¿Prohibir los celulares en primarias y secundarias? Urgen expertos a regular su uso en Coahuila

Bajo rendimiento escolar, inestabilidad emocional, distracciones, falta de concentración y ciberacoso son algunos de los problemas que expertos han detectado gracias al uso de celulares en las aulas escolares alrededor del mundo, por lo que urgen a regular el uso de estos dispositivos en escuelas.

Jesús Amaya Guerra, conferencista y autor de libros sobre educación de la niñez y la juventud, explicó que de acuerdo con diversos estudios, “se incrementó tremendamente la exposición de pantalla, el uso y la adicción hacia la tecnología”.

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“Se ha disminuido la capacidad de concentración y atención de los niños, ahora solo es aproximadamente entre 8 y 9 segundos nada más”, explicó el doctor por la Universidad del Norte de Texas.

De acuerdo con el informe GEM 2023 de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), los infantes tardan hasta 20 minutos en volver a concentrarse una vez que utilizaron su teléfono celular.

Amaya agregó que lo anterior se debe a la sobreestimulación que ejercen las pantallas que acostumbran al niño, lo que dificulta concentrarse en la explicación de un maestro o en la realización de las tareas, pues se aburren con facilidad.

El especialista detalló que la exposición a redes sociales también genera estrés en la juventud, pues aprende estándares de belleza inalcanzables y constantemente busca aprobación.

El especialista refirió el libro “La Fábrica de Cretinos Digitales”, del autor francés Michel Desmurget, que indica que el infante de 2 años o menos está expuesto a alrededor de tres horas diarias a las pantallas, los de 8 ó 9 años llegan a 5 ó 6 horas y los adolescentes pasan hasta ocho horas frente a las pantallas.

“Esto realmente detona una gran cantidad de problemas tanto emocionales como cognitivos en los muchachos para estudiar, para tener conocimiento”, expuso Amaya Guerra.

Además puso foco en que los infantes han comenzado a consumir pornografía desde los nueve u ocho años, lo que ha calificado como una adicción.

Este problema ha comenzado a ser regulado en distintos países de diversas formas, alcanzando niveles de ley y no solamente como sugerencia para las escuelas.

En enero, en España se vetó por completo el uso de celulares en las escuelas primarias y se reguló su uso en secundarias, exclusivamente para casos de enfermedad o emergencia.

El Consejo Escolar de Estado en ese país, informó en su propuesta de ley que avanzar hacia una educación digital responsable significa definir “ciertos límites de tiempos y espacios de uso dentro y fuera de los centros” y sostiene que en la educación infantil y primaria el alumnado “no necesita llevar móviles” a la escuela.

PREOCUPA A PADRES DE FAMILIA

Francisco Javier Mancillas, presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia en Coahuila, consideró que uno de los factores más preocupantes respecto al uso de teléfonos celulares en las escuelas es la realización de retos y la escalada de violencia.

“Aquí en nuestro país tendremos que ir pensando en irlo reglamentando en una iniciativa de ley, igual a lo mejor ahorita no se ve tanto, pero poco a poco así fue escalando la violencia entre los alumnos”, explicó.

Mancillas consideró que después de la pandemia el uso de los teléfonos se volvió más problemático, para lo cual se tienen que ir estableciendo mecanismos de seguridad.

Consideró que países como Japón deben ser el modelo a seguir donde los aparatos electrónicos se usan para aprender matemáticas o ciencia.

Agregó que respecto a este tema, ya han solicitado una audiencia con el secretario de Educación de la entidad, Emanuel Garza, para tratar este y otros temas, priorizando también su uso responsable para cuidar las horas de sueño.

FUNCIONA MODELO EN SALTILLO

Al respecto, la diputada local Magaly Hernández Aguirre, coordinadora de la Comisión de Educación, Cultura, Familias, Desarrollo Humano y Actividades Cívicas del Congreso del Estado, explicó que es un tema para el que cada escuela ha definido sus propios protocolos.

En ese sentido, destacó que en la Secundaria Técnica Número 37 Arturo Ruiz Higuera, en Saltillo, ya se ha comenzado a implementar un programa que ha mejorado el rendimiento académico y la convivencia del alumnado.

El programa consiste en que al inicio de clases, cuando los prefectos pasan lista, a su vez recogen los teléfonos celulares y se guardan durante todo el día en una caja, mismos que se entregan de nuevo al salir de la escuela.

