México construye el biobanco genético más grande de América Latina
El Proyecto oriGen, impulsado por el Tec de Monterrey, ya reúne información genética de 100 mil mexicanos y busca transformar el futuro de la medicina en el país, con estudios que podrían explicar por qué ciertas enfermedades afectan más a nuestra población
México está creando el biobanco genético más grande y diverso de toda América Latina, y uno de los más representativos del mundo. Se trata del Proyecto oriGen, una iniciativa encabezada por el Tecnológico de Monterrey que ya ha reunido la información genética de 100 mil personas mayores de 18 años, con el objetivo de impulsar investigaciones que mejoren la salud pública y permitan desarrollar tratamientos personalizados, según nos informa Maribel Ramírez Coronel en su columna “Salud y Negocios” del día de hoy, en El Economista.
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El proyecto es liderado por el exsubsecretario de Salud, Pablo Kuri, y por el doctor Guillermo Torre Amione, rector de TecSalud. Su meta es ambiciosa: recopilar y analizar miles de muestras de sangre y datos clínicos de mexicanos de todo el país para entender mejor quiénes somos desde lo biológico y cómo eso influye en nuestra salud. Lo impresionante es que no utiliza recursos públicos, sino que ha sido financiado casi en su totalidad por el Tec de Monterrey, con una inversión cercana a 20 millones de dólares.
Durante casi tres años, enfermeras y encuestadores visitaron 400 mil hogares en 19 estados. Tocaron puertas en barrios humildes y colonias de lujo, aplicaron cuestionarios de hasta 700 preguntas sobre hábitos, alimentación, enfermedades y estilo de vida, y tomaron muestras de sangre. Todo ese material ahora se conserva en 19 ultracongeladores a -80 grados, en el Hospital Zambrano Hellion de Monterrey.
Con esa información, los científicos podrán secuenciar 100 mil exomas (las partes del ADN que definen nuestras proteínas) y 10 mil genomas completos, generando una base de datos gigantesca —del tamaño de decenas de miles de gigabytes— que podría ayudar a responder preguntas clave sobre la salud de los mexicanos. “Esto es una especie de mina de la verdad”, explica Kuri. “Queremos compartirla para que otros investigadores la utilicen y podamos conocernos más, desde nuestra ancestría hasta la medicina de precisión”.
Los primeros resultados ya muestran algo fascinante: un gradiente genético de norte a sur. En estados del norte, como Coahuila y Sonora, hay mayor influencia europea; en el sur, como Oaxaca y Yucatán, predomina la herencia indígena. Todos, sin embargo, compartimos raíces americanas.
Además, el biobanco permitirá estudiar enfermedades que afectan especialmente a México, como la diabetes, el colesterol alto o el cáncer. Los investigadores creen que los genes de la población mexicana podrían influir en la efectividad de los tratamientos, algo que hasta ahora no se había analizado, ya que 97% de los estudios genéticos del mundo se han hecho con poblaciones caucásicas.
El primer artículo científico sobre oriGen se publicará en los próximos meses en el International Journal of Epidemiology, y otro en Nature Communications describirá los primeros 1,400 genomas analizados. El doctor Kuri estima que los resultados empezarán a tener impacto real en la salud en unos 10 a 15 años, aunque en pocos años podrían empezar a verse decenas de publicaciones derivadas del proyecto, como ocurrió con el UK Biobank de Reino Unido.
Finalmente, el equipo ya trabaja en un posible oriGen 2, que incluiría a comunidades rurales para representar mejor la diversidad del país. En el futuro, esperan que esta información sirva para diseñar políticas públicas basadas en el ADN de los mexicanos, permitiendo que los tratamientos médicos sean más personalizados y efectivos.