Eugenia Flores expone en la Monsiváis sobre la pertinencia de la novela rosa
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La escritora compartió su investigación literaria
Como parte del ciclo de conferencias “Entre Voces” en la Librería del Fondo de Cultura Económica “Carlos Monsiváis” la escritora Eugenia Flores Soria presentó la conferencia “¿La novela rosa representa a la mujer?”, en la que habló sobre este género literario y el papel de las mujeres en la literatura.
El recorrido comenzó este viernes 31 de mayo por la tarde, con un repaso por los orígenes de este género, con elementos que se remontan hasta la Edad Media y cuyos modelos, algunos, todavía conservamos en nuestro tiempo, como lo es el amor cortés.
“Era un sentimiento desinteresado, se ama por amar. A lo mejor esto nos suena trillado pero en aquel momento fue un gran descubrimiento”, explicó la maestra.
Durante la Edad Media, también, se generó el modelo de mujer que también pervive todavía. Soria expresó cómo en estas novelas el hombre es quien tiene que hacer el cortejo mientras que ella ofrece algo de resistencia ante este, además de que se fomentó un estándar de belleza ideal.
“Dice que una mujer ‘debe ser de cabeza pequeña, cabellos amarillos, cejas apartadas, ancheta de caderas’, y agrega que una mujer debe tener ojos grandes, pestañas pobladas, orejas pequeñas, los dientes deben ser menudos, blancos e iguales, nariz afilada, tez clara, sin pelos, ni muy alta ni muy baja, entre otros ideales como arreglarse con belleza y ensalzar el recato”, expresó.
“Estamos ante el modelo de belleza actual, con la rubia virginal, de dientes blancos, labios respingados, es un modelo de belleza medieval que todavía andamos sufriendo”, comentó, “México, leí un dato, que es un país que más tintes rubios compra”.
Señaló también cómo el género de la novela fue en sus inicios, de la mano de la literatura gótica, romántica y de aventuras, menospreciado como un entretenimiento banal o menor, en favor de otras formas de culturas “elevadas” como la poesía y la literatura filosófica y científica.
Este estigma continuó con la novela rosa, la cual hasta la fecha continúa como un género menor, de público exclusivamente femenino y cuya calidad literaria es cuestionable.