¿Cómo las observaciones desde el espacio permitieron a algunos investigadores contaminación en centros de comercio electrónico?
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La investigación liderada por científicos de la Universidad George Washington, es el primero de este tipo. Los científicos usaron tecnología satelital para medir un contaminante dañino; analizaron 150,000 almacenes en EU
WASHINGTON- Dentro de estos almacenes gigantescos en los que podrían caber canchas de futbol se manejan muchos de los paquetes (más de 20,000 millones al año) que envían y reciben los estadounidenses.
Pero para quienes viven cerca de ellos, el tráfico de semirremolques a toda hora en estos centros gigantescos empeora muchísimo la contaminación del aire, según un nuevo estudio financiado por la NASA y diseñado con el objetivo de rastrear contaminantes desde el espacio.
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El trabajo de investigación, liderado por científicos de la Universidad George Washington, es el primero de este tipo: los científicos emplearon tecnología satelital para medir un contaminante dañino relacionado con el tráfico, el dióxido de nitrógeno, y concentraron el análisis en alrededor de 150,000 almacenes enormes ubicados por todo Estados Unidos. Descubrieron que la presencia de dióxido de nitrógeno, que puede causar asma y otros problemas de salud, aumentaba en promedio un 20 por ciento cerca de los almacenes. En las instalaciones más activas, este aumento era incluso mayor.
“El almacén promedio que se ha construido desde 2010 es muy distinto a los almacenes que se construían antes, pues ahora tienen muchos más muelles de carga y muchos más espacios de estacionamiento”, explicó Gaige Kerr, el autor principal del estudio y profesor asistente de salud ocupacional y ambiental en la Escuela de Salud Pública Instituto Milken de la Universidad George Washington.
“Además, cada vez es más común que se construyan en grupos densos, un almacén junto a otro, lo que genera más tráfico, en especial de vehículos pesados. En el tema de la contaminación, eso es muy muy malo”.
El estudio subraya que los centros de logística se han convertido rápidamente en una fuente considerable de contaminación en vista de que la industria pesada estadounidense, una fuente tradicional de contaminación, ha retrocedido en las últimas décadas y el sector eléctrico ahora tiene plantas eléctricas más limpias.
Las instalaciones de este tipo cada vez captan más la atención de los reguladores y los legisladores.
En uno de sus primeros casos en 2011, Kamala Harris, que entonces era fiscal general de California, se opuso a la propuesta de construcción de un complejo de almacenes de 93,000 metros cuadrados en el sur de California, argumentando que causaría una afectación desproporcionada a las comunidades cercanas debido a los gases producidos por el diésel.
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Esa postura legal dio pie a un acuerdo conforme al cual los desarrolladores del almacén convinieron en cambiar las rutas del tráfico, monitorear la calidad del aire y sembrar árboles y arbustos a fin de crear un amortiguamiento contra la contaminación del aire, además de instalar filtros en las casas cercanas.
El comercio electrónico ha crecido muchísimo desde ese caso de California. Ese crecimiento se aceleró en especial durante la pandemia de COVID, que propició una nueva ronda de construcción de almacenes.
Los investigadores, que analizaron información sobre el tráfico proporcionada por la Administración Federal de Carreteras de Estados Unidos y datos demográficos de la Oficina del Censo de ese país, también descubrieron que, en general, hay comunidades con poblaciones grandes de minorías raciales y étnicas cerca de los almacenes, por lo que inhalan más dióxido de nitrógeno y otros contaminantes.
Por ejemplo, descubrieron que la proporción de personas de origen hispano o asiático que viven cerca de los mayores grupos de almacenes incluidos en el estudio era de aproximadamente 2,5 veces el promedio nacional.
Además, el estudio reveló que una quinta parte de los almacenes se concentra en solo 10 condados, entre los cuales se encuentran el condado de Los Ángeles, en California; el condado de Harris, en Texas, y el condado de Miami-Dade, en Florida.
Los investigadores indicaron que el dióxido de nitrógeno es solo uno de una lista de muchos contaminantes a los que están expuestas las personas que viven en los alrededores de los centros de comercio electrónico. Es un poco más fácil estudiar desde el espacio el dióxido de nitrógeno que otras sustancias, subrayó Kerr. “Pero, en el futuro, sería ideal examinar otros contaminantes importantes para la salud, como las partículas en suspensión o el hollín atmosférico”.
California ejerce presión para regular la contaminación producida por los centros con varios almacenes; en este sentido, adoptó en 2021 una norma que obliga a las instalaciones a limpiar sus emisiones. Esa norma, que afecta a alrededor de 3,000 de los almacenes más grandes del estado, les exige a los operadores reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno y otros contaminantes dañinos producidas por los camiones que les dan servicio a sus sitios, o bien tomar otras medidas para mejorar la calidad del aire. c.2024 The New York Times Company.
Por Hiroko Tabuchi, The New York Times.