¿Internet libre y de acceso universal?
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Organizaciones señalan que todavía se puede evitar que esta tecnología se convierta en algo diferente a lo que conocemos
CDMX.- Todavía estamos a tiempo. “Podemos evitar que internet se convierta en una tecnología diferente a la que conocemos”, dijo Israel Rosas, director de Comunicación de la Internet Society para América Latina y El Caribe. Agregó que, en términos sociales, desde su creación el internet promueve la libertad, la igualdad y, aunque se fundamenta en la intercomunicación, exige respeto a la singularidad de cada persona. En el aspecto técnico, el experto dijo que se basa en un sistema de gestión descentralizada. Ahí, las redes de datos son independientes, pero están interconectadas entre sí. Por eso también es llamada “Red de redes”.
No obstante, estos valores o ideales internacionales, día con día, están siendo modificados, en algunos casos de manera deliberada y, en otros, producto de “efectos negativos no intencionales”.
La realidad es que empresas privadas, grandes firmas tecnológicas, organizaciones no gubernamentales e, incluso, gobiernos de diversos países, influyen en lo que la gente mira, en los lugares en donde se informa y “en todas y cada una de las experiencias digitales que existen”, comentó Rosas.
Entonces, para lograr “la salud de internet” es necesario estar en constante lucha por mejorar un sinfín de variables que amenazan el correcto funcionamiento de internet. Entre ese universo de temas, destacamos la importancia de los siguientes cinco: 1. El acceso a conexión en comunidades geográficamente alejadas; 2. La necesidad de garantizar confianza y las conexiones seguras; 3. La concentración de poder en actores como Facebook o Google; 4. La privacidad y; 5. El futuro de la conectividad. A continuación detallamos cada uno de ellos.
CONCENTRACIÓN DE PODER EN POCOS ACTORES
Diversas compañías tecnológicas están incrementando sus operaciones a nivel global. Por ejemplo, “Facebook y Google tienen una presencia abrumadora”, dijo Israel Rosas. Agregó que en la Internet Society están analizando cómo este efecto, cómo esta consolidación de poder, puede transformar internet. “Porque ya existen casos en que actores de gran tamaño, con sus prácticas cotidianas, se están convirtiendo en puntos de control” afirmó.
“Lo que queremos evitar es que esta consolidación sea lo suficientemente poderosa como para poder influir sobre la experiencia de los usuarios. Nos dimos cuenta que, cuando un actor es tan grande, termina tomando decisiones que le afectan a las personas que no se dan cuenta que están siendo influenciadas o bien, no tienen manera de elegir”, comentó Israel Rosas.
En la etapa actual, nos encontramos en un punto que podría ser decisivo en la historia de internet. “Si no nos ponemos a pensar en estos aspectos, no sabemos lo que podría pasar. Internet, por lo general, es un terreno propicio para la innovación, para que la gente decida y elija libremente. Internet no se sujeta a las decisiones de un selecto grupo. Entonces, necesitamos pensar en los medios para evitarlo” advirtió.
LA INTERNET SOCIETY
Por ello es que la Internet Society está invitando a la comunidad a ayudar a cuantificar el efecto que tiene esa consolidación y concentración de poder en la arquitectura de internet. Y si tienen el potencial de transformar al internet como lo conocemos o si es un tema de competencia económica que puede ser regulado de manera más fácil en otro dominio. “Eso lo presentaremos en nuestro informe global. En eso estamos trabajando. El tema es tan importante que no queremos adelantar respuestas simplistas”, finalizó Rosas.
CONEXIÓN EN COMUNIDADES Y ZONAS ALEJADAS
Alrededor de 83 millones de personas en México utilizan internet. Esa cifra representa el 71% de los habitantes del país. Aunque el promedio parece bueno, la realidad es que esas personas, por habitar en ciudades y poblaciones de tamaño medio, fueron las más fáciles de conectar.
Ahora, el desafío es llevar cobertura a territorios geográficamente alejados a los que las grandes empresas privadas de telecomunicaciones no quieren ir pues las inversiones serían elevadas y el número de clientes muy pequeño; no sería viable como negocio.
Y es que, durante varios años, la inversión en conectividad se enfocó en mejorar la velocidad y las redes de las ciudades más pobladas del país. Sin embargo, como señaló el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, el pasado 7 de octubre, en su conferencia de prensa matutina, en el 75% del territorio nacional no hay conectividad o esta es ineficiente.
El mandatario ya se ha referido a esta problemática en múltiples ocasiones y ha planteado diversas soluciones. Por ejemplo, a principios de año, dijo que habrá conexión gratuita a internet en carreteras, plazas públicas, hospitales y escuelas a través de la Red Troncal de fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que, además, se encargará de llevar mayor conectividad a regiones alejadas y de difícil acceso.
Otra posible solución son las redes instaladas y gestionadas por la propia población. Israel Rosas, de la Internet Society, dijo que estas concesiones de uso social beneficiarían a las personas al acercarlas a internet. Ejemplificó: “en Oaxaca, los habitantes instalan torres, puntos de acceso, se capacitan y salen a la red global y, es la propia comunidad la que gestiona esa conexión y decide para qué se utiliza. Es necesario impulsar este tipo de iniciativas”, opinó.
EL FUTURO DE LA CONECTIVIDAD
Internet debe ser una Red de redes abierta, globalmente conectada, confiable y segura para todas las personas. Lo que se lleve a cabo en una red en específico puede afectar todo.
