Señales de alerta: Los principales síntomas de una trombosis que no debes ignorar
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A continuación, te presentamos los principales síntomas de una trombosis que deberían alarmarte
La trombosis es una condición médica grave que se produce cuando se forma un coágulo de sangre en una vena o arteria. Si bien puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, las trombosis venosas profundas (TVP) son las más comunes, afectando generalmente a las piernas.
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Si bien algunos casos de trombosis pueden pasar desapercibidos, reconocer las señales de alerta a tiempo es crucial para recibir atención médica inmediata y prevenir complicaciones potencialmente mortales. A continuación, te presentamos los principales síntomas de una trombosis que deberían alarmarte:
1. Dolor e hinchazón: El dolor y la hinchazón en una pierna o brazo son los síntomas más comunes de una TVP. El dolor suele ser agudo o punzante y empeora al caminar, pararse o flexionar el pie. La hinchazón, por otro lado, suele comenzar en la parte inferior de la pierna y extenderse hacia arriba.
2. Enrojecimiento y calor: La zona afectada por la trombosis puede enrojecerse y sentirse caliente al tacto. Esto se debe a la inflamación causada por el coágulo sanguíneo.
3. Dificultad para respirar: Si el coágulo de sangre se desprende y viaja a los pulmones, puede provocar una embolia pulmonar, una emergencia médica que se caracteriza por dificultad para respirar, dolor en el pecho y tos con sangre.
4. Sensación de pesadez o cansancio en la pierna: Una sensación de pesadez o cansancio en la pierna afectada, especialmente al caminar o estar de pie, también puede ser un indicio de trombosis.
5. Venas dilatadas: En algunos casos, las venas superficiales en la zona afectada pueden dilatarse y volverse visibles.
Factores de riesgo: Es importante conocer los factores de riesgo que te hacen más propenso a desarrollar una trombosis, como:
- Inmovilidad: Pasar largos periodos de tiempo sentado o acostado, como durante un viaje largo o una hospitalización, puede aumentar el riesgo de trombosis.
- Cirugías recientes: Ciertas cirugías, especialmente las ortopédicas o abdominales, incrementan el riesgo de trombosis.
- Lesiones: Las lesiones en las piernas o brazos pueden dañar las venas y aumentar la probabilidad de formación de coágulos.
- Antecedentes familiares: Tener un historial familiar de trombosis también te hace más susceptible.
- Embarazo: Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de desarrollar trombosis debido a los cambios hormonales y al aumento del volumen sanguíneo.
- Ciertas condiciones médicas: Algunas enfermedades como el cáncer, las enfermedades cardíacas y las enfermedades inflamatorias crónicas también aumentan el riesgo de trombosis.
¿Qué hacer si sospechas de una trombosis?
Si experimentas alguno de los síntomas mencionados anteriormente, es fundamental buscar atención médica inmediata. El diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno son cruciales para prevenir complicaciones graves, como una embolia pulmonar o la muerte.
El médico te realizará un examen físico y solicitará pruebas como un ultrasonido Doppler o una tomografía computarizada para confirmar el diagnóstico. En caso de confirmarse la trombosis, se iniciará el tratamiento adecuado, que puede incluir medicamentos anticoagulantes, medias de compresión o cirugía, según la gravedad del caso.
Recuerda que la trombosis es una condición médica grave que requiere atención médica inmediata. Si experimentas alguno de los síntomas de alerta, no dudes en acudir al médico lo antes posible.
NO OLVIDES:
1. Esta publicación es solo para fines informativos y no debe considerarse como un sustituto del asesoramiento médico profesional.
2. Si experimentas alguno de los síntomas mencionados anteriormente, consulta a un médico de inmediato.
3. El diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno son esenciales para prevenir complicaciones graves de la trombosis.