Chapulines y tunas en Saltillo: sabores del sur (Oaxaca) que conquistan el norte
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En una esquina de la colonia Magisterio, al sur de Saltillo, el sabor del sur de México cobra vida a través de chapulines oaxaqueños, tunas frescas y la calidez de los vendedores que los ofrecen. Aunque provienen de lugares lejanos como Veracruz, han encontrado en esta ciudad una oportunidad para ganarse la vida y compartir sus raíces culturales con los saltillenses.
Este martes por la mañana, el alcalde de Saltillo, Javier Díaz González, visitó la colonia como parte de una jornada de limpieza urbana y aprovechó para convivir con los comerciantes. Ahí, probó chapulines, acompañado por los vendedores que lo recibieron con una sonrisa y con sus productos ya listos sobre una mesa improvisada.
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TRADICIÓN DEL SUR, EMPRENDIMIENTO EN EL NORTE
“Nos llamamos Antonio Hernández y María del Carmen Agustín Guevara, venimos de Veracruz, pero los chapulines los traemos de Oaxaca”, cuentan los comerciantes. Aunque la venta de los insectos fritos no es común en Saltillo, aseguran que poco a poco la gente se ha interesado más por probar estos antojitos tradicionales de la gastronomía oaxaqueña.
“Empezamos a vender porque es temporada, y sí, gracias a Dios, se vende bien”, explica María del Carmen. Ella y su familia llegaron a Saltillo en busca de trabajo, y desde hace tiempo se establecieron en la zona sur de la ciudad, donde ofrecen sus productos en temporadas específicas, como Primavera y Otoño.
Además de chapulines, en su mesa también se pueden encontrar tunas frescas, que logran atraer tanto a curiosos como a quienes ya conocen el sabor de su tierra natal.
UNA CIUDAD QUE RECIBE CON RESPETO
“Saltillo nos ha tratado bien. Es una ciudad grande y bonita”, afirma Antonio, mientras acomoda sus productos. Si bien el trabajo en la calle es exigente, reconocen que la ciudad les ha dado la posibilidad de salir adelante, aunque enfrentan los retos comunes del comercio ambulante.
Este tipo de emprendimientos forman parte del mosaico cultural y económico que le da vida a las colonias de Saltillo. A través de sus sabores, los comerciantes como Antonio y María del Carmen no solo generan ingresos para sus familias, sino que también acercan a los saltillenses a otras tradiciones mexicanas.
SABORES QUE CRUZAN FRONTERAS
El gesto del Alcalde al comer chapulines esta mañana fue más que un acto simbólico. Representó el reconocimiento a los trabajadores informales y a las culturas que convergen en Saltillo, una ciudad en constante crecimiento que sigue recibiendo a personas de distintas regiones del País.
“Aquí se trata de trabajar”, dice Antonio con firmeza. Con cada bolsa de chapulines vendida, no solo ganan unos pesos más, también conquistan paladares y fomentan un cruce de sabores entre el norte y el sur de México.