No solo tenemos ‘Pueblos’, nombra federación al Ojo de Agua como ‘Barrio Mágico’ de Saltillo
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En el marco del Tianguis Internacional de Pueblos Mágicos, celebrado en San Antonio, Texas, el Barrio del Ojo de Agua de Saltillo ha sido distinguido con el título de Barrio Mágico por la Secretaría de Turismo federal.
La designación fue entregada por el Secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, a Mario Mata Quintero, titular de Fomento Económico y Turismo del municipio, en representación del alcalde José María Fraustro Siller.
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“Saltillo cuenta con sitios emblemáticos, por lo que estamos muy felices de que el Barrio del Ojo de Agua sea reconocido en el país como un Barrio Mágico, ya que es un lugar que ofrece historia, celebraciones religiosas y gente trabajadora, además de ser uno de los sitios más tradicionales y antiguos de nuestra ciudad”, destacó Mata Quintero durante la ceremonia.
El evento contó con la presencia de Martha Moncada Zertuche, encargada del despacho de la Secretaría de Turismo y Pueblos Mágicos de Coahuila, así como Jesús Torres Gámez, director de Promoción de Pro Coahuila, quienes acompañaron al director municipal.
Pero, ¿por qué este reconocimiento es tan importante para este sector de la ciudad?
OJO DE AGUA: ORGULLO Y HERENCIA CULTURAL DEL SALTILLO ANTIGUO
El Ojo de Agua, cuyo nombre rememora el manantial que atrajo a los primeros colonizadores españoles en 1577, ha sido testigo de la transformación de Saltillo desde sus inicios como Villa de Santiago del Saltillo. En 2023, VANGUARDIA realizó un reportaje sobre este emblemático barrio de la ciudad, ubicado en el Centro Histórico.
El Ojo de Agua se distingue no solo por su arquitectura colonial y sus amplias calles, sino por la vitalidad de su comunidad, forjada a lo largo de los siglos.
El Barrio del Ojo de Agua, ubicado en el corazón de Saltillo, emerge como un crisol de historia y tradición que ha perdurado a lo largo de los siglos. Más allá de sus monumentos y celebraciones, este barrio representa un legado vivo de la ciudad desde sus inicios.
La historia del barrio se remonta al año 1577, cuando los primeros colonizadores españoles encontraron un manantial en un llano estratégico, decididos a establecer la Villa de Santiago del Saltillo. Este manantial, situado en la actual Zona Centro, fue el precursor del barrio del Ojo de Agua, cuyo nombre se deriva precisamente de este recurso natural.
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Desde entonces, el barrio ha sido testigo de la evolución de la ciudad, siendo inicialmente un punto de entrada y asentamiento para los primeros pobladores. A lo largo de los siglos, se han registrado las edificaciones más antiguas en sus alrededores, particularmente cerca de la imponente Catedral de Santiago Apóstol.
¿QUÉ LO HACE TAN ESPECIAL?
Rastros de historia perdura entre sus callejones y viviendas coloniales. Fundado en mayo de 1873, el Ojo de Agua se erige como la unidad habitacional más antigua de Saltillo. Para 1878, los planos ya delineaban las calles y viviendas que conformarían su estructura actual, siendo la calle Félix U. Gómez un eje central en su trazado.
Además, las primeras casas, realizadas para 20 familias, surgieron alrededor del manantial descrito por los colonizadores españoles en sus crónicas como una fuente vital de agua, estratégicamente ubicada en la zona habitada por los primeros pobladores europeos.
Este lugar no solo fue un punto crucial para la vida cotidiana de sus residentes, sino también un testimonio de la planificación urbana colonial, reflejada en sus amplias callejuelas y elevaciones, lo que refleja la rica herencia cultural y la tradición arraigada en este histórico rincón de la ciudad.
Por último, pero no menos importante, vale la pena destacar que, entre las construcciones más emblemáticas, destaca la ermita conocida como “La Alcantarilla”, erigida en la década de 1880 y ubicada en el sitio donde hoy se alza la parroquia del Ojo de Agua.
Esta parroquia, inicialmente una modesta capilla, vio la colocación de su primera piedra en el año 1900, consolidándose como un centro espiritual y cultural para los habitantes del barrio. También guarda un tesoro único: una placa de bronce que conmemora los 400 años de la ciudad, donada por el Club de Periodistas de Saltillo A.C. el 7 de junio de 1977.
Con información de Adriana Armendáriz, Carlos Recio, Arturo Berrueto, Archivo Municipal de Saltillo y Conaculta.
