Mas de 800 migrantes caminan de Monterrey a Monclova hacia frontera con Estados Unidos

Poco más de 800 migrantes oriundos de Venezuela, Guatemala, Nicaragua, Honduras, Cuba y República Dominicana que se encontraban varados en la Terminal de Autobuses de Monterrey Nuevo León, se cansaron de esperar a que les autorizaran la venta de pasajes para viajar en autobús y decidieron continuar su camino a pie; caminaron por horas sobre la carretera federal 53, para avanzar a la frontera con Estados Unidos, a donde planean llegar para trabajar y tener una mejor calidad de vida.

Fue la mañana de este 22 de junio cuando 600 hombres, 150 mujeres y alrededor de 70 niños de diferentes edades se enfilaron en esta carretera, donde avanzaron poco a poco por los carriles y acotamientos.

Algunos de ellos llevaban carriolas donde llevaban a sus hijos y partes de sus pertenencias, otros más improvisaron y utilizaron carritos de supermercado donde colocaron prendas para poder cubrir del sol a sus pequeños hijos y sus mascotas.

“Compramos un carrito a un señor de la calle en 500 pesos, aquí traemos los niños, mi perro los bolsos porque caminar con los bolsos es difícil” dijeron un grupo de dos matrimonios y sus hijos, que se conocieron durante la Caravana Migrante y provienen de Cuba y Venezuela.

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Ellos aseguran que lamentablemente las autoridades les permitieron estar en el país pero les están bloqueando a toda costa el llegar a la frontera con Estados Unidos.

“Tenemos mucho temor que nos regresen y nos dejen a Monterrey de nuevo o más lejos”.

Los migrantes caminaron entre 10 a 12 horas para poder llegar al municipio de Castaños, a la entrada de la Región Centro, afirmaron que pretendían llegar a Monclova por la noche para así descansar en esta ciudad y al día siguiente continuar su camino a los municipios de Piedras Negras o Acuña.

Ahí buscarán la forma de poder cruzar la frontera con Estados Unidos a donde anhelan llegar para trabajar y darles una mejor vida a ellos y a sus hijos.

Hasta este día, este grupo de migrantes es el más grande que ha llegado a la región caminando por la carretera federal 53.

“Somos 600 hombres, 150 mujeres y más de 70 niños, nos prohibieron la venta de boletos a las personas que tenemos visas humanitarias” dijo Richard oriundo de Nicaragua.

Por fortuna familias que habitan en Castaños y Monclova se instalaron sobre diversos puntos sobre la carretera para ofrecerles agua, refrescos, alimentos e incluso pastillas para el dolor, toda vez que muchos de migrantes padecían de molestias severas en sus pies y piernas, tras la intensa caminata que realizaron.

Elementos de la Policía del Estado estuvieron en la vía federal desde los límites con Nuevo León supervisando que todos los migrantes pasaran controladamente.

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