“Cuando se habla de desconexiones (como el caso de Rusia que está desarrollando su propia red, conocida como Runet, para eventualmente dejar internet), se producen desequilibrios. Todas esas alteraciones deben ser tratadas con la misma seriedad que cuando los gobiernos autoritarios desconectan a su población de internet para que dejen de propagar información o ‘rumores’ (como ha sucedido en países de África). Esto genera el mismo efecto: dividir y aislar a los internautas” dijo Rosas.
El experto agregó que lo anterior es muy alarmante porque ataca la integridad de la red global. “No solo afecta a las personas ubicadas en esas regiones sino a todos los internautas, porque se quedan sin el acceso y sin la posibilidad de conocer qué está pasando allí. Tiene un impacto no solo a nivel social, sino técnico, lo que preocupa enormemente. Debemos preservar la integridad de la red a nivel global”, señaló Rosas.
Hay que explicar por qué es importante este modelo de internet, abundó el también ingeniero: “mucha gente lo ve por el lado de la censura y la falta de acceso a contenidos. Pero, técnicamente, también se afecta internet. La parte de la arquitectura y el funcionamiento de internet descentralizado también es relevante. En ese sentido, se tiene que garantizar la seguridad del enrutamiento (...) En 2025 nos imaginamos un internet que exista para interconectar redes de manera voluntaria conforme a los protocolos de gestión descentralizada”, concluyó Rosas.
DERECHO A LA PRIVACIDAD
¿Qué mecanismos y legislaciones existen para garantizar que las empresas transnacionales no compartan o utilicen de manera indebida la información personal y salvaguardar la privacidad de los internautas? Desafortunadamente, no los suficientes.
“Actualmente, vivimos en un Big Brother que vigila al mundo desde servidores ubicados en diferentes partes del mundo. Diversos actores tienen la capacidad de realizar cosas indebidas a través de tecnología y softwares (como Pegasus que puede ser usado por el gobierno o por particulares para espiarnos y enterarse de nuestra vida privada) o haciendo análisis y psicoanálisis de nosotros cada vez que hacemos clic en una página de internet. Somos analizados para saber nuestras preferencias comerciales, sexuales, políticas... Esto es fundamental entenderlo muy bien en el contexto actual. Lo que también hay que entender es que si yo subo una imagen a Facebook, en cierto modo ya he renunciado a esa imagen”, advirtió Santiago Corcuera, catedrático de la Universidad Iberoamericana.
Cuestionado sobre qué se puede hacer al respecto señaló: “regular, regular, regular. Es decir, hay que reglametar y establecer límites y sanciones para quien disponga de manera indebida de esa información”. Sobre la velocidad con la que se está legislando en México dijo: “Yo creo que la legislación nunca va tan rápido como la realidad. Por eso también es muy importante la jurisprudencia, porque se pueden ir armando criterios de protección sobre la base de caso por caso. La jurisprudencia sí va más rápido que la legislación”.
Al respecto, Blanca Lilia Ibarra, comisionada del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), comentó: “estoy convencida, sin duda, que las redes sociales son espacios complementarios de participación social y política de la sociedad y para el ejercicio de los derechos, como el intercambio de información e ideas... Sin embargo, las nuevas tecnologías han hecho que derechos como la privacidad, la intimidad y el honor se vean vulnerados a través de contenidos que, a veces, desde el anonimato afectan y distorsionan la realidad y el prestigio de las personas”, expresó.
A su vez, Ricardo Sepúlveda, director general de Compilación y Sistematización de Tesis de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, dijo: “como experto en derechos humanos considero que el derecho al honor está diluido. Una derivación importante, entre otras, es el derecho al olvido. Se debe reflexionar sobre esto como un derecho que le permita a las personas rectificar cuestiones. Que no tenga que ser de por vida. En las propias tecnologías que nos permiten la comunicación podemos encontrar las maneras para lograr la ponderación de derechos. La tecnología no es, en sí misma, un mal. Por el contrario, puede ser un gran bien. Ahí están las soluciones”, finalizó.
LA RED DE REDES CONFIANZA EN LA TECNOLOGÍA IOT
Si no hay confianza en el acceso seguro a internet es muy probable que, tarde o temprano, las personas dejen de ingresar a este espacio digital. Son muchas las variables que existen en este sentido pero una de las que más crecerán en los próximos años es la de comunicación entre objetos incluidos en la tendencia del “internet de las cosas” (IoT) entre los que se encuentran lavadoras, cámaras de seguridad y otros electrodomésticos y gadgets.
En ese sentido, la firma de consultoría especializada en temas tecnológicos Gartner, pronostica que, en el año 2020, estarán conectados a internet más de 20 mil millones de dispositivos IoT. “Nos dimos cuenta que la gran mayoría de estos dispositivos no cumplen con medidas de seguridad básicas. El reto es grande: si va a haber 20 mil millones de dispositivos en el mundo el próximo año, calculamos que, en México, existirán alrededor de mil 500 millones... ¿Qué agencia gubernamental va a tener la capacidad para verificar que todos estos equipos cumplan con las especificaciones en materia de seguridad?”, se cuestionó Israel Rosas, ejecutivo de Internet Society.
EL DATO
Alrededor de 83 millones de personas en México utilizan internet. Esa cifra representa el 71% de los habitantes del país.