Dominios web: qué son y cómo funcionan

Para crear una página web, uno de los pasos más importantes que debemos seguir es escoger y registrar un dominio. Los dominios son lo que todos conocemos como el “nombre” o “dirección” de una página web. Estos siempre llevan una extensión y hay muchísimas de donde puedes escoger. En este artículo pondremos algo de luz en el tema de los dominios, para que puedas entender bien de qué se tratan y cuál es la función que cumplen dentro del internet.

¿QUÉ SON LOS DOMINIOS WEB?

Como mencionamos arriba, el dominio es el nombre único y exclusivo que se le asigna a una página web dentro de internet mediante el registro del mismo. El uso de dominios ayuda a hacer la navegación más sencilla y accesible para más personas, ya que el dominio vinculado a tu página web hace que sea posible encontrarla mediante la búsqueda de su nombre en internet. Será más fácil para un usuario recordar algo como “vanguardia.com.mx” que los dígitos que conforman la dirección IP en la que se almacena tu página web. Sobre todo, si tenemos en cuenta que los usuarios de internet acceden diariamente a una multitud de sitios web, por lo que no sería fácil recordar la dirección IP de cada uno de ellos.

Mediante los dominios podemos abrir páginas, servicios y acceder a plataformas web. También existen los subdominios y con ellos se pueden tener diferentes secciones dentro de un mismo sitio, es decir, crear orden dentro de la página para que el visitante pueda navegar entre las diferentes opciones.

Los dominios tienen varias partes, siendo la división más básica la de nombre del sitio y su extensión. Las extensiones más comunes son .com, .net, .org y .gov que se conocen como las extensiones de nivel superior genérico. Además, están las extensiones de país de segundo nivel como .mx, .es, .ve o .cl, por poner ejemplos. Una página web puede tener más de una extensión para evitar ser plagiada.

Ya poniéndonos técnicos, el nombre de dominio es una dirección a un servidor DNS (Sistema de Nombres de Dominio en inglés) que a su vez está vinculada a una dirección IP de la computadora donde se alojan todos los archivos que dan forma a tu web. Es así que se crea un nexo que une el nombre de dominio que las personas usan para encontrarte junto con tu página web como tal. Otro aspecto ventajoso es que al usar un nombre de dominio tu web está siendo desvinculada del servidor en que se guardan todos sus archivos. Por eso, si en algún momento quisieras cambiar tu servicio de hosting a otro con mejor rendimiento, puedes hacerlo sin tener que cambiar tu dominio. Solo deberás configurar tu dominio para que redirija a la dirección del nuevo servidor.

¿CÓMO FUNCIONAN LOS DOMINIOS WEB?

Finalmente hablaremos de su funcionamiento. Al introducir el nombre de una página web en el navegador, lo que hace posible que dicha web aparezca es el DNS. Ya sabemos que el DNS está vinculado a la dirección IP donde se aloja el sitio web, pero para que pueda funcionar lo que sucede es que el DNS traduce el nombre que introdujimos en el buscador a su dirección IP.

Una dirección IP es una serie de números seccionados en cuatro bloques, cuyos números representan un valor entre el 0 y el 255. Cada una de estas series de números sirve para identificar una computadora en la web. En este caso, la dirección IP que le corresponde a una web identifica el servidor en el que se aloja.

Por lo tanto, al escribir el nombre de un dominio en el navegador, éste envía una petición a los servidores DNS y estos responden con la dirección IP que está asignada a ese dominio. Luego, el navegador accede al servidor mediante la dirección IP que recibió y muestra la página que hemos solicitado. Para que este proceso pueda darse satisfactoriamente, el dominio web debe estar bien configurado para que apunte al servidor DNS correcto, también hay que cuidar que el dominio no haya caducado y que el DNS siga existiendo. De lo contrario, el navegador no podrá redirigirnos a ninguna página porque no podrá encontrarla.