Coahuila: médicos del sector salud no revisan pie diabético; puede provocar amputaciones

Coahuila
/ 19 abril 2024

Especialista advierte que un paciente con diabetes que tiene un callo tiene el mismo riesgo de muerte que una mujer que se palpa un bulto en la mama

El Colegio de Podólogos de México informa que el pie diabético se puede prevenir hasta en el 85 por ciento de los casos, pero se requiere un control glucémico adecuado, la revisión médica constante y el uso de calzado idóneo. El problema es que no hay podólogos en el sistema de salud y los médicos incumplen con la Norma Oficial Mexicana que ordena revisar los pies a los pacientes diabéticos en cada consulta.

Refiere que toda persona diagnosticada con diabetes tiene “pie diabético de riesgo”, es decir, si no tiene control en los niveles de azúcar, vigilancia podológica y no sigue las medidas de autocuidado, puede llevar a la amputación de una extremidad de manera parcial o total, con peligro de perder la vida.

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Una persona con pie diabético es aquella donde se presenta infección, ulceración, destrucción de tejidos asociados a la neuropatía o enfermedad arterial periférica de la extremidad inferior. Los datos indican que México tiene el peor índice de amputaciones de extremidades inferiores entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, más del triple del promedio.

Un dato preocupante es que uno de cada dos pacientes no toma las medidas preventivas para retrasar o evitar complicaciones. La consecuencia es una mala calidad de vida con disminución de visión, ceguera, insuficiencia renal, impotencia sexual, amputaciones y reducción de la esperanza de vida de hasta 10 años.

No hay podólogos suficientes; piden ser incorporados como especialistas en el sistema de salud nacional para brindar una atención adecuada, pues mueren más personas por pie diabético que por cáncer de mama. Hay campañas de prevención del cáncer de mama, pero no del pie diabético.

Proponen que los podólogos atiendan a las personas diabéticas en atención primaria para brindar educación en el cuidado de la salud, identificar riesgos de ulceración, aplicar criterios de derivación de manera oportuna y manejar úlceras no complicadas. Su labor debe ampliarse a la atención especializada para reducir las tasas de amputación y de mortalidad derivada de complicaciones.

Una herida de pie diabético es una urgencia médica, pues hay pacientes que, por una úlcera, combinada con insuficiencia arterial periférica y mal control glucémico, fallecen. Además, un paciente con diabetes que tiene un callo tiene el mismo riesgo de muerte que una mujer que se palpa un bulto en la mama.

El Colegio de Podólogos de México alerta que entre el 25 y el 35 por ciento de los pacientes con diabetes desarrollarán una complicación en sus pies a lo largo de su vida; el 60 por ciento se infectarán y una de cada cuatro úlceras infectadas llevará a la amputación, y la mortalidad será mayor que la de cáncer de mama y de próstata.

Un estudio de baropodometría proporciona conocimiento sobre los picos de presión plantar en los pacientes, lo que permite diseñar una plantilla específica que ayude a distribuir equilibradamente las cargas de peso y evitar ulceraciones en diferentes áreas del pie. El estudio determina cuántos kilogramos por centímetro cuadrado se apoyan en el pie para recomendar dispositivos de diseño podológico y calzado con características especiales para prevenir úlceras.

El Gobierno Federal señala que es posible evitar el pie diabético con medidas como revisar y lavar los pies todos los días, mantener la piel humectada, limar callosidades suavemente para evitar lesiones, cortar las uñas regularmente, usar zapatos y calcetines para proteger los pies del frío y el calor, lo que es insuficiente. Todo paciente diabético debe atenderse mes con mes con un podólogo.

El Gobierno Federal informa que han disminuido el coma diabético y la diálisis, pero han aumentado las úlceras y las amputaciones en años recientes, a pesar de que la Norma Oficial Mexicana-015 ordena que la revisión de los pies en diabéticos debe realizarse en cada consulta, lo que en la realidad no se aplica porque los médicos del sector público tienen una carga laboral muy fuerte y falta tiempo para el chequeo.

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