Estudiantes de la UANE en Saltillo señalan cobro de curso ‘de manera arbitraria e intimidante’

Estudiantes de la Universidad Americana del Noreste (UANE) han alzado su voz para denunciar una serie de irregularidades, incluyendo cobros adicionales obligatorios y mala infraestructura.

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Las quejas tienen origen tras la firma de un acuerdo en 2021 entre UANE y Lottus Education, un conglomerado educativo que, según los informes, invirtió 600 millones de pesos en la universidad con el objetivo de fomentar su crecimiento y desarrollo. Desde entonces, los alumnos han experimentado una serie de problemas relacionados con los costos adicionales y la infraestructura de los campus, según denunciaron a VANGUARDIA.

Uno de los principales puntos de conflicto es el cobro adicional por el Programa de Desarrollo de Habilidades (PDH); el alumnado asegura que, desde hace aproximadamente un año y medio, se les ha cobrado 600 pesos adicionales cada semestre por un curso que dura solo tres horas, una vez a la semana, y que se impone de manera obligatoria, aunque inicialmente se presentó como opcional.

Agregaron que este no incluye habilidades que les sirvan en su desarrollo profesional al egresar de la universidad, por lo que consideraron que se trata de “una pérdida de dinero”.

AMENAZAN CON NO TITULARLOS SI NO TOMAN CURSO

La situación se ha agravado con la introducción de un nuevo curso llamado “PottencIA”, cuyo costo es de mil 200 pesos adicionales por semestre. Los alumnos informan que, a pesar de que se les ha dicho que el curso es opcional, se les ha amenazado con no poder titularse si no lo cursan.

Además, se han reportado casos en los que a algunos estudiantes se les ha exigido pagar el curso de PottencIA como un sustituto de las prácticas profesionales, las cuales han sido eliminadas. Esta imposición ha causado gran preocupación entre los estudiantes, quienes argumentan que el curso no ofrece un valor añadido significativo y que su obligatoriedad resulta en una carga económica adicional injustificada.

“Nos dijeron que es un nuevo curso que Lottus quiere que hagamos, es obligatorio. La verdad es que a veces batallo para conseguir cómo pagar todas las cosas que tengo que pagar en el mes, como para que me vengan a agregar otra cosa más”, señaló un alumno para VANGUARDIA.

Las irregularidades no se limitan al campus de Saltillo.

Según informes de alumnos de otros campus de UANE en el estado, dicha problemática no radica solo en la capital, sino que se ha extendido por todo Coahuila. Estudiantes del campus ubicado en Piedras Negras también han expresado su descontento con los cobros adicionales y la calidad de las instalaciones.

“El lunes, nos presentaron este curso como una oportunidad increíble, destacando que ofrecería formación en áreas como inteligencia artificial y que podría ser de gran valor para nuestros futuros académicos. La situación aquí, en Piedras Negras, es que nos van a obligar a pagar este curso y al menos a nosotros nos dijeron que tenía que estar pagado para el día 26”, relató un estudiante.

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Aunque el pago se puede realizar en cuotas de 250 pesos al mes, muchos estudiantes se sienten abrumados por la carga financiera adicional, especialmente considerando que ya han invertido considerablemente en su educación.

El descontento no se limita a los costos; también se extiende a la gestión general del campus en Piedras Negras, pues señalaron que las condiciones de las instalaciones y la falta de respuesta adecuada a situaciones críticas, como tormentas severas y las altas temperaturas, en que se exige asistencia en condiciones extremas, reflejan una falta de cuidado y preocupación por el bienestar de todos los involucrados.

EN SALTILLO CUENTA CON MALAS INSTALACIONES

El 5 de octubre del año pasado, una fuerte lluvia puso de manifiesto la deficiencia en las instalaciones cuando se desplomó un plafón en uno de los edificios, hiriendo a por lo menos dos estudiantes. Uno de ellos relató para VANGUARDIA que sufrió una contusión en el cuello. Señaló que la respuesta de la universidad a dicha situación fue considerada insuficiente, ya que se limitó a ofrecer asistencia básica sin asegurar la cobertura adecuada por parte del seguro facultativo.

