Bienestar emocional: clave contra males crónicos

Vida
/ 21 octubre 2025

El bienestar emocional protege frente a diabetes, hipertensión y otras enfermedades crónicas, fortaleciendo mente y cuerpo

La salud mental y las enfermedades crónicas están más conectadas de lo que podemos imaginar. Durante años, la medicina ha tratado el cuerpo y la mente como entidades separadas, pero actualmente la ciencia demuestra que ambos aspectos se influyen mutuamente. Entender esta relación es esencial para diseñar estrategias de prevención y tratamiento que aborden a la persona de forma integral.

Cuando la enfermedad afecta la mente

Vivir con padecimientos como diabetes, hipertensión, artritis o cáncer no solo desgasta el cuerpo: también impacta el ánimo. El dolor constante, las limitaciones físicas y la incertidumbre sobre el futuro elevan el riesgo de depresión y ansiedad. Diversos estudios confirman que las personas con enfermedades crónicas tienen mayor probabilidad de desarrollar trastornos depresivos, y que estos a su vez agravan los síntomas físicos, creando un círculo difícil de romper.

$!El estrés constante puede desencadenar inflamación y favorecer enfermedades crónicas en hombres y mujeres.

La mente también enferma al cuerpo

La relación es bidireccional. Estrés crónico, ansiedad y depresión pueden convertirse en un factor de riesgo para desarrollar enfermedades metabólicas o cardiovasculares. La tensión prolongada activa procesos inflamatorios que favorecen males como hipertensión o diabetes. Además, una salud mental deteriorada puede conducir a hábitos poco saludables: mala alimentación, sedentarismo, abuso de sustancias o abandono de tratamientos médicos.

Estrategias para romper el ciclo

La integración de la salud mental en los planes de tratamiento médico es clave. Terapias como la cognitivo-conductual, junto con el uso adecuado de fármacos, ayudan a controlar la depresión y la ansiedad. Igual de importante es el apoyo social: redes familiares, grupos de ayuda y amistades que ofrezcan comprensión y compañía. Sentirse escuchado y acompañado reduce el aislamiento y mejora la adherencia a los tratamientos.

$!Leer y dedicar tiempo a actividades placenteras fortalece el equilibrio emocional y protege la salud.

Bienestar emocional: la base de una vida plena

El bienestar emocional se define como el equilibrio que nos permite sentirnos tranquilos, reconocer y gestionar nuestras emociones y enfrentar las presiones cotidianas. Alcanzarlo implica cuidar la salud física, mental, espiritual y social. No significa vivir siempre en alegría, sino aceptar que las emociones cambian y aprender a manejarlas.

Las emociones, lejos de ser buenas o malas, son señales que informan sobre nuestras necesidades y nos motivan a actuar. Reconocerlas y expresarlas fortalece las relaciones, mejora el autoconcepto y despierta empatía. En contraste, ignorarlas puede derivar en estrés, un proceso que surge cuando las demandas del entorno superan nuestra capacidad de respuesta y que, sostenido en el tiempo, se convierte en un detonante de enfermedades.

Cuidar la mente para proteger el cuerpo

Practicar algunas técnicas de relajación, mantener actividades físicas regulares, dormir lo suficiente y buscar ayuda profesional cuando sea necesario son pasos fundamentales. Invertir en bienestar emocional no es un ningún lujo: es una herramienta para prevenir y manejar enfermedades crónicas, protegiendo tanto el metabolismo como la calidad de vida.

$!Cuidar la mente y el cuerpo de manera integral es clave para prevenir padecimientos crónicos.

Pequeños hábitos, grandes resultados

Acciones simples como caminar 30 minutos al día, mantener contacto con seres queridos o dedicar unos minutos a la meditación pueden generar cambios significativos. Estas prácticas, sostenidas en el tiempo, reducen los niveles de cortisol —la hormona del estrés— y favorecen la salud cardiovascular y metabólica. Incluso reservar momentos de ocio, como leer o escuchar música, se traducen en un sistema inmunológico más fuerte.

Una visión integral de la salud

Los especialistas coinciden en que la medicina del futuro debe ver a la persona como un todo. No basta con controlar los niveles de glucosa o la presión arterial; también es necesario evaluar el estado emocional, los vínculos sociales y la calidad del descanso. Solo así se pueden diseñar tratamientos que realmente prevengan, acompañen y fortalezcan, asegurando una vida más larga, equilibrada y satisfactoria.

Con información de Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EU; Emotional Wellness Toolkit y publicación científica: The impact of emotional well-being on long-term recovery and survival in physical illness: a meta-analysis.

Egresada de la primera generación de la licenciatura en Estudios Humanísticos y Sociales de la Universidad de Monterrey, tiene experiencia en el ámbito gubernamental y 20 años de trayectoria en los medios impresos particularmente en área cultural, en los que obtuvo un Premio Estatal de Periodismo en Crónica Cultural. Actualmente es la Editora de la revista Rodeo Capital.

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