Nuestro cuerpo necesita energía para funcionar de manera óptima, y la clave reside en nuestras mitocondrias, esas diminutas pero poderosas fábricas de energía dentro de nuestras células.
Añadir vibración a un entrenamiento no es nuevo. Pero los expertos dicen que las investigaciones sobre cómo la vibración puede (o no) beneficiar tu salud son inconsistentes.
En 2017, el último año del que hay información disponible, hubo 4460 embarazos de niñas menores de 15 años, y solo menos de la mitad terminaron en aborto.
Estos entrenamientos pueden adoptar diversas formas, pero lo esencial es que cualquier tipo de entrenamiento de alta intensidad aporta impresionantes beneficios para la salud.