Crean en Suiza un implante que es capaz de controlar las hormonas que favorecen la fertilidad
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En asociación con el centro helvético de innovación tecnológica CSEM, las empresas suizas Impli y Yalosys, desarrollaron un biosensor implantable que posibilita monitorizar las hormonas de la fertilidad en tiempo real. Se prevé a pueda usarse en ensayos clínicos en 2025
GINEBRA- El centro helvético de innovación tecnológica desarrolló un implante que es pionero para apoyar a la medicina reproductiva, tanto las empresas Impli y Yalosys, junto con el CSEM, dieron a conocer este hito significativo con el objetivo de favorecer la atención médica de la mujer, precisa un comunicado del centro helvético de innovación tecnológica CSEM.
Este implante, nombrado CERES, por ahora es solo un prototipo, sin embargo sus potenciales aplicaciones son variadas teniendo en cuenta el incremento en los casos de infertilidad, así como de los costosos e invasivos tratamientos de reproducción asistida como la fecundación in vitro (FIV).
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Por el momento, ningún método del mercado es capaz de recoger datos específicos sobre las tres hormonas que determinan la FIV, pero CERES pretende ofrecer un flujo de datos con una resolución sin precedentes que podría revolucionar la capacidad de los médicos a la hora de identificar el momento y las dosis adecuadas para favorecer este tratamiento.
“Con la experiencia de Impli, el biosensor ha madurado desde un concepto a una solución tangible que actualmente rastrea las hormonas de fertilidad en tiempo real. CSEM y Yalosys ahora proporcionarán el desarrollo tecnológico para refinar y mejorar las capacidades del biosensor”, describe el comunicado.
¿CÓMO FUNCIONA ES IMPLANTE?
CERES posee una tecnología de detección electroquímica que tiene la capacidad de controlar el líquido intersticial subcutáneo, que rodea nuestras células, por un 30 días y poder así determinar los niveles hormonales en tiempo real.
De acuerdo con el CSEM, “desde el nacimiento del primer bebé obtenido por fertilización in vitro en 1978, más de 9 millones de bebés han nacido utilizando versiones de tecnología de reproducción asistida (TRA) como la FIV”.
Sin embargo, prosigue el centro helvético de innovación tecnológica “camino hacia un embarazo exitoso puede ser arduo, y a menudo requiere múltiples (8+) ciclos a lo largo de varios meses”.
En la actualidad, precisa el CSEM, “una de cada seis parejas enfrenta dificultades para concebir. Las mujeres de entre 20 y 44 años son las más afectadas, y entre el 8 y el 12 % experimenta problemas de fertilidad. A medida que aumentan las tasas de infertilidad y frente a los costosos e invasivos tratamientos de FIV”.
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Siendo así, que CERES nace como una posible solución que sea más accesible para las mujeres que tienen dificultad para quedar embarazada.
Las primeras pruebas realizadas en laboratorio, el CERES arrojó resultados positivos, lo que para la fundadora y consejera delegada de Impli, Anna Luisa Schaffgotsch, es “un cambio en la precisión con la que se miden los niveles hormonales” en relación con la FIV.
Las mujeres que se someten a estos tratamientos tienen que ir al hospital en un promedio de dos o tres veces por semana con el propósito de hacerse análisis de sangre, los cuales proporcionan una imagen efímera, además de imprecisa e invasiva del estado de las pacientes.
CERES PROPORCIONA UN CONTROL HORMONAL EN TIEMPO REAL
El CSME describe en su comunicado que entorno a la atención al paciente, que es esencial, “la intervención oportuna es primordial”, por lo que los médicos están asiduamente vigilando y rastreando puntualmente el momento más óptimo para poder actuar.
Para el centro helvético de innovación tecnológica “las alternativas actuales (control hormonal a través de la orina, la saliva y el sudor) carecen de precisión e inmediatez, lo que las hace inadecuadas para la toma de decisiones clínicas en tiempo real y, en consecuencia, permanecen al margen de la práctica clínica”.
Hasta ahora, precisa el CSME no existen otros monitores en el mercado que sean capaces de poder capturar datos sobre la especificidad y selectividad de las tres hormonas que se requieren para la FIV, por lo que continúa el centro helvético de innovación tecnológica, “un flujo de datos más rico y completo podría revolucionar la forma en que los médicos determinan tanto el momento como la dosis de las intervenciones, lo que podría transformar los resultados de los pacientes”.
