Ya no culpes a la cheve... la cerveza no engorda, según estudio

Bienestar
/ 29 marzo 2019

"La cerveza no te engorada y es buena para la salud, sólo debe consumirse con moderación".

Por años ha existido la creencia de que la cerveza engorda, sin embargo, de acuerdo con un cable de la agencia de noticias Notimex, existe un estudio que revela que la cerveza no engorda, y además aporta beneficios para nuestra salud, si se consume de manera moderada.

El estudio titulado “Los italianos y la cerveza” fue encabezado por la Asociación Italiana de Malta y Cerveceros, AssoBirra, quienes afirman que "la cerveza no te engorada y es buena para la salud, sólo debe consumirse con moderación".

Esto debido a que tiene una cantidad de calorías baja, por ejemplo, un vaso contiene un aproximado de 85 kilocalorías, menos que otras bebidas de consumo más frecuente.

La mala fama de esta bebida alcohólica se deriva del hecho de que "en algunos países del norte de Europa se combina con platos muy ricos y grasos o se toma en grandes cantidades".

Nutrientes en la cerveza

Es posible decir que la cerveza no es de baja calidad nutricional porque su contenido se basa en un 90% de agua, más nutrientes con efectos antioxidantes como minerales (potasio y magnesio), microelementos (zinc, selenio), vitaminas (B2, B3 y ácido fólico), fibra y una cantidad mínima de alcohol.

El estudio de AssoBirra reveló que más del 40 por ciento de los italianos consideró que el consumo de la cerveza es "adecuado para una dieta saludable"; el 52 por ciento aseguró que es una "bebida fácil de digerir", y más del 39 por ciento de los entrevistados cree que esta bebida es antioxidante.

Pero también mostró que todavía existen mitos sobre el consumo de la cerveza, ya que el 63 por ciento de los consultados consideró que la cerveza hincha, y un 55 por ciento cree que hace engordar, una convicción arraigada en especial entre las mujeres (58 por ciento) y los jóvenes (60 por ciento).

No hay que perder de vista que este nuevo enfoque es posible siempre y cuando haya un consumo moderado acompañado de una dieta equilibrada estilo “mediterránea” y no una dieta parecida a la de los países del norte de Europa, según lo indican los investigadores.

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