Saltillo: consternación por feminicidio y filicidio en la colonia La Herradura Ampliación; vecinos exigen justicia
El feminicidio y el filicidio de María Rosa y Jonathan vividos el pasado viernes 31 de mayo ha consternado a vecinos de la colonia La Herradura Ampliación.
La mañana del viernes sobre la calle Alforjas, un hombre conocido por sus vecinos como “Don Mario” asesinó a sus esposa y a su hijo con un cuchillo, siendo detenido por autoridades municipales.
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Al mediodía de este sábado 1 de junio, en la fachada del domicilio marcado con el número 1092 se colocaron veladoras, flores, una cinta amarilla de precaución y un letrero que avisó a la comunidad sobre los servicios funerarios de las víctimas.
Vecinas de doña Rosy, quien fue asesinada a sus 57 años, la describen como una mujer trabajadora, alegre y amable, que saludaba por donde pasaba y era muy cariñosa en su hablar.
Realizaba servicios de limpieza en una fábrica además de cuidar a don Mario y Jonathan, a quien dicen, protegía de una manera especial.
Carmen Martínez opera una tienda de abarrotes en la calle 18 y convivió mucho con las víctimas, pues platica que doña Rosy llevaba a su hija a la escuela y le ayudó con la limpieza de su casa cuando pasó por una operación.
“Ella era una muy buena persona, no tenía problemas con los vecinos. Pero ¿ya qué se puede hacer? Nada. Y en su momento que pidió auxilio, nadie pudo meterse”, señaló la comerciante.
Agregó que don Mario ya había intentado golpear a Doña Rosy una vez, razón por la cual decidió internarlo en el “anexo”. A partir de entonces, Rosy compraba víveres en la tienda de Carmen para llevarle cada domingo a don Mario.
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“El día que lo sacó vino a dar aquí. Me decía ‘mire, ya lo traje’ y ‘mire qué limpio’ y ‘mire ya viene bien’, con un gusto. Decía ‘ya se va a portar bien’ pero no, los primeros días vimos que ya andaba para arriba y para abajo en pleno día, pleno solazo. Yo sí le dije a doña Rosy, ‘se me hace que no está muy bien’”, contó Carmen.
Agregó que antes de ser internado, don Mario no fumaba y cuando regresó pedía dos cajetillas de cigarros diario. “Regresó con más vicio”, comentó.
“Vamos a recordar la linda persona que era ella. Me decía ‘¿cómo estás Martita, cómo están tus niños?’ y ‘cuida a tus niños’. A todo el mundo nos chuleaba. Sí le vamos a extrañar aquí en la colonia, más que nada al güerito, es el que más nos remueve, sentimos más feo, que él no tenía culpa de nada y fue yo creo por defender a su madre”, indicó Martha, quien sostiene junto a sus hijas un negocio de gorditas y helados también sobre la calle 18.
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A Jonathan, quien fue víctima de su padre a sus 16 años, Martha lo describió como un joven tranquilo, que salía poco de su casa y a veces se sentaba en la banqueta frente a su negocio para ver a niños más pequeños jugar en la calle.
“Fue compañerito de una de mis niñas, le ayudábamos con sus tareas. Siempre fue un niño muy tranquilo, nada de ser grosero, de nada, el niño era muy tranquilo”, mencionó.
Por su parte, Francisca quien vive a dos cuadras de donde vivía doña Rosy, coincidió en que su vecina era una mujer amable y trabajadora, con especial cariño por sus plantas, su marido y su hijo menor.
Contó que una muestra de su humanidad es la forma en la que cuidaba a Solovino, un perro negro que deambula por la colonia. Una vez Control Animal se lo llevó pensando que era callejero y ella fue a recogerlo para llevarlo de vuelta a La Herradura Ampliación.
PIDEN JUSTICIA, NO DEJAR LIBRE A DON MARIO
Vecinas coincidieron en que don Mario tenía aproximadamente un año que cambió su actitud y proceder a una más agresiva, razón por la que su esposa decidió internarlo en un “anexo”.
Sin embargo no vieron alguna mejoría en su accionar e incluso lo percibieron más agresivo y con más vicios de los que tenía antes del centro de rehabilitación, por lo que consideran que es un peligro para la colonia.
“Nadie damos crédito a lo que pasó de un momento a otro. Como vecinos pedimos que ojalá y no dejen libre al señor, porque es un peligro para todos aquí como vecinos, porque el señor ya acosaba constantemente a las muchachas aquí se hostigaba, sacaba sus partes íntimas para molestar aquí, o sea, ya era un hecho de que el señor ya no estaba muy bien de sus facultades”, mencionó Martha.
Agregó que personas de “El Cerrito” incluso lo buscaron para golpearlo pues en esa colonia estuvo “haciendo desmanes”, razón por la que también fue internado.
“Nosotros estamos muy consternados con todo eso y lo deben castigar porque dicen que supuestamente él estaba enfermo, pero pues sí sabía lo que estaba haciendo. Yo digo que no lo deben dejar salir, lo manden a un psiquiátrico”, comentó Francisca.