Comandantes caídos de la Cruz Roja en Saltillo: Miguel Ángel Gaytán y su pasión por ayudar, a sus 21 años
Miguel tenía 21 años, era estudiante del Tecnológico de Saltillo, de donde estaba a punto de graduarse de la carrera de Seguridad. Tenía tres meses como voluntario dentro de la Cruz Roja.
Su hermana Bertha recuerda que Miguel estaba entusiasmado de formar parte de esta institución.
De acuerdo a la revisión hemerográfica que se hizo en VANGUARDIA, Miguel Ángel vivía en la colonia República con su padre y hermanos. Su madre había fallecido años antes.
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Su hermana Bertha indicó que desde el momento en que él les informó que sería voluntario de la Cruz Roja sabían del riesgo que esto conlleva.
“No es porque sea mi hermano, pero desde el momento en que ingresó a este servicio voluntario mostraba el deseo de servir el grado que dedicaba mucho tiempo a este, descuidando incluso sus estudios”, declaró su hermana Bertha, durante el homenaje que se le rindió, de acuerdo a los registros de este periódico.
EL TRÁGICO SEPTIEMBRE DE 1988
Ese fin de semana del 16 de septiembre de 1988, el huracán Gilberto ocasionó fuertes lluvias en la región Sureste de Coahuila. Los servicios de auxilio no se daban a basto.
Según declaraciones del entonces Presidente del Consejo de la Cruz Roja, Emilio Arizpe de la Maza, 20 socorristas voluntarios entre trabajadores y estudiantes, proporcionaron la ayuda requerida en los difíciles momentos por los que atravesó un elevado número de personas, debido a las fuertes lluvias que se presentaron ese fin de semana.
El 16 de septiembre se recibió la llamada de auxilio.Un carro volcó cerca de la carretera conocida como Los Chorros.
Fue a las 23:00 horas de ese sábado 16 de septiembre, que Miguel Ángel subió a la ambulancia junto con sus compañeros Onésimo Ortiz y Martín Sánchez Fuentes para prestar auxilio.
A la 1:00 horas se comunicaron por radio a las instalaciones centrales de la Cruz Roja para informar que se encontraban varados a causa de la fuerte lluvia que se registraba. Fue la última comunicación que se tuvo.
Posteriormente se supo que la ambulancia, en donde ya llevaban a la mujer accidentada que fueron a rescatar, fue arrastrada por la corriente.
Un taxista que pasaba por el lugar se detuvo a ayudarlos. Lanzó una cuerda y logró salvar a los compañeros. Miguel y la mujer lesionada no pudieron salir.
El cuerpo de la joven mujer de entre 20 a 25 años, y que no fue identificada, la encontraron ese mismo día en el arroyo La Tórtola.
SU CUERPO FUE LOCALIZADO 5 DÍAS DESPUÉS
La angustia se extendió para la familia de Miguel, pues este no fue localizado, sino hasta cinco días después a las 23:00 horas, en el arroyo Los Patos, en el lugar conocido como Paseo del Machete, a 100 kilómetros del lugar donde se registró el accidente.
A causa del paso de los días, Miguel estaba irreconocible. Fueron dos de sus hermanos quienes aportaron señas particulares como una fractura de brazo que había sufrido tiempo atrás y la falta de una muela que recién se había quitado para poder identificarlo.
Tras el reconocimiento del cuerpo, fue trasladado al anfiteatro del Hospital Universitario, a fin de prepararlo para las honras fúnebres.
La noticia conmovió a la ciudad y la presencia de compañeros de la Cruz Roja, familiares y jóvenes estudiantes del Tecnológico de Saltillo se hizo notar.
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RECONOCEN LA LABOR DE MIGUEL Y 19 COMPAÑEROS MÁS
El entonces presidente del Consejo de la Cruz Roja, Emilio Arizpe de la Maza, y el Gobierno de Coahuila indemnizaron a la familia con 14 millones de pesos, de aquel tiempo.
Resaltó la labor de Miguel y otros 19 compañeros que durante ese fin de semana proporcionaron la ayuda requerida en “los difíciles momentos por los que atravesaron un elevado número de personas debido a las fuertes lluvias que se abatieron el fin de semana pasado tanto en los sectores de la localidad que resultaron sumamente afectados como en las carreteras, auxiliando a los automovilistas, así como en el rescate de las personas que murieron en diversas circunstancias”.
Ese fin de semana fue trágico para Saltillo. Las fuertes lluvias que ocasionaron el huracán Gilberto dejaron a 17 familias damnificadas y la muerte de Miguel Ángel Gaytán Medina, quien hoy sigo presente en la memoria histórica de la Cruz Roja como uno de sus comandantes emblemáticos.