¿Por qué Rusia reporta muy pocos casos de coronavirus? El corresponsal de The New Yorker en Moscú ofrece una explicación
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¿Es Rusia un caso atípico en la propagación del coronavirus en el mundo? El bajo número de casos confirmados parecería indicar eso, pero también es probable que el gobierno de Vladimir Putin esté ocultando intencionalmente la información por razones políticas, según reporta el corresponsal de The New Yorker en Moscú
A juzgar por el número de casos reportados oficialmente por las autoridades rusas, y por la forma en la cual se desenvuelve la vida cotidiana en Moscú, el país más extenso del planeta pareciera ser un caso atípico en la propagación de la pandemia del coronavirus que, de acuerdo con el gobierno de Vladimir Putin, está "bajo control". Sin embargo, la verdad de lo que está ocurriendo podría ser muy distinta, según lo reporta Joshua Yaffa, el corresponsal de The New Yorker en la capital rusa.
Durante las últimas dos semanas, relata Yaffa, "Moscú se ha sentido como un improbable caso aislado. La vida aquí definitivamente se ha vuelto más extraña, pero está lejos de estar completamente trastocada. Hasta el martes (24 de marzo), Rusia tenía cuatrocientos noventa y cinco casos oficiales de COVID-19, una pequeña fracción del número de casos en los principales países europeos o en los Estados Unidos", señala en un reporte publicado este miércoles.
"Vladimir Putin ha ofrecido garantías generales de que la situación en Rusia está 'bajo control' y, aunque el alcalde de Moscú, un leal de Putin, ha cerrado escuelas y cancelado eventos públicos, el flujo y reflujo diario de la ciudad no ha cambiado tan dramáticamente", refiere el autor, quien añade que en Moscú "el metro sigue funcionando y las tiendas y restaurantes están abiertos". Señala incluso que la exclusiva tienda departamental Tsum, "está teniendo uno de sus mejores años en ventas de que se tenga memoria".
¿Por qué la vida moscovita se mantiene básicamente inalterada mientras la psicosis amenaza con paralizar el mundo entero? El autor del reporte dice que "no está claro si el estado ruso ha sido afortunado, inteligente con medidas preventivas o peligrosamente incompetente, o alguna combinación de las tres. En el caso de la incompetencia, las cifras aparentemente pequeñas de Rusia pronto serán reemplazadas por colosales".
Yaffa cita en el reporte los testimonios que ha recogido en los últimos días de médicos, epidemiólogos y pacientes, a partir de los cuales intenta determinar si el gigante euroasiático "será la próxima Italia, con un sistema de salud pública abrumado, o Japón, con su curva de crecimiento relativamente plana y constante".
Algunos aspectos a tener en cuenta, señala el autor, son el hecho de que la sociedad rusa "no se caracteriza por la convivencia pública hombro a hombro", lo cual implica que la "sana distancia", recomendada como forma de contener la propagación de la pandemia, es una cuestión inherente al comportamiento normal de los rusos y eso pueda influir en el hecho de que tengan un muy bajo número de casos reportados.
Por otra parte, aunque Rusia comparte una frontera de 26 mil seiscientos kilómetros con China, "sus ciudades más pobladas tienen menos y menos extensos lazos con China que muchos otros lugares de Europa. (El comercio ruso-chino superó los cien mil millones de dólares el año pasado, pero gran parte de eso se produjo en entregas de petróleo y gas, un tipo de contacto muy diferente del que uno encuentra, por ejemplo, en las muchas fábricas del norte de Italia con una gran fuerza laboral china)".
Adicionalmente debe tenerse en cuenta que "Rusia es vasta, con una infraestructura de tránsito relativamente menos desarrollada que los países europeos de poblaciones similares" y por ello, de acuerdo con Michael Favorov, un médico y experto en salud pública consultado por Yaffa, es probable que en Rusia se registren varios brotes de la enfermedad, "cada uno con su propia geografía y etapas de desarrollo”.
Tampoco es que el gobierno ruso no haya hecho nada. En enero cerró sus fronteras terestres con China y en febrero comenzó a realizarle pruebas a todos los viajeros que llegaron a Moscú provenientes de China, Irán y Corea del Sur. A los rusos que arribaron en vuelos provenientes de Europa les tomaron la temperatura y enviaron a sus casas por 14 días de forma obligatoria.
