La Maestra que aprendió Lengua de Señas Mexicana y otras formas de comunicarse: Juana María Gómez de la Rosa
30 años de trayectoria en la educación se dice fácil, pero es un camino lleno de aprendizaje y satisfacciones, aunque también de sacrificios y apoyo familiar.
Así puede resumirse el camino que ha recorrido la maestra Juana María Gómez de la Rosa, saltillense que ha estado frente a grupos de educación básica de 5 y 6 grado y ha experimentado las necesidades del sector educativo de primera mano, específicamente en el ámbito de la inclusión social.
TE PUEDE INTERESAR: Los obstáculos de ser profesor rural en Coahuila: la historia de Francisco Juárez Navarro
Una de las experiencias que más le marcó como maestra, fue el tener que aprender por su cuenta la Lengua de Señas Mexicana (LSM) para poder comunicarse con sus estudiantes con necesidades especiales.
“El ser maestro requiere de una constante preparación para poder ir comprendiendo el presente para poder apoyar el futuro. Yo en mi experiencia he llegado a comprender a los niños, apoyarlos, sobre todo a los que han tenido discapacidades: he trabajado con alumnos invidentes, de cristal, sordos. Para mí ha sido un reto aprender braille, Lenguaje de Señas, necesitamos estarnos preparando para ellos”, explicó en entrevista para VANGUARDIA.
Inició su carrera como maestra rural en un ejido de la localidad, empeñando un trasiego diario entre los caminos urbanos y de la ruralidad.
“Llegaba toda empolvada a dar clases, ni mis ojos se veían cuando llegaba, pero yo estaba feliz, amo lo que hago y estoy siempre agradeciendo a Dios la oportunidad de poder aprender y ejercer esta profesión tan hermosa donde puedo ayudar y además me pagan”, expuso la docente.
Pero también ha impartido clases en escuelas bidocentes, tridocentes, y veinte años se desempeñó en la escuela Tipo 20 de noviembre de Saltillo.
TE PUEDE INTERESAR: ¡Orgullo local! VISA contrata a saltillense como supervisor de experiencia en los Juegos Olímpicos de París
Todo este camino de aprendizaje también ha significado sacrificios.
Uno de los principales que reconoce la docente, es la ausencia en su familia por su vida dedicada a la docencia.
“He dedicado mi vida a la niñez porque sé que es el cambio y que hay que apoyarla, yo incluyo a mis hijos, a veces me he ausentado porque es mi trabajo, pero ellos saben que amo lo que hago, ellos me apoyan, siempre han estado conmigo y todo este reconocimiento se los dedico a ellos, que hoy son estudiantes universitarios, David, Carlos y Jorge Fabian Gómez, porque ellos saben el trabajo que ha implicado”, dijo.
RECIBE PRESEA
Por su trayectoria en el sector educativo, la docente fue una de las galardonadas con la Presea “Rafael Ramírez Castañeda” al Mérito Magisterial por 30 años de servicio, otorgada por el Gobierno del Estado de Coahuila.
Esto significa un logro importante y un reconocimiento a su trabajo, esfuerzo y dedicación durante más de una década.
“Este es un reconocimiento que recibo muy contenta porque es una labor que he hecho con mucho amor y dedicación. En mis años de servicio he tenido una aventura de ser maestra”, mencionó Juana María Gómez de la Rosa.