Stuxnet: Primer virus pensado para sabotaje industrial y ciberguerra
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Stuxnet ataca un programa de gestión de centrales eléctricas, oleoductos y conglomerados fabriles
Stuxnet, así se llama un virus del que ya se conocía su existencia en junio pero que ha desatado la alarma de los expertos a medida que han analizado su potencial destructivo. La mayor novedad que presenta es que, según Financial Times, no busca infectar un ordenador doméstico si no atacar los equipos de una industria hasta su destrucción. El virus se expande sin necesidad de Internet. A través de un simple USB, cuando se conecta al ordenador busca un determinado programa de la empresa Siemens, una herramienta clave en el control de oleoductos, centrales eléctricas e instalaciones industriales.
Algunos medios aseguran que una central iraní habría sido uno de sus objetivos, pero este extremo no se ha confirmado. Siemens ha declarado que su programa no ha sido suministrado a la citada central. La empresa alemana ha asegurado que tiene noticias de 15 clientes infectados, "pero en ningún caso ha habido consecuencias para la producción de las empresas contagiadas". Siemens ha elaborado un antídoto este mes y desde su instalación no ha recibido más noticias de infecciones entre sus clientes. El virus aprovecha una vulnerabilidad de Windows para penetrar en los ordenadores. La citada vulnerabilidad ha sido corregida.
Al margen de los daños que haya podido causar su expansión, lo que preocupa a los expertos es el salto que supone en la ingeniería de los virus informáticos. Se trataría de un programa malicioso pensado directamente no para el espionaje industrial si no para la destrucción de una instalación y su eventual uso en un ataque cibernético. Hay precedentes de ataques, por otros mecanismos, como los sufridos en las redes de comunicación de Estonia y Georgia. Stuxnet es el primer virus que tiene las características de una arma para la ciberguerra.
"No es una especulación que se trata de la primera arma de ciberguerra", asegura un experto norteamericano y afirma que las únicas dudas son: contra quién se ha utilizado y quién es su autor. Los expertos están convencidos de que no se trata de una creación personal, sino que detrás de su aparición hay un grupo de imprecisas características. En el terreno de las hipótesis no se descarta que esté asociado a una unidad gubernamental, a un grupo terrorista o a una mafia que planee emplearlo para la extorsión.