Conoce al escarabajo que ataca con un chorro químico a 100 grados centígrados

Vida
/ 14 mayo 2025

Un insecto aparentemente común guarda en su interior un mecanismo de defensa digno de la ciencia ficción

El escarabajo bombardero, perteneciente principalmente al género Brachinus, es conocido por su espectacular mecanismo de defensa: cuando se siente amenazado, puede expulsar una mezcla química caliente y tóxica desde su abdomen, produciendo un chasquido audible y una nube de vapor. Este fenómeno no solo confunde a los depredadores, sino que también puede causarles daño directo.

El proceso es resultado de una reacción química controlada internamente. El escarabajo almacena por separado dos compuestos: peróxido de hidrógeno e hidroquinona. Cuando se ve en peligro, los mezcla en una cámara de combustión interna donde enzimas especiales catalizan la reacción, generando calor (alrededor de 100 °C) y gas. La presión resultante expulsa el líquido con fuerza a través de un conducto orientable, lo que le permite apuntar con notable precisión.

TE PUEDE INTERESAR: ¿Quién es Levon Biss? El fotógrafo que hace gigantes a los insectos y expone en Saltillo

Aunque este mecanismo ha sido interpretado muchas veces como una curiosidad evolutiva, los biólogos consideran que es el resultado de millones de años de adaptación. Le ha permitido sobrevivir en hábitats donde otros insectos podrían ser presa fácil. Se encuentra comúnmente en zonas templadas de América, Europa y África, y suele habitar en suelos húmedos o debajo de piedras y hojarasca.

La ciencia moderna ha estudiado extensamente al escarabajo bombardero no solo por su rareza, sino por las posibles aplicaciones biomiméticas de su sistema de defensa. Ingenieros y químicos han investigado su mecanismo como modelo para desarrollar sistemas de propulsión controlada o materiales que reaccionen de manera inteligente a estímulos externos.

Mientras la biodiversidad enfrenta amenazas crecientes por la actividad humana, criaturas como el escarabajo bombardero subrayan la importancia de conservar los ecosistemas y estudiar a fondo a sus habitantes. Cada especie, por pequeña que sea, puede esconder secretos que podrían transformar nuestro entendimiento del mundo.

TEMAS

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM