Los cuatro tipos de pacientes de coronavirus, y lo que hace en su organismo
Reconocido médico australiano explicó la diferencia entre los infectados y cómo el coronavirus afecta de manera distinta a sus pulmones
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el COVID-19 se manifiesta de manera grave en solo una de cada seis personas. Sin embargo, esta enfermedad, hoy convertida en pandemia, afecta de forma diferente a quienes fueron infectados.
En base a esta premisa, John Wilson, actual presidente del Real Colegio de Médicos de Australia y especialista en medicina respiratoria, identificó la existencia de cuatro tipos diferentes de pacientes y explicó cómo este virus afecta a los pulmones de los casos más graves.
La clasificación que hizo Wilson inicia por los pacientes ''subclínicos''; es decir, quienes contrajeron el virus pero no manifiestan ningún síntoma. Según dijo especialista en una entrevista para The Guardian, estas personas tienen la condición de menor gravedad.
En segundo lugar, se encuentran los pacientes que tienen ''fiebre y tos y quizás síntomas más leves como dolor de cabeza o conjuntivitis'', según señaló Wilson, quien además indicó que estas personas pueden transmitir el COVID-19 aún sin ser conscientes de tenerlo.
A continuación, se encuentra el grupo más amplio: aquellos pacientes que desarrollan síntomas similares a los de la gripe y que, en una situación común, se verían obligados a faltar al trabajo o, incluso, acudir a un hospital. De acuerdo a la descripción de Wilson, en estos casos la fiebre suele ser más alta, la tos constante y el dolor de cabeza se intensifica.
Finalmente, están los pacientes con condición grave. En esta situación, es común que se presenten cuadros de neumonía. Según la edad y fortaleza del organismo de cada persona, esta condición implica un menor o mayor riesgo.
Pero, ¿qué lleva a que este último grupo de pacientes desarrolle neumonía? De acuerdo a Wilson, los pulmones que a causa del COVID-19 se llenan de material inflamatorio, tienen dificultad para llevar suficiente oxígeno al torrente sanguíneo; esto disminuye la capacidad del cuerpo para tomar oxígeno y desechar dióxido de carbono.
''Esa es la causa habitual de muerte con neumonía grave [ ...] una vez que tenemos una infección en el pulmón y, si involucra los sacos de aire, la respuesta del cuerpo es primero tratar de destruir al virus y limitar su replicación'', explicó Wilson.