La 'doctora del cerebro' mexicana que busca proteger neuronas ante enfermedades neurodegenerativas

Vida
/ 24 noviembre 2015

Stephanie Vargas analiza en Francia desórdenes neurodegenerativos de enfermedades como Huntington y ELA.

Desde los seis años Stephanie Vargas sabía que iba a ser “doctora del cerebro”. Hoy, la mexicana estudia en Paris, Francia los desórdenes neurodegenerativos que provocan diversas patologías, y cómo podrían –por medio de un grupo de proteínas llamada homeoproteínas- proteger a las neuronas de sufrir degeneración y detonar en enfermedades como Alzheimer, Huntington y Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).

El termino homeoproteína se refiere a un grupo de proteínas que dirige la formación de las diferentes partes del cuerpo durante el desarrollo (dedo, estómago, pies o estructuras corporales) y en el adulto son neuroprotectoras, incluso contra procesos oxidativos. Protegen a las neuronas que detonan Parkinson y pudiesen hacer lo mismo en otras enfermedades neurodegenerativas.

Ella, estudió la licenciatura en el Centro de Ciencias Genómica y la maestría en Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México, y hoy, con una beca completa, el doctorado financiado por el CNRS (Centro Nacional de Investigación Científica por sus siglas en frances), “me pagan por hacer lo que me gusta: analizar el cerebro”.

En su doctorado, en el College de France, Stephanie analiza los procesos neurodegenerativos de enfermedades como Huntington y ELA.

Recuerda que en México no se tiene un sistema de diagnóstico para estas patologías, diferenciar una de la otra y tratarlos. Por ejemplo, para los enfermos de ELA no hay un tratamiento.

Lo primero, dice, es entender este tipo de enfermedades neurodegenerativas. Por qué se desarrollan, por qué un tipo neuronal es más sensible que otro, por qué mueren unas y otras no si llegan a tener la misma falla genética.

“El cerebro tiene diferentes tipos de neuronas y en diversas zonas regulan actividades. Por ejemplo, las neuronas dopaminergicas se afectan cuando se desarrolla la patología de Parkinson, sin embargo, ya se ha reportado que las homeopotreínas actúan como un sistema de protección”.

Mediante este conocimiento, la investigadora mexicana se preguntó si las homeoproteínas tuvieran un efecto generalizado, es decir que no solo protegieran a las neuronas dopaminergicas, sino a otras neuronas que presentan distintas afecciones.

Por esto, en su investigación se cuestionó si las homeoproteínas tendrían un efecto generalizado y pudieran traducirse a otras zonas del cerebro o sistemas como la columna vertebral.

“Ya tenemos evidencia que es un grupo de homeoproteínas las que protegen a las neuronas del estriado y la retina eliminando la sintomatologia que mimetiza la enfermedad de Parkinson y Glaucoma respectivamente. Estamos tratando de demostrar que es una generalidad, que todas protegen por lo menos a las neuronas dopaminergicas del estriado, y más aun a neuronas con diferentes propiedades moleculares como las motoneuronas en la columna”.

La mexicana explica que busca demostrar que las homeoproteínas protegen a diversas neuronas y conocer cuáles son los procesos que median esta defensa.

“Ha resultado interesante, por ejemplo, conocer que las células adquieren estas proteínas del ambiente, y no es necesario hacer modificaciones genéticas si se pensara en un tratamiento. La proteccion se dan con una inclusión externa de las proteínas, las células las captan, las internalizan y se alteran los procesos de transcripción de la célula, esto les permite protegerse de agentes estresantes muy fuertes”.

En el laboratorio –explica la doctorante- utilizamos una droga muy fuerte que mata a las neuronas y cuando se infusionan factores de protección como las homeoproteínas, la muerte se reduce hasta en un 80 por ciento, incluso en animales vivos.

Al seguir la teoría de que la neurodegeneración y los desórdenes se deben a alteraciones como es el caso de la oxidación, que por estrés daña a las células de la piel, estómago y que en ocasiones llega a traducirse en cáncer.

“En modelos de ratón ya hemos visto cómo las neuronas se mueren y ya no cumplen con las funciones que deben, pero la presencia de homeoproteínas exogenas las protegen y restauran la funcion en modelos animales que mimetizan la enfermedad de Parkinson. Para la siguiente etapa vamos a analizar éstas en primates con el fin de saber si la protección también se presenta en otros mamiferos superiores”.

La doctorante mexicana indica que como parte de la investigación van a generar modelos animales transgénicos que puedan mimetizar los efectos en el ser humano de ELA a fin de conocer cómo se desarrolla la patología y qué es lo primero que se degenera en términos moleculares.

“Buscamos que estos resultados tengan alguna aplicación para desarrollar algún tipo de medicamentos en beneficio de la población, ese es el objetivo”. 

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