Dichos vientos movieron desde la ministra Olga Sánchez Cordero, quien regresó a su escaño en el Senado y a poco días elegida como Presidenta del Senado, consiguiendo doña Olga ser la primera mujer en la historia política de México en tener las más altas responsabilidades en los tres Poderes de la Unión: ministra en el Poder Judicial, senadora en el Legislativo y en el Ejecutivo Federal como secretaria de Gobernación.