A los 10 años empecé a trabajar y a eso vengo, dice miembro de la Caravana Migrante que llegó a Coahuila

Piedras Negras
/ 6 febrero 2019

El hombre que salió desde hace un mes de El Salvador, tiene una esposa y un hijo de dos años

Antonio tiene 23 años. Salió desde hace más de un año de El Salvador y  en los últimos días se incorporó a la Caravana Migrante que se instaló en Piedras Negras, y está a la espera de salir del albergue y buscar un trabajo redituable. Dice, que los migrantes al igual que los mexicanos tienen una meta, y que la suya es cuidar de su familia.

Tiene una esposa y su hijo apenas tiene dos años. “Mi hijo es mi prioridad, es mi razón de vivir y por eso estoy aquí; para ayudarle y que no le falte nada el día de mañana”, asegura.

También sabe de política, y dice que la última elección que se vivió en El Salvador, donde resultó ganador Nayib Bukele, representa una esperanza para su país al que espera regresar.

Fue hace un año y medio salió de El Salvador, y en su llegada a México, Antonio se tendió en el Estado de Chiapas con un pequeño negocio de vendimia de agua y tamales que le ayudó a solventar sus gastos y envíos de efectivo a su familia.

“Pero en Chiapas está muy bajo el sueldo. Ganaba 300 pesos para enviarle a mi hijo. Nada más ganaba para vivir y mi misión es mi hijo”, expresó.

“Toño”, se incorporó días después de que la Caravana ingresara a México en Tuxtla, y hoy está junto a más de dos mil personas que ha registrado el Gobierno Municipal de Piedras Negras dentro del albergue. 

 “En otros Estados también nos han tratado bien”, asegura.

Desde sus palabras, Antonio dice que la gente debería conocer a las personas que vienen en la Caravana, pues aunque existen excepciones, hay quienes no quieren dar molestias.

“Todos tenemos una meta, así como yo tengo la de ayudar a mi hijo y a mi familia. A los 10 años comencé a trabajar y a eso vengo, no vengo a hacerle daño a nadie”, expresó. 

“Pero los comentarios vienen y van, y uno sabe lo que está viviendo en estos momentos. Esas personas deben ponerse en los pantalones de nosotros para que sepan lo que estamos pasando, aunque ellos piensen que estamos cómodos”, expresa ante los comentarios donde la ciudadanía ha manifestado que les han dado una serie de lujos y comodidades.

Aunque se mostró agradecido de que las autoridades mexicanas han velado por la atención a dicha población, la mayor incomodidad, dice, es estar encerrado dentro del Albergue Migrante.

“Hay muchas cosas que nos hacen sentir incómodos como estar encerrados, nosotros no podemos estar encerrados más. A mí me gusta trabajar, yo no puedo estar encerrado, yo necesito estar trabajando y ese es el detalle, no todos ven eso”, expresó. 

Antonio tiene el número mil 294 de registro, y dice que la comunicación de la autoridad ha sido que ese será el orden para la recepción de sus trámites migratorios. A dos días de la llegada de la Caravana, apenas se han otorgado 139 permisos de libre tránsito a los más de dos mil migrantes centroamericanos que llegaron hasta esta frontera. 

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