CERES es conectado al líquido intersticial (ISF) subcutáneo (SC) durante 30 días usando “la tecnología de detección electroquímica para proporcionar niveles hormonales en tiempo real”.
En opinión de Schaffgotsch “Es un salto cuántico con respecto a la naturaleza invasiva de la toma de muestras de sangre”, prosigue explicando que “CERES ofrece un flujo de datos con una resolución que antes no se podía capturar y no se ve afectado por las variaciones que pueden distorsionar las lecturas basadas en sangre u orina. Además, al ser implantable, se minimiza el error del usuario, mientras que se maximiza la comodidad del paciente. Es un cambio radical para la precisión de la medición de hormonas”.
Los primeros prototipos de este nuevo dispositivos fueron fabricados por el consorcio conformado por Impli con Yalosys.
Luigi Calabrese, cofundador y CEO de Yalosys, detalla “nuestro objetivo es avanzar en el desarrollo actual mediante la miniaturizando los dispositivos para la aplicación en estudios humanos. Esto reducirá la invasividad y nos permitirá alcanzar pasos de fabricación compatibles con ISO”.
“Esto reducirá la invasividad y nos permitirá alcanzar la fase de fabricación conforme a las normas de estandarización internacional”, añadió Calabrese.
Por su parte, Samantha Paoletti, directora de I+D de Tecnologías de Ciencias de la Vida en CSEM, resalta que “Nuestra asociación está en camino de ofrecer avances sobresalientes dentro de una iniciativa de 21 meses financiada por Innosuisse”.
Siendo así prosigue Paoletti, “estamos comprometidos a mejorar meticulosamente CERES, elevándolo a un dispositivo médico sofisticado. Al integrar las últimas innovaciones tecnológicas, nuestro objetivo es lograr una atención y resultados superiores para el paciente”.
“Este esfuerzo es un testimonio de la poderosa sinergia entre el rigor científico del CSEM y la innovación dinámica de las empresas emergentes, preparadas para transformar el panorama de la salud reproductiva”, concluye la directora de I+D de Tecnologías de Ciencias de la Vida en CSEM
Por último los creadores confían en que CERES pueda favorecer la reproducción asistida en diferentes grupos de pacientes, incluidas las mujeres que padecen el síndrome de ovario poliquístico.
UNA DE CADA SEIS PERSONAS EN EL MUNDO PADECEN ESTERILIDAD
De acuerdo con un informe dado a conocer por la OMS el 4 de abril de 203, alrededor del 17.5% de los adultos, cerca de uno de cada seis, presentan este problema.
“La esterilidad es un trastorno del aparato reproductor (masculino o femenino) consistente en la incapacidad para lograr el embarazo tras 12 meses o más de relaciones sexuales regulares sin protección. Puede causar mucha angustia, estigmatización y dificultades económicas y afectar al bienestar mental y psicosocial de las personas”, precisó la Organización Mundial de la Salud.
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, dijo en ese año que “el informe revela una verdad incontestable: la esterilidad no hace distinciones. La enorme proporción de afectados evidencia la necesidad de ampliar el acceso a los tratamientos y de incluir la esterilidad en las políticas y los estudios sobre salud, de modo que las personas que lo deseen dispongan de vías seguras, eficaces y asequibles para tener hijos”.
Mientras que la Dra. Pascale Allotey, Directora del Departamento de Salud Sexual y Reproductiva e Investigaciones Conexas de la OMS (del que depende el Programa Especial de Investigaciones, Desarrollo y Formación de Investigadores sobre Reproducción Humana de las Naciones Unidas), afirmó en relación con ese informe que “millones de personas afrontan gastos catastróficos para tratar su esterilidad, lo que hace de esta cuestión un importante problema de equidad y, con demasiada frecuencia, una trampa que empuja a la pobreza. La mejora de las políticas y la financiación públicas facilitaría considerablemente el acceso a los tratamientos y puede proteger a los hogares más desfavorecidos para que no caigan en la pobreza”.
Con información de la Agencia EFE y el Swiss Centre for Technological Innovation CSEM.