Ayudan a pacientes esquizofrénicos con terapia de avatares en Londres
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En cada sesión, los pacientes hablaban durante diez o 15 minutos cara a cara con el avatar y practicaban cómo enfrentarse a ellos, corregir las ideas equivocadas y tomar el control de la conversación.
Un tratamiento con avatares generados por computadora puede ayudar a los pacientes que sufren esquizofrenia a apaciguar o apartar las voces que escuchan en su cabeza, según un informe realizado por psicólogos del King's College de Londres.
Se realizaron pruebas con 150 pacientes, divididos en dos grupos. Después de 12 semanas, las personas sometidas a una terapia con avatares experimentaron una reducción "significativamente mayor" de las voces que escuchaban en comparación con quienes sólo recibieron ayuda psicológica. Todos recibieron además su medicación habitual.
Los 75 pacientes que pudieron hablar tanto con un avatar como con un psicólogo mostraron una "reducción rápida y constante en la gravedad de las alucinaciones auditivo-verbales (...) significativamente superior a la conseguida (sólo) con la ayuda psicológica", afirman los investigadores en la publiación "The Lancet Psychiatry”.
Antes de empezar el tratamiento, los pacientes trabajaron con un terapeuta para crear una simulación computerizada (avatar) de la voz a la que más querían controlar, incluyendo lo que la voz les decía, cómo sonaba y el aspecto que podría tener.
La terapia implicaba una conversación a tres entre el paciente, el terapeuta y el avatar, al que da voz el terapeuta. En cada sesión, los pacientes hablaban durante diez o 15 minutos cara a cara con el avatar y practicaban cómo enfrentarse a ellos, corregir las ideas equivocadas y tomar el control de la conversación. Las sesiones se grabaron y entregaron a los pacientes para que las escuchasen en casa cuando apareciesen las voces.
"Nuestro estudio muestra evidencias de que la terapia con avatares mejora rápidamente las alucinaciones auditivas para las personas con esquizofrenia, reduciendo su frecuencia e intensidad, en comparación con otro tipo de terapia", señala el investigador principal, Tom Craig.
Las mejoras parecen mantenerse hasta durante seis meses, pero Craig advierte que es necesario realizar más investigaciones para optimizar el tratamiento y demostrar su efectividad fuera del centro de tratamiento en el que se realizaron las pruebas.