"Hablé con tres personas que desarrollaron síntomas mientras esperaban en casa los resultados de las pruebas, y que fueron recluidas en salas de aislamiento en un hospital en un suburbio de Moscú", refiere Yaffa, quien enseguida comenta las respuestas disímbolas que recibió: "Escuché críticas mixtas de este hospital, en el suburbio de Kommunarka, que se ha convertido en el principal centro de coronavirus de la ciudad. Un paciente me dijo que estaba 'muy impresionado'; otra se quejó de que el hisopo que usó en el aeropuerto se había perdido y que tuvo que esperar días para que le tomaran la prueba otra vez".
Las acciones del gobierno de Putin han sido incluso reconocidas por la representante Organización Mundial de la Salud en Moscú, Melita Vujnovic, quien recientemente dijo a CNN que las “pruebas e identificación de casos, seguimiento de contactos, aislamiento, todas estas son medidas que la OMS propone y recomienda, y fueron implementadas todo el tiempo".
Rusia, asegura que se han realizado ciento sesenta y cinco mil pruebas de coronavirus entre sus pobladores y aunque su población es de 144 millones, reporta menos casos confirmados que Luxemburgo, un pequeño ducado, en el centro de Europa, con apenas 600 mil habitantes. "Sin embargo, hay algunas pruebas de un brote mucho mayor del coronavirus que lo que parecen sugerir las estadísticas oficiales", refiere Yaffa.
"Según la propia agencia de estadísticas de Rusia, el número de casos de neumonía en Moscú aumentó en un treinta y siete por ciento este enero, en comparación con el mismo período del año pasado. Anastasia Vasilyeva, directora del sindicato independiente de Médicos Alliance, dijo: 'Es imposible saber la situación real, pero una cosa sí lo sabemos con certeza: el estado está listo para manipular las estadísticas médicas con fines políticos'".
Y existen razones para creer que el Gobierno Ruso estaría dispuesto a manipular las cifras, pues según reporta Yaffa, en 2015, tras anunciar un programa para reducir la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, efectivamente se registró un descenso en dicho indicador, pero al mismo tiempo hubo un repunte "casi equivalente en las muertes por enfermedades raras o inclasificables".
Eso podría estar ocurriendo ahora, pues "el 10 de marzo, un hombre de setenta y cinco años murió en el hospital de Kommunarka. Había estado en tratamiento de quimioterapia y había regresado recientemente de Italia. Su causa de muerte se registró como 'hemorragia suprarrenal', lo que significa que su muerte no se atribuyó formalmente al coronavirus. 'Nunca sabremos la verdad', dijo Vasilyeva. 'Solo podemos asumir'".
Otro caso currió el 19 de marzo, cuando "un profesor de setenta y nueve años en Moscú murió de neumonía; inicialmente, los funcionarios rusos vincularon su causa de muerte con el coronavirus, pero luego lo cambiaron a 'coágulo de sangre'", se refiere en el reporte.
Por otro lado, "en los últimos días han circulado historias sobre salas llenas de pacientes con neumonía en las redes sociales rusas" y eso lleva a que se incrementen las sospechas. El epidemiólogo y profesor de la Escuela Superior de Economía de Moscú, Vasiliy Vlassov, dijo a Yaffa que, incluso si no existiera evidencia de que en Rusia está registránndose un brote más amplio, lo importante es saber cómo se comportará la curva de la infección en ese país comience a crecer: "¿será lineal o exponencial?”
"Vlassov también señaló que, aunque los números de casos oficiales siguen siendo relativamente bajos, están creciendo a un ritmo alarmante, duplicándose cada dos días, en comparación con cada tres o más días en Europa. Explicó que Rusia recientemente ha comenzado a usar una prueba más sensible y está permitiendo que la prueba sea realizada por un mayor número de laboratorios en todo el país; por lo tanto, la curva ascendente puede reflejar no solo casos nuevos sino también la escala real de los ya existentes".
"Cada vez más", señala el reporte, "las cifras públicas sugieren que el conteo oficial de Rusia es probablemente demasiado bajo. El alcalde de Moscú, quien lidera la respuesta de Rusia al coronavirus, dijo a Putin el martes: “Nadie conoce la imagen real. En realidad, hay muchas más personas infectadas".
¿Por que estaría tentado Putin a ordenar la manipulación de las cifras? La respuesta, de acuerdo con Yaffa, es que está programada la realización de un referéndum constitucional, el próximo 22 de abril, que abriría la puerta para que el líder ruso pueda presentarse para un quinto y, eventualmente, un sexto mandato.