Coahuila: uso excesivo de internet y dispositivos electrónicos afecta aprendizaje en niños y adolescentes
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Un equipo técnico de la Secretaría de Educación de Coahuila analiza estudios realizados a nivel nacional e internacional sobre los efectos nocivos que el uso de internet y redes sociales, en forma desmedida, provocan en la capacidad de atención, comprensión y aprendizaje en los alumnos para emitir recomendaciones a los padres de familia sobre el tiempo máximo que pueden permitir a los hijos el acceso a esas herramientas.
Emanuel Garza Fishburn, secretario de Educación, informó que la guía de recomendaciones deberá estar lista para presentarla a los padres de familia en el inicio del próximo ciclo-escolar y que, desde casa, ayuden a mejorar el rendimiento académico.
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Se trata de una situación preocupante porque desde temprana edad los menores pueden tener acceso a contenidos inadecuados, lo que implicaría un riesgo para su integridad física y emocional.
“Es un tema que está preocupando a nivel internacional. Se ha detectado que tiene afectaciones de diversos tipos: la capacidad de atención se está acortando, antes de la pandemia y el uso de pantallas teníamos más tiempo para enfocarnos en las tareas, la tarea ejecutiva que es una a habilidad importantísima para que las personas puedan ser efectivas en sus tareas, se ha ido afectando”.
Al recortarse esa capacidad, los usuarios de pantallas están constantemente buscando el estímulo que se les desarrolla cuando van buscando un video, un sonido otro tras otro, de manera inmediata y eso les causa dificultad para poner atención a algo de manera fija por un periodo largo de tiempo.
Otro daño es que se genera aislamiento al permanecer durante horas frente al celular, la tableta o la computadora y pierden habilidades de socialización, de interactuar con otras personas y sufren de ansiedad en el contacto con los demás. Años atrás, los niños y adolescentes salían en grupo a la calle, al parque, a jugar, a patear un balón, andar en bicicleta.
“Estamos viendo una afectación muy conectada a la salud emocional y mental. Otro elemento de impacto tiene que ver con la dimensión física; al reducirse la actividad física y estar más sedentarios tiene un impacto en el desarrollo físico y el bienestar de los alumnos, con mayor obesidad y sobrepeso, mayor afectación socioemocional y en el proceso de enseñanza-aprendizaje”.
“Obviamente, todavía no hay información exhaustiva de estos efectos, es algo que se está analizando, es una teoría muy clara que, a partir de la pandemia, cuando los niños estuvieron más expuestos a las pantallas en la situación de aislamiento social en sus casas, está impactando en su capacidad de atención, su comprensión lectora y aprendizaje”.
Los menores pasan horas con los dispositivos electrónicos, no precisamente realizando tareas o consultas escolares, sino jugando o consumiendo contenido audiovisual diverso sin la vigilancia de los padres, lo que implica un riesgo.
“Tenemos un equipo de trabajo dentro de la SEDU que está abordando la problemática, haciendo un análisis de la situación, recabando información e investigación científica al respecto y a partir de ahí hacer una recomendación muy puntual, estamos visualizando tenerlo listo a partir del próximo ciclo escolar”.
“Es muy fácil entretener a los niños dándoles el acceso a las pantallas, que es una manera de acallarlos, reducir su ímpetu y su distracción en la vida cotidiana. Deben estar conscientes de que ese uso desmesurado de pantallas tiene una afectación negativa, no se trata de satanizar las pantallas, pero nada con exceso, todo con medida”, expresó.