Revela identidad del ex espía británico que elaboró el polémico reporte sobre Trump

Internacional
/ 11 enero 2017

Informan que el compilado de 35 memos que el presidente electo calificó de “noticia falsa” sería autoría de Christopher Steele, ex de los servicios secretos del Reino Unido

Se llama Christopher Steele, tiene 52 años y, desde que dejó los servicios secretos del Reino Unido, se dedicó al rubro en el campo privado: actualmente es codirector de la agencia Orbis Intelligence, con sede en Londres. En esa posición habría recibido el pedido de los opositores a Donald Trump durante la campaña electoral —primero, los propios republicanos; luego los demócratas— de crear un dossier con información comprometedora sobre la vida privada y las finanzas del mandatario que llegará a la casa Blanca en menos de diez días.

The Wall Street Journal (WSJ) reveló que el compilado de 35 memos que el presidente electo calificó de "noticia falsa" y que también Rusia negó tener, pero que las cuatro dependencias principales de la seguridad nacional de los Estados Unidos poseen e investigan para determinar si es legítimo, es autoría de Steele, según el prestigioso diario.

Los documentos cuya autenticidad está pendiente de verificación sostienen que el Kremlin también se mantuvo en contacto con la campaña de Trump, a los efectos de perjudicar a su contrincante, Hillary Clinton. Y que, a su vez, el candidato republicano fue objeto de investigación como todo nombre con opciones de ganar: la información personal y patrimonial sobre Trump "se podría utilizar para chantajearlo".

La empresa de los espías

El autor del informe, cuya identificación el WSJ atribuye a "lo que dice gente familiarizada con el tema", no debe ser confundido con el actor pornográfico homónimo que aparece antes que él en cualquier búsqueda de internet. Steele tiene una buena reputación en el mundo de la inteligencia y estuvo destinado en Rusia durante varios años, según dijo al diario el ex miembro de los servicios clandestinos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) John Sipher. Tras retirarse del MI-6, creó la empresa de información privada junto con Christopher Burrows, un colega de 58 años.

En su página oficial se cuenta la historia: "Orbis Business Intelligence fue fundada en 2009 por ex profesionales de la Inteligencia británica. Hoy el equipo se vale de una experiencia extensa a nivel directivo en organismos gubernamentales, de diplomacia internacional y de comercio mundial para desarrollar soluciones a medida para los clientes".

Esa personalización implica que "los directores se involucran en la ejecución y el detalle de cada proyecto, con el apoyo de un equipo propio de investigadores con experiencia y analistas profesionales de inteligencia". Ese equipo propio tiene sede en el elegante barrio de Belgravia, cerca del Palacio de Buckingham, pero también en el mundo entero: "Nuestra red global de colaboradores superiores está compuesta por expertos en regiones, industrias y campos académicos".

Un vecino de Steele les dijo a los periodistas del WSJ que el ex espía se encontraba de viaje por unos días. "En las semanas anteriores, Steele había rechazado pedidos repetidos de entrevista por medio de un intermediario —explicó la nota—, quien dijo que el tema era 'demasiado candente'". El diario encontró al socio, Burrows, en su casa de las afueras de Londres. "Dijo que no podía 'confirmar ni refutar' que Orbis hubiera hecho ese informe".

¿Quién pagó por la información?

Según lo que ha trascendido de este dossier —que ha circulado en Washington en el último trimestre de 2016—, consiste en unos 35 memoranda probablemente escritos entre junio y diciembre del año de las elecciones más extraordinarias de los Estados Unidos hasta la fecha. Ninguno tiene firma; tampoco está claro quiénes los encargaron: se los atribuyó a los opositores a Trump tanto en el Partido Demócrata como en el propio Republicano.

"Ninguna campaña presidencial o Comité de Acción Política [super PAC] informó pagos a Orbis en sus presentaciones obligatorias ante la Comisión Federal de Elecciones", dijo el WSJ. "Pero a lo largo de la campaña varios super PAC informaron que habían realizados pagos a empresas de responsabilidad limitada, cuyos propietarios reales podrían ser difíciles o imposibles de identificar".

A Steele se le atribuyen tanto la creación del documento como el plan para hacer que llegara a las manos de las autoridades de seguridad en los Estados Unidos y en Europa, entre ellas agencias como el FBI. Según el diario, "el dossier contiene alegaciones sensacionalistas y difíciles de comprobar". Se conoció una de ellas: el FBI no logró probar que —como dice un memo— un abogado de Trump haya viajado a la República Checa para encontrarse con funcionarios del Kremlin.

Para proteger a la compañía de cualquier sospecha, en caso de que se comprobase autoría y pago, Burrows advirtió al WSJ: "Nuestro objetivo es responder a las demandas que establecen nuestros clientes. No tenemos intereses políticos personales".

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