Coahuila: acaparan mujeres casos de depresión e intentos de suicidio
En Coahuila se han registrado cifras alarmantes en el ámbito de la salud mental, donde las mujeres se ven significativamente más afectadas que los hombres. Según datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, en lo que va del año se han documentado mil 363 casos de depresión en mujeres, en comparación con 540 en hombres.
Estas cifras contrastan con las del 2023, cuando se reportaron mil 738 casos en mujeres y 787 en hombres en el mismo periodo; al cierre de dicho año, se registraron 984 casos de depresión en hombres y 2 mil 330 en mujeres.
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Los intentos de suicidio también reflejan esta preocupante tendencia. Este año, 140 mujeres han intentado quitarse la vida, frente a 48 hombres. En el año anterior, hasta el mes de octubre las cifras eran igualmente alarmantes: con 268 intentos en mujeres y 105 en hombres. Al cierre del 2023, 127 hombres y 341 mujeres intentaron terminar con su vida.
Además, la ideación suicida se ha presentado en 51 mujeres y 26 hombres en lo que va del año, en comparación con 32 mujeres y 16 hombres en el mismo periodo de 2023, lo que representa un aumento del 59.38% en mujeres y del 62.5% en hombres. La cifra final en 2023 fue de 127 hombres contra 341 mujeres.
El impacto de estas estadísticas se agrava al analizar las autolesiones. Entre enero y octubre de este año, 115 mujeres se han autolesionado mediante envenenamiento con analgésicos no narcóticos y antipiréticos, mientras que 35 hombres han recurrido a esta práctica. En el caso de las drogas antiepilépticas y psicotrópicas, 74 mujeres y 40 hombres han optado por esta forma de autolesión.
La situación es igualmente preocupante con otros métodos. En el caso del ahorcamiento, 11 mujeres y 21 hombres se han autolesionado intencionadamente; mientras que en el uso de armas cortas, las mujeres lideran las cifras con 4 casos de un total de 7.
Ana Berenice de la Peña, especialista en salud mental, subrayó la necesidad de analizar estas cifras y abordar las problemáticas de salud mental con una perspectiva de género.
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Según De la Peña, las mujeres han sido educadas culturalmente para compartir sus problemas, lo que les permite reconocer y buscar ayuda más fácilmente que los hombres. Este fenómeno cultural ha influido significativamente en su capacidad para identificar y solicitar atención a sus necesidades emocionales.
“Las mujeres tejen más fácilmente sociedades y, por tanto, pueden compartir sus emociones y experiencias, lo que repercute en su disposición para pedir ayuda”, explicó. Destacó que los hombres, educados para ser fuertes y proveedores, a menudo enfrentan dificultades para reconocer sus problemas y buscar apoyo.
De la Peña también hizo eco de las alarmantes estadísticas sobre el incremento de autolesiones en mujeres, las cuales han sido atribuidas en parte a la violencia de género y la presión social que enfrentan.
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“Cuando recaen muchas responsabilidades sobre la mujer y no tiene facilidades para sacarlas adelante, la desesperación y la angustia se transforman en ansiedad y depresión, lo que puede llevar a decisiones fatales”, advirtió.
“Esos son signos que necesitamos tomar en cuenta porque, cuando hablamos de resiliencia, hablamos de las mujeres; hoy también estamos mostrando que las mujeres nos cansamos. Necesitamos nuevos espacios y oportunidades, y que la sociedad nos brinde la atención que corresponde a nuestras necesidades”, agregó.
La psicóloga señaló que el impacto de la pandemia aceleró la visibilidad de las crisis de salud mental, llevando a un aumento en los casos de ansiedad y depresión, así como en los intentos de suicidio y autolesiones, especialmente entre las mujeres.
Reconocer estas realidades es crucial para desarrollar estrategias efectivas de atención. De la Peña subrayó la necesidad de que los profesionales de la salud mental reciban capacitación en perspectiva de género para entender las necesidades específicas de las mujeres. “La labor de denuncia y la voz de los colectivos feministas han sido fundamentales para solicitar una atención con perspectiva de género, pero aún faltan muchas medidas y acciones propositivas para lograrlo”, mencionó.
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Ante esta situación, y en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, Ana Berenice de la Peña hizo un llamado a la acción a la sociedad coahuilense: “Todas las personas tenemos la oportunidad de ser atendidas y de vivir una vida con dignidad. Pidamos ayuda”.
