Paisanos denuncian extorsiones de hasta mil 600 dólares en carreteras de Coahuila (videos)
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Viajeros que ingresan por Piedras Negras afirman que policías municipales, estatales y presuntos filtros federales les exigen pagos ilegales desde los primeros kilómetros de su trayecto
MONCLOVA, COAH.- En pleno arranque de la temporada decembrina, paisanos que ingresan por el cruce de Piedras Negras denunciaron ser víctimas de extorsiones por parte de policías municipales, estatales e incluso presuntos filtros federales, quienes les exigen pagos ilegales apenas ingresan al estado.
Las quejas se concentran en los primeros kilómetros de Coahuila y en el tramo de la carretera 57, entre Piedras Negras, Monclova y Castaños.
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Javier, un connacional originario de Guanajuato que regresaba desde Dallas, relató que “ni dos kilómetros” avanzó tras cruzar la frontera cuando comenzaron las detenciones y amenazas.
Aunque viajaba con todos sus documentos en regla y remolcaba regalos para su familia, aseguró haber sido obligado a entregar mil dólares. “Nos han venido jodiendo... las policías, los tránsitos. Desde que salí de la frontera empezó el problema”, denunció.
Otro viajero, Jesús Reyes, quien se desplazaba desde Memphis rumbo a la Ciudad de México, afirmó que entre Piedras Negras y Castaños le arrebataron mil 600 dólares.
Señaló que los oficiales no aceptan pesos mexicanos y que los abusos son constantes. “Aquí en Monclova o Coahuila nos están fregando mucho la policía”, lamentó.
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Ambos coincidieron en que sobre la carretera 57, a la altura del ejido Aura, opera un filtro donde presuntos agentes de la Fiscalía General de la República piden entre 500 y mil dólares, incluso a quienes cuentan con todos sus papeles en regla.
Las denuncias se suman a quejas recurrentes de cada temporada, en las que paisanos que regresan de Estados Unidos aseguran ser víctimas de extorsiones, retenes inventados y multas irregulares en su trayecto hacia la Región Centro y otros estados del país.
Aun así, muchos de ellos continúan su camino, motivados principalmente por el deseo de reencontrarse con sus familias.