humanos por la SCJN en 2021.

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