¿Hay situaciones en las que está bien hacer ‘ghosting’?

Por: Catherine Pearson

Hace aproximadamente una década, Brenna Holeman tuvo una primera cita perfecta con un hombre que había conocido a través de una aplicación de citas. Era una noche lluviosa en un acogedor bar londinense, y antes incluso de que la cita terminara —con un beso— ya habían hecho planes entusiastas para su próximo encuentro.

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“Esa noche hasta me mandó un mensaje diciendo: ‘No puedo dejar de sonreír’”, recordó Holeman, una escritora de viajes de 40 años que radica en Canadá. También le escribió: “No puedo esperar para volver a verte”.

Sin embargo, cuando ella le envió un mensaje para confirmar la fecha de su próxima cita, hubo silencio absoluto.

El ghosting, término popular para cortar toda comunicación sin dar explicaciones, se ha convertido en una parte ineludible de las citas modernas y, según psicólogos e investigadores, puede ser incluso más difícil de digerir que el rechazo rotundo, porque implica incertidumbre.

Elizabeth Earnshaw, terapeuta matrimonial y familiar que vive en Filadelfia, dijo que quien ha sido víctima de este tipo de trato “empieza a cuestionar su realidad”.

“Hacen memoria y se preguntan: ‘¿Dónde se me escaparon las señales? ¿Qué me pasa que pensé que nos habíamos divertido tanto en nuestra última cita?’”, dijo Earnshaw.

Ella ha visto a muchos clientes —de distintas edades, sexos y orientaciones sexuales— lidiar con una “crisis de autoestima” tras haber sido repetidamente víctimas de ghosting. Pero en un mundo acelerado de aplicaciones de citas y opciones infinitas, ¿hay alguna situación en la que esté bien hacer ghosting?

Terapeutas, investigadores y un experto en etiqueta opinan sobre cuándo se puede hacer ghosting con la conciencia tranquila, y las formas de evitarlo.

Midiendo las consecuencias

Aunque el ghosting sigue siendo un área de investigación relativamente nueva, algunos datos empiezan a surgir. En un estudio de 2019, el 25 por ciento de los participantes dijeron que una pareja romántica se los había hecho, y poco más del 20 por ciento dijeron que ellos mismos se lo habían hecho a alguien.

Otro pequeño estudio, que encuestó específicamente a usuarios de aplicaciones de citas, encontró que el 85 por ciento había sido “ghosteado” en algún momento, lo que llevó a muchos encuestados a sentirse tristes o enojados y experimentar una baja en su autoestima. Algunos también sintieron que desconfiaban más del mundo.

Las personas que han sido víctimas de ghosting tienden a rumiar, preguntándose: “¿Qué está pasando? ¿Por qué esta persona no me responde?”, dijo Richard Slatcher, profesor de psicología de la Universidad de Georgia que estudia las relaciones cercanas. “Junto con eso hay una verdadera falta de cierre para las personas”.

Terapeutas como Earnshaw han estado viendo las consecuencias del ghosting durante años, sobre todo con el uso excesivo de aplicaciones de citas. La gente realmente no debe hacer ghosting si puede evitarlo, por el daño que puede causar, sobre todo cuando sucede repetidamente, dijo.

Agregó que sus clientes preguntan: “¿Estoy haciendo algo que provoca esto una y otra vez?”. Algunos incluso se preguntan: “¿Cómo puedo ser tan insignificante para que a alguien no le importe despedirse?”.

Cuándo plantearse el ghosting

Aun así, hay ocasiones en las que es apropiado, e incluso prudente, hacer ghosting, según los expertos. Si la persona ha sido agresiva o te ha hecho sentir inseguro, está justificado alejarse sin dar explicaciones, dijo Earnshaw. También dio luz verde si una persona simplemente no respeta tus límites.

“Si simplemente no escucha lo que le has dicho, creo que está bien”, dijo Earnshaw, y añadió que duda incluso en calificar esa situación de ghosting.

En el estudio, según el cual la mayoría de los usuarios de internet han sido víctimas de ghosting, las razones que dieron las personas para desaparecer fueron complejas: algunos lo hicieron porque temían un comportamiento verbal abusivo o incluso de acoso; otros dijeron que no sentían que debieran nada a la persona con la que estaban hablando en una aplicación; y algunos dijeron que no querían herir a nadie rechazándolos verbalmente.

“A veces, para la persona que desaparece, es simplemente más fácil”, dijo Rachel Sussman, una psicoterapeuta de Nueva York que es autora de The Breakup Bible. “A nadie le gusta dar malas noticias”, añadió.

Earnshaw dijo que una pregunta útil para hacerse antes de hacerle ghosting a alguien es: ¿Estoy pensando en hacerle ghosting a esta persona simplemente porque quiero evitar una conversación desagradable? Si la respuesta es afirmativa, es más amable ofrecer una despedida e incluso una breve explicación.

Una mejor salida

Si solo se han tenido una o dos citas, suele bastar con un mensaje de texto, dijo Elaine Swann, una experta en etiqueta de Carlsbad, California. Reconoció que ese consejo podría sorprender viniendo de una experta en modales, pero dijo que la etiqueta evoluciona.

Recomendó ser breve, algo así como: “No creo que encajemos bien, pero te deseo lo mejor y espero que encuentres la conexión que buscas”.

Si, por el contrario, han tenido más de una o dos citas o han intimado físicamente de alguna manera —“¡incluso si son solo besos!”— Swann cree que lo mejor es romper en persona o por teléfono. (O, si no puedes con eso, un mensaje de voz podría funcionar, dijo). Es importante que la otra persona oiga tu voz y tu tono, recomendó Swann. Y no intentes “arreglar” a la persona cuando te vayas.

“No hay que convertir esto en un momento de aprendizaje”, dijo.

Cómo manejar el ghosting

Sussman dijo que a menudo dice a sus clientes que incluso si han tenido una cita realmente buena (o varias), pueden protegerse contra la confusión emocional simplemente diciéndose a sí mismos de antemano que puede que no vuelvan a saber nada de esa persona.

Recuerda que, desafortunadamente, el ghosting es ahora “normal” y “le pasa a todo el mundo”, dijo, y añadió que ha oído estas historias de clientes de todo tipo.

“Incluso las supermodelos dicen: ‘No debería haber dicho esto o no debería haberme puesto aquello’”, explicó Sussman.

Pero sé amable contigo mismo. Los días y semanas posteriores al ghosting son un buen momento para practicar el autocuidado emocional, dijo Earnshaw. Ve a tus amigos, escribe en un diario, dedícale tiempo a un hobby o mueve tu cuerpo, dijo.

Al mismo tiempo, puedes ayudar a reducir el daño a tu autoestima simplemente recordándote a ti misma, tantas veces como sea necesario, que tú probablemente no eras el problema, dijo Sussman.

Después de su cita perfecta en Londres, Holeman volvió a ser “ghosteada” por alguien con quien llevaba meses saliendo. Hace casi una década, publicó en su blog la que se convirtió en su publicación más popular, y los lectores compartieron sus propias historias de ghosting.

Para Holeman, abrirse a estas experiencias fue catártico y revelador mientras se recuperaba de su “espiral de ansiedad”. Su confusión y dolor iniciales desaparecieron y se dio cuenta de que el silencio a veces dice mucho.

“Esta persona me estaba mostrando quién era”, dijo. “Me estaba mostrando que era inmaduro, que carece de empatía y que ni siquiera podía molestarse en enviar un mensaje rápido”.

Y añadió: “Lo que más me ayudó a seguir adelante fue darme cuenta de una cosa: ‘Ninguna respuesta es una respuesta’”.