“Gracias a esta estrategia que hemos utilizado se ha visto mejoría en el desempeño académico, no hay distractores por parte de los alumnos sin contar que tampoco hay quejas de un alumno que te diga ‘es que me tomaron una fotografía’ o ‘me hicieron un sticker’”. explicó la diputada.

Agregó que se implementó desde el inicio del actual ciclo escolar en acuerdo con los padres de familia, quienes estuvieron de acuerdo, para lo cual se establecieron otros canales de comunicación con la dirección y la prefectura de la secundaria en caso de emergencia.

Es decir, que si algún alumno tuviera la necesidad de usarlo en horario de clases para comunicarse con sus padres, lo hace a través de la escuela.

“Nosotros les explicamos los motivos por los cuales queríamos implementar esta nueva estrategia. Desde el momento que tenemos el apoyo del padre de familia para nosotros es algo más sencillo de realizar”, declaró.

Hernández agregó que en un principio fue complicado para los estudiantes desprenderse de su celular, aunque eventualmente se les formó el hábito y para ellos ya es una dinámica habitual.

La legisladora explicó que aunque la medida se tomó para mejorar su rendimiento académico, se vieron importantes mejorías en su convivencia y en su estabilidad emocional, pues al haber tenido años de clases en línea por la pandemia, les costaba volver a convivir y tener comunicación interpersonal.

“Al momento de que ellos ya no tienen celular, hay más oportunidad de tener comunicación entre ellos. Ahora los ves sentados como antes en una ruedita entre ellos para compartir el lonche. Los vemos más a la hora de jugar futbol, básquetbol e incluso hasta las canicas, empezaron otra vez con aquellos tiempos de las canicas.

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“Hay alumnos que han traído las famosas tarjetas de Pikachu y se la pasan cambiándolas, tienen una biblioteca con juegos de mesa y pueden solicitar por ejemplo un ajedrez gigante. Lejos de ver cosas negativas hemos visto más cosas positivas al respecto”, declaró la legisladora, quien hasta antes de asumir su cargo fue subdirectora de ese plantel.

Respecto a llevar esta iniciativa al Congreso del Estado, Hernández explicó que se podría llevar con un punto de acuerdo con la Comisión.

“Podemos verificar qué estrategias a nivel sector educativo podemos implementar para mejorar. Aquí lo único que se busca es el bienestar de nuestras niñas, niños y jóvenes tanto emocional como académico”, puntualizó.

Respecto a estas regulaciones, Amaya Guerra consideró que los gobiernos tienen que hacer estudios e investigación sobre el efecto negativo del mal uso de la tecnología e implementar estrategias al respecto.

Agregó que a los padres de familia les da cierta tranquilidad poder comunicarse constantemente con sus hijos, aunque no sea en realidad una necesidad.

“Es un tema muy difícil porque muchos papás todavía sobreprotegen a sus hijos”, puntualizó.

MIENTRAS LLEGAN LAS LEYES, ¿QUÉ HACER?

Respecto a qué pueden hacer los padres de familia mientras se discuten y llevan a cabo las regulaciones, Amaya Guerra explicó que los grandes empresarios de tecnología como Bill Gates o Steve Jobs recomendaron el uso inicial de teléfono hasta los 16 años.

Plataformas como TikTok o X (antes Twitter) tienen restricciones de edad para no utilizarse antes de los 13 años mientras que otras como Netflix o YouTube ofrecen herramientas de control parental muy sencillas.

“Aquí hay un punto muy importante en donde nosotros tenemos que preguntarnos lo siguiente: ¿Realmente mi hijo necesita ese celular con ese tipo de características, aplicaciones, potencia, internet? Si la respuesta es sí, la segunda pregunta es ¿mi hijo tiene la suficiente madurez para usarlo éste con responsabilidad?’”, dijo Amaya Guerra.

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Explicó que si un padre de familia considera que su hijo no tiene la suficiente madurez para el uso de los teléfonos, debe supervisar historiales de búsqueda y contraseñas e ir soltándoselas en tanto demuestre madurez.

“Si se la pasa todo el día en la recámara y los papás no saben ni con quién están y cómo están ni qué están haciendo, entonces no se sorprendan los papás que estos chicos presenten después grandes problemas emocionales”, puntualizó.