“Nos dijeron que nos iban a recibir en urgencias, pero teníamos que ir por nuestros propios medios. Ahí a mí me cobraron los medicamentos, el collarín y me querían cobrar una tomografía; esta no me la cobraron solo porque alegué que para eso estaba el seguro facultativo”, relató el afectado.

“En clases no me justifican las faltas. Mis papás querían ir a reclamar porque con el aumento de las colegiaturas y con el implemento del PDH es pura gastadera de dinero como para que estén ocurriendo estas cosas o mejoren el seguro facultativo”, añadió.

Las quejas sobre la infraestructura no se limitan a incidentes aislados. Los estudiantes denuncian que, a pesar de las promesas de mejora, las instalaciones continúan en malas condiciones. La falta de mantenimiento en áreas esenciales como los baños y el mobiliario sigue siendo un problema persistente, y a pesar de los aumentos en las colegiaturas y los cobros adicionales, las mejoras en las instalaciones han sido mínimas.

A pesar de las dificultades, los entrevistados señalaron que esperan que la administración de Lottus actúe de manera responsable y considere las inquietudes planteadas antes de tomar medidas drásticas como paros o huelgas.

AUTORIDADES JUSTIFICAN LOS COBROS Y SE COMPROMETEN A MEJORAR

Ante la situación actual, VANGUARDIA se comunicó con autoridades de UANE para obtener una perspectiva oficial. La directora del campus Saltillo, Alejandra Garza, destacó que, aunque ha asumido el cargo recientemente, está al tanto de las renovaciones en curso. Según Garza, se están realizando importantes mejoras en la infraestructura del campus, como la remodelación del gimnasio, el edificio tres y la reparación de una barda perimetral dañada. Garza enfatizó que, aunque pueden surgir problemas menores como fallos en el cañón del salón, estos son atendidos a través de reportes y órdenes de compra, y no constituyen un riesgo estructural grave.

En cuanto al nuevo programa implementado por el Grupo Lottus, Garza explicó que no se trata simplemente de un curso adicional, sino de un programa integral que incluye un congreso, certificaciones de Microsoft y la posibilidad de participar en concursos con premios significativos. Este programa está diseñado para preparar a los estudiantes en inteligencia artificial, una habilidad relevante en el mercado actual; sin embargo, reconoció que la obligatoriedad del programa y el costo adicional de 250 pesos mensuales han generado descontento entre los alumnos, quienes sienten que no se les consultó previamente.

“Como grupo de universidades, Lottus quiere ser esa bandera que toma la ventaja en el área de inteligencia artificial, y de eso se trata este curso. El enojo de los estudiantes es porque no se les preguntó, pero al estar en una universidad privada está por reglamento que todos los cursos que nosotros agreguemos formen parte de su perfil de egreso y desarrollo profesional”, señaló.

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Agregó que la noche del jueves se reunió con un grupo de estudiantes que le presentaron un pliego petitorio en el que se solicita la eliminación de PottencIA, la realización de una auditoría presupuestaria, mejoras en el área deportiva y cultural, y un aumento salarial para los profesores.

La directora señaló que les fue aclarado a los alumnos que no es posible eliminar el curso, ya que es un requisito de Lottus para el perfil de egreso de los estudiantes. En cuanto a la solicitud de una auditoría, fue rechazada, ya que la universidad es una institución privada y no está sujeta a los mismos requisitos de auditoría que las universidades públicas.

Sobre la mejora de las instalaciones, la directora se comprometió a realizar varias mejoras, incluyendo la reparación de minisplits y cañones deteriorados, así como asegurar los insumos necesarios, sobre todo en los sanitarios. En tanto, la solicitud de aumento salarial fue desestimada, ya que aseguró que existe un tabulador establecido para los salarios de los profesores, desmintiendo la percepción de que ganan el salario mínimo.

(Con información de Andrea Guardiola)