Saltillo: viviendas de Santa Fe Cactus siguen sin respuesta de la FGE

El escenario es el mismo que el de aquel 7 de septiembre cuando ocurrió una explosión en una vivienda que era arrendada por escoltas y oficiales de la Fiscalía General del Estado; las casas ya no tienen escombros, pero todavía no han sido reparadas.

Los vidrios caen de los techos, los marcos de puertas y ventanas todavía tienen restos de cristales y la infraestructura de las casas se encuentran al punto de un derrumbe.

La plaza principal no ha sido reforestada y, aunque las familias hacen todo lo posible que los niños y niñas no salgan a jugar, así, evitar cualquier tipo de accidente en las viviendas siniestradas o en la plaza, donde quedaron, además, restos de vidrios desde el día del accidente, es difícil tenerlos de cerca.

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El problema es que hasta ahora la Fiscalía no ha respondido, ni siquiera ha reembolsado los gastos de reposición de cristales de las viviendas que resultaron con menos daños, mismos que ascienden hasta los 40 mil pesos por vivienda.

“En los peritajes nos dijeron que las viviendas marcadas con los números 149, 636 y 644 tienen que ser demolidas, pero el problema es que no nos dicen quién se hará cargo, quién volverá a construir nuestras casas y dentro de cuánto tiempo”, comentan vecinos, en una reunión que se sostuvo la tarde de este martes.

De acuerdo con ellos, la licenciada Alpha Sarahí Treviño Márquez es quien quedó a cargo de dar seguimiento al caso, sin embargo, hasta hoy, la única respuesta que ha brindado es que la persona responsable de la explosión murió.

“Queremos que nos den una respuesta porque, al final del día, fue el fiscal, Gerardo Márquez, el que nos dijo que ellos se harían responsables, y es lo que hoy queremos, que se hagan cargo de los daños porque hasta ahora hemos desembolsado mucho dinero por una situación que no fue nuestra culpa”, señalan.

Por otro lado, la maestra Jaquelín García tuvo que pagar la atención médica de urgencia que necesitó ella y su hija el día del siniestro.

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“A mi hija le cayeron todos los vidrios encima en el cuerpo y estuvo internada por tres días, pagué más de 50 mil pesos, y tengo dos meses rentando una casa, perdí muebles, perdí todo, y todavía sigo pagando la casa junto con los servicios, pero está inhabitable, ¿quién va a responder por esos daños?”, expone.

El señor Juan José Gallegos también tuvo que salir de su casa para rentar otra, también tuvo que rentar un automóvil debido a que perdió el de su propiedad debido a la explosión.

“Mi trabajo me exige que tenga un carro y fue imposible no rentar uno; perdí todo, tuve que salirme de mi casa junto con mi familia y hoy vivimos al día, no tenemos un patrimonio y no podemos vender esta casa porque así nadie nos la va a comprar, no la he arreglado porque como está enseguida de donde fue la explosión, pues se tiene que demoler”, comparte.

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Además, la señora Xóchitl Cerda sí está viviendo en su casa, pero las paredes han presentado cuarteaduras, tanto en el interior como en el exterior.

La puerta ya no cierra; tienen que quitarla para poder salir y ponerla de nuevo, asegurándola con cadenas y candados.

“Los azulejos y pisos están despegados, la casa está cada vez más dañada, es un riesgo el que yo esté todavía viviendo ahí pero no tengo a dónde ir o dinero para pagar una renta”, comenta.

En una reunión de vecinos, las familias afectadas se reunieron para esperar, una vez más, la asistencia del fiscal Gerardo Márquez Guevara, quien habría informado que acudiría a revisar los pormenores en el fraccionamiento, sin embargo, brilló por su ausencia.