Refrescos y bebidas azucaradas, ¿un riesgo a la salud en Coahuila?

En un esfuerzo sin precedentes por alertar sobre los riesgos asociados al consumo de bebidas azucaradas, la organización El Poder del Consumidor ha interpuesto un recurso ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), solicitando que se reconozca oficialmente a estas bebidas como productos de riesgo para la salud. Este movimiento se basa en datos alarmantes que vinculan directamente el consumo de estas bebidas con un incremento preocupante de enfermedades crónicas en todo México.

En el caso de Coahuila, según estadísticas del Boletín Epidemiológico, se ha observado un aumento dramático de enfermedades como la diabetes y la hipertensión, asociadas de manera significativa con el consumo regular de bebidas azucaradas.

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Según estadísticas del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, desde 2019, las cifras muestran una tendencia en la intensificación de los casos, como refleja el incremento del 79 por ciento en casos de diabetes Mellitus tipo III y del 58 por ciento en casos de hipertensión registrados hasta principios de julio de 2024.

Respecto a la misma semana, pero del 2023, las estadísticas muestran un incremento del 40.5 por ciento en diabetes y 33.4 por ciento en hipertensión. En los últimos 5 años, SINAVE registró que en el estado las mujeres presentan estos padecimientos hasta en un 100 por ciento más.

Además, en 2022, se reportaron 3 mil 038 muertes atribuidas a la diabetes, con un notable desbalance entre hombres y mujeres. Este dato, junto con el incremento exponencial de casos de diabetes y hipertensión, subraya la necesidad urgente de políticas que promuevan una alimentación más saludable y restrinjan el acceso a bebidas que representen riesgos significativos para la salud. Asimismo, en Coahuila se detectaron 3 mil 604 casos de obesidad infantil durante el 2023.

Gabriela Guzmán, miembro del equipo legal de El Poder del Consumidor, subrayó la importancia de este recurso, fundamentado en evidencia científica sólida y el principio precautorio. “Es fundamental que las autoridades sanitarias reconozcan el peligro inherente en estas bebidas, que no solo contribuyen a epidemias de enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, sino que también pueden tener efectos adversos en la salud infantil”, afirmó Guzmán.

Expertos en salud infantil advierten que el consumo temprano y frecuente de bebidas azucaradas puede tener repercusiones graves en el desarrollo físico y emocional de los niños, además de aumentar el riesgo de obesidad infantil y enfermedades dentales. El impacto negativo en la salud de los jóvenes coahuilenses es evidente, lo que subraya la urgencia de actuar con políticas preventivas claras y efectivas.

Además de los riesgos conocidos, como la obesidad y las enfermedades cardiovasculares, se ha identificado que las bebidas azucaradas pueden tener efectos adictivos debido a sus ingredientes, incluyendo azúcar, edulcorantes y cafeína. Esta adicción potencial agrava aún más el problema de salud pública que enfrenta México, donde el consumo per cápita de estas bebidas sigue siendo uno de los más altos a nivel mundial.

La petición de El Poder del Consumidor no solo busca un etiquetado claro y preciso de las bebidas azucaradas como productos de riesgo, sino que también exige una revisión exhaustiva de los ingredientes utilizados por las empresas, particularmente aquellas que declaran vagamente sus productos como “saborizantes”. Esta transparencia, sostienen, es crucial para informar adecuadamente a los consumidores y empoderarlos en la toma de decisiones informadas sobre su salud y bienestar.

Si se concede esta solicitud, México no solo estaría tomando medidas significativas para proteger la salud pública, sino que también estaría estableciendo un precedente importante a nivel internacional en la lucha contra los productos que representan riesgos graves para la salud. La acción de El Poder del Consumidor y el respaldo de expertos en diversas áreas de la salud subrayan la urgencia de abordar este problema con determinación y prontitud.