Saltillo: ‘Escaleras para duendes’, la magia del arte urbano
Estas pequeñas creaciones conforman parte del trabajo artístico de Jerónimo Valdés, un creador saltillense que logró estimular la creatividad e imaginación de todos quienes veían su arte en exhibición, por las calles
Todo comenzó hace poco más de siete años.
Una leyenda empezó a fraguarse en las redes sociales, exhibiendo fotografías de unas escaleras miniatura “que habían construido los duendes” en la fachada de una casa que se localiza en la esquina de la calle Ramos Arizpe, pasando Allende.
La leyenda hacía alusión a aquel año cuando ocurrió el trenazo.
“La familia que ocupaba esa casa murió trágicamente. Tiempo después de haber sido abandonada, la casa era cuidada por una señora que no podía irse de ahí porque tenía oro escondido y por eso mandó a las entidades miniatura a construir una escalera para sacar el tesoro”, fue uno de los mitos que se compartían de boca en boca.
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Sin embargo, estas pequeñas creaciones conforman parte del trabajo artístico de Jerónimo Valdés, un creador saltillense que logró estimular la creatividad e imaginación de todos quienes veían su arte en exhibición, por las calles.
“Recuerdo que eran cerca de 9 u 11 intervenciones alrededor de la ciudad hace más de 7 años, todo era de concreto, era una cuestión de arte urbano que nació por una cuestión personal”, comparte el artista.
Relata que en aquel tiempo acababa de terminar de construir su casa y se encontraba familiarizado con el cemento.
“Había empezado a hacer escultura después de haber hecho grabado y dibujo, empecé a hacer volumen y como siempre he trabajado en la calle, con una visión de grafitero, o el artista urbano que mantiene una comunicación con la ciudad misma, tomando a la ciudad como un lienzo”, apunta.
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Y así es como nació el proyecto de las “escaleras para duendes”, del ejercicio de reflexión sobre los espacios públicos.
“Las piezas no siempre están planeadas desde la abstracción, sino que es más bien observar los lugares, pregúntate por qué están ahí; yo propongo salir de los museos y llevar el arte a la calle”, comparte.
También opinó que las leyendas urbanas que se generan alrededor de sus piezas —como en el caso de “las escaleras de duendes”—, suponen la apropiación de las piezas a través de la interacción en el espacio público.
“Esa es la magia del arte urbano”, expone el artista.
