Acusan Cascos Blancos al Gobierno de Siria de usar gas venenoso
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Los Cascos Blancos indicaron hoy que al menos doce personas resultaron heridas al inhalar gas cloro y señalaron que un helicóptero lanzó la bomba con el gas.
El grupo de rescatistas Cascos Blancos acusó al Gobierno de Siria de haber usado de nuevo gas venenoso en la ciudad controladas por los insurgentes de Sarakeb, en el noroeste del país árabe.
Los Cascos Blancos indicaron hoy que al menos doce personas resultaron heridas al inhalar gas cloro y señalaron que un helicóptero lanzó la bomba con el gas.
Por el momento no hay una fuente independiente que confirme los hechos. En la jornada de hoy se reúne en Nueva York el Consejo de Seguridad de la ONU para analizar el uso de armas químicas en Siria.
Tras el ataque con armas químicas en 2013, Siria ingresó en la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y se mostró de acuerdo con la destrucción de todo su arsenal de armas químicas. Pero hasta la fecha no se ha esclarecido si realmente entregó todas sus existencias a la OPAQ.
El gas cloro no entra dentro de esa prohibición, ya que puede emplearse para un uso civil.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó además de ataques aéreos contra territorios controlados por insurgentes en el noroeste de Siria. En la ciudad de Idlib murieron al menos tres civiles, mientras que en la localidad de Kafr Nubl, seis. En la localidad de Maarat al Numan fue alcanzado un hospital. Según los Cascos Blancos, el hospital ha quedado inservible tras el ataque.
La provincia de Idlib es uno de los últimos bastiones de los insurgentes en Siria. Las tropas del Gobierno de Damasco consiguieron en las últimas semanas recuperar importantes partes del territorio mientras siguen luchando sobre todo contra las milicias islamistas. Cazas rusos apoyan desde el aire la ofensiva con bombardeos.
El pasado fin de semana los insurgentes derribaron por primera vez un caza de Rusia, principal aliado del Gobierno sirio.
El jueves, el secretario de Defensa estadounidense, Jame Mattis, acusó al Gobierno sirio del presidente Bashar Al Assad de seguir fabricando y empleando armas químicas, según informaron medios estadounidenses.
El Ministerio sirio de Asuntos Exteriores negó las acusaciones, según señaló la agencia oficial de noticias siria Sana. En la información se indica además que se entregaron las existencias de armas químicas a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
Al Gobierno sirio le ha acusado en varias ocasiones de haber empleado armas químicas en los casi siete años que ya dura la guerra civil en el país. Una investigación conjunta realizada por un equipo de la ONU y la OPAQ llegó a la conclusión que la fuerza aérea siria fue la responsable del devastador ataque con gas sarín en la ciudad de Jan Sheiyun el 4 de abril del año pasado en el que murieron 80 personas.
Las imágenes y las investigaciones permiten apuntar que el Gobierno había empleado también gas sarín unos días antes en un lugar cercano. El Gobierno siria niega toda acusación de los ataques y cuenta con el apoyo de su aliado, Rusia.