Saltillo: ¿Qué dice la ciencia sobre la existencia de Jesús?, ¿Lo niega? Entérate
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Escritos y descubrimientos arqueológicos coinciden con personajes y lugares mencionados en los cuatro Evangelios
Los avances científicos, arqueológicos y en la investigación de textos antiguos, respaldan la existencia histórica de Jesucristo, según señala Mauricio Alcocer Ruthling, académico de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).
Los relatos sobre Jesucristo han sido objeto de diversas interpretaciones a lo largo del tiempo, desde considerarlo un profeta reencarnado hasta negar su existencia. Sin embargo, la afirmación de San Pedro, registrada en los Evangelios, de que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo, sigue siendo una afirmación clave.
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A pesar de las teorías que cuestionan su existencia o lo interpretan de manera diferente, la ciencia está aportando pruebas tangibles que respaldan la realidad histórica de Jesucristo. Se han identificado lugares y personajes mencionados en los Evangelios, confirmando su veracidad.
Para establecer la historicidad de un personaje antiguo como Jesucristo, el Dr. Peter Williamson propone un riguroso proceso de evaluación, similar a un juicio, que incluye el análisis de testigos, la interpretación de evidencias y la consideración de fuentes históricas y arqueológicas.
Flavio Josefo, historiador nacido en Jerusalén en el siglo I, menciona a Jesús en su obra “Antigüedades judaicas”, confirmando su presencia y las circunstancias de su ejecución bajo Poncio Pilato. Tácito, otro historiador romano, también alude a Jesucristo en sus “Anales”, relacionándolo con los cristianos perseguidos por Nerón.
Además de estas fuentes, otros escritos no cristianos, como los de Plinio el Joven y Suetonio, respaldan la existencia de Jesucristo, sumando credibilidad a su figura histórica.
La arqueología moderna ha proporcionado evidencia adicional, como inscripciones relacionadas con el censo de César Augusto durante el nacimiento de Jesús, así como la identificación de lugares mencionados en los Evangelios, como la piscina de Siloé y la piscina de Bethesda.
El descubrimiento de estos sitios, a pesar de los intentos de emperadores romanos como Adriano de borrar evidencias históricas de Cristo, respalda los relatos bíblicos y la tradición cristiana.
La existencia de figuras clave en la vida de Jesús, como Poncio Pilato, Anás y Caifás, ha sido confirmada por hallazgos arqueológicos, como inscripciones y tumbas identificadas fuera de la muralla de Jerusalén.
Sitios importantes relacionados con la Pasión de Jesús, como el Pretorio y el Santo Sepulcro, han sido descubiertos y corroborados por la arqueología, fortaleciendo la narrativa bíblica sobre los eventos que rodearon su muerte y resurrección.
Un artefacto intrigante, la Inscripción o Decreto de Nazaret, podría tener relación con la Resurrección de Jesús, según algunos estudiosos, añadiendo un elemento adicional a la discusión sobre su historicidad.