Saltillo: falta de vivienda podría frenar al desarrollo económico, dicen expertos

La Región Sureste de Coahuila enfrenta una creciente crisis de vivienda para trabajadores, la cual amenaza con frenar su desarrollo económico y complicar la atracción de inversiones futuras.

Recientemente, VANGUARDIA publicó que la fuerza laboral foránea que arriba a la región tiene que destinar alrededor del 50% de su salario mensual (aproximadamente 8 mil pesos) para cubrir el arrendamiento de un cuarto y un baño para vivir.

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Al respecto, Miguel Monroy, director de Coparmex Coahuila Sureste, señaló que la falta de disponibilidad de viviendas adecuadas para trabajadores es un problema que se arrastra desde hace años y que ha empeorado debido al alto costo de los terrenos y la insuficiencia de desarrollos habitacionales en la región.

Si bien este problema no es reciente, su impacto se ha intensificado en los últimos años ante la alta demanda de espacios habitacionales y la llegada de miles de trabajadores provenientes del sur del país.

La escasez de viviendas asequibles, combinada con los altos precios de los terrenos, está comenzando a ser una barrera significativa para la atracción de nuevos talentos y empresas, por lo que consideró que es crucial que el problema se aborde desde un enfoque multidisciplinario, que involucre a empresarios, sindicatos, gobierno estatal y federal, así como instituciones como el Seguro Social y el Infonavit.

Al respecto, Marcelo Lara, analista financiero, señaló que la alta demanda está inflando los precios de los alquileres y, en consecuencia se ha reducido el poder adquisitivo de los nuevos residentes, quienes han tenido que recortar gastos y olvidarse de la recreación para cubrir solo lo necesario para vivir.

“Obviamente eso es un tema que hay que voltear a ver, buscar cómo apoyarlos en para que se dé esta permanencia, no solo en las empresas, también en la localidad, es decir, cómo lo podrías apoyar con el tema de vivienda”, señaló.

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Al respecto agregó que las condiciones actuales no permitirían acceder a una vivienda a los trabajadores y tampoco es viable la opción de rentar un espacio durante muchos años, por lo que es urgente atender la necesidad de mejorar las condiciones económicas.

En ese sentido, propuso que se genere una nueva política de vivienda que además de permitir que la fuerza laboral pueda comprar una casa, sea menos pesada la carga financiera buscando pagos más accesibles y de menor tiempo.

Agregó que otra opción podría ser la creación de viviendas verticales y económicas, que podrían ofrecer una alternativa viable para mejorar la disponibilidad y accesibilidad de la vivienda en la región.

Por su parte Antonio Serrano, profesor e investigador de economía de la Universidad Autónoma de Coahuila, explicó que cuando la vivienda es excesivamente cara, los consumidores tienen menos dinero para gastar en otros bienes y servicios. Esto puede llevar a una contracción del comercio y a una disminución en el consumo de productos paralelos, afectando negativamente a la economía en general.

“Normalmente lo que sucede en las economías donde las casas son muy caras es que hay un consumo básico de lo que necesitas para sobrevivir, pero lo demás ya no se consume y se empieza a caer la venta de otros productos paralelos que son importantes para la vida”, explicó.

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“Por ejemplo, en México, en las ciudades donde la vivienda es cara, lo que empieza a saber es que la gente deja de gastar en productos como zapatos, computadoras y empieza a bajar el comercio en general”, añadió.

Agregó que Coahuila, y en específico en la región, ha comenzado a caer en un “agotamiento económico”, que sucede en las ciudades que llegan a un cierto nivel de crecimiento que encarece los productos y servicios y que podría ser un factor que inhiba